XX. "Desaparecer"

3.3K 122 9
                                    

Centre mi vista nuevamente en el aparato en frente de mí,  tratando de concentrarme y olvidar los recuerdos que venían y venían una y otra vez, sin tener intenciones de borrarse. Mordí mi labio inferior tan fuerte que creí que en algún momento  empezaría a sangrar. Cerré mis ojos, disponiéndome a dormir, pero resulto ser para peor.

—No puedes pasarte la vida sentada allí sin hacer nada, ¿o sí?

—¿Quién dice que no?—le digo a Jay que me mira desde la cocina.

—No lo sé. Podrías salir con tus amigas, divertirte, hacer lo que te gusta. No estar aquí sin hacer absolutamente nada.

—No quiero. Quiero quedarme aquí. Para siempre si es necesario.

Quedo en silencio unos minutos, dándome el tiempo necesario para cerrar mis ojos una vez más, sin embargo, los abrí nuevamente cuando sentí un fuerte golpe en mi frente.

—Hey, ¿por qué me golpeas, tarado? —exclame sobándome la frente, dolía.

—Ponme atención, te estoy hablando.

—No me interesa, Jay. Quiero dormir, me tomare una calmantes y dormiré todo el día y despertare hasta mañana. No sabes las putas ganas que tengo de morir en este momento.

—Sabes que mamá no deja que tomes los calmantes. Esos solo los usa ella.

—¿Y qué? Ella no sabrá que los tome.

—Bien, me da igual lo que hagas—él dice, mientras se pone su chaqueta y agarra sus llaves.

—Estoy aquí, casi en un estado de depresión, muriéndome en vida y ni te inmutas en mover ni un solo pelo. Genial, valla hermano que tengo. Vete, total, siempre lo haces—digo, me recuesto nuevamente en el sofá sacando un cigarrillo de mi cajetilla de Marlboro.

Cierro los ojos. No obtengo respuesta de él, así que opto por la opción más fácil; que ya se ha marchado. No me sorprende ni lo más mínimo el comportamiento de Jay, al fin y al cabo, él nunca se preocupó por mí. Siempre fui yo la que centraba toda mi atención en él y le resolvía sus problemas. Apoyo mi cabeza en ambos brazos y me quedo así, tratando de dormirme. De ninguna manera tomare los calmantes. Quizá lo haga, o quizá no. Podría tomarlos para poder conceder el sueño, pero si los tomo probablemente no me despierte dentro de una semana y eso me pone de los nervios. Descontando el hecho que necesito tener supervisión médica para consumirlos, y no tenía. Así que opto por no tomármelos. La opción más sencilla y fácil.

Alguien toca mi hombro. No es necesario tomarme el tiempo para saber de quién se trata, ya que se perfectamente que es Jay. Aun así no tomo importancia al tacto mínimo que hace contra mí; no abro mis ojos, no me muevo. Simplemente me quedo en la misma postura, ignorándolo.

—Perdona—escucho que sus labios pronuncian.

—Siempre es lo mismo, Jay—dije, aspirando y botando el humo de mi cigarrillo.

—No. Sabes que digo las cosas sin pensar,  olvida lo que te dije. Claro que me importa lo que hagas. Eres mi hermana.

—Es que ese es el maldito problema... —digo y abro los ojos —... eres mi hermano. Y actúas como si no lo fueras. No actúas como tal y deberías hacerlo.

—Perdona.

Púdrete.

—No me interesa—digo.

—Abigail...

—Calla Jay. No quiero pelear, ¿vale? Así que no me molestes. Si quieres puedes irte, si quieres puedes quedarte, ya no me importa... ya nada me importa.

My Exboyfriend » hs (en edición)Where stories live. Discover now