LIV. "Tengo miedo"

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El silencio reinó en todo momento. Su rostro inexpresivo dañaba mi pecho. Decidí dejar de mirarlo cuando se convirtió en una tortura, en su lugar, contemple las finas gotas de lluvia que caían del cielo y se perdían en la ventana.

Me pregunté si mis lágrimas se verían iguales.

El auto se detuvo y el click de las llaves me sobresaltó.

Él no dijo nada. Tan solo se desabrochó el cinturón de seguridad, volvió a ponerse su gorra y salió. Hice lo mismo a duras penas, observando a través del vidrio empañado que dejaba la puerta de su casa abierta para mi.

Mis dedos temblorosos cerraron la puerta con delicadez cuando entre, temiendo hacer notar mi presencia.

Estaba nerviosa.

Harry volvió conmigo a la sala de estar, esta vez, con un buzo y un abrigado suéter. Sus pies descalzos me causaron escalofríos.

Se sentó en el suelo al lado de su chimenea. Lo observé mirar el fuego desde mi lugar por minutos. No hablábamos y mi corazón parecía haber quedado en el auto.

—Estuve en el hospital—su voz fue la salvación para mi. Se acercó a tomar un palo de leña y no me regaló ni una sola mirada.

—¿Por qué?—rogaba que me respondiera sino, la preocupación acabaría conmigo.

—Me desmayé por el dolor de cabeza. Estaba con mi madre, así que me ahorré el golpe contra el suelo y que alguien tuviese que encontrarme.

Caminé hacía él con cautela. Quería abrazarlo y acariciar su cabello todo lo que me permitiera. Decirle que lo superaríamos juntos, que yo lo ayudaría.

Quisiera tanto evitarle todo esto.

Me miró por primera vez desde que salimos de casa de Zayn y me detuve. Comprendí que no deseaba mi tacto.

—¿Me... dirás que ha pasado?

—Es lo que iba a hacer, pero no estabas en casa. Supuse que estarías con Louis así que lo llame. Pero no.

—Harry...

—Supuse mal. Estabas con él. Siempre estas con él.

—¿Por eso le has golpeado?—pregunté. Caí en la cuenta de que darle explicaciones no ayudaría. Esta vez, su mirada de reproche no me importó y me acerqué nuevamente. Toque su labio inferior con las yemas de mis dedos y se estremeció. Él también se llevó un par de golpes—Se infectará si no lo limpias.

—Pues limpia mis heridas. Solías hacerlo a menudo, ¿no?

Sus palabras lograron que mis ojos se llenasen de lágrimas. Pero me contuve. Tenía que mantenerme fuerte esta vez.

—Deja de actuar así —respondí tratando de sonar a la defensiva. A pesar de intentarlo mi voz salió débil.

—¿Así cómo?

—Como si quisieras hacerme daño—aún estábamos uno frente al otro y pude sentir como su respiración se aceleró. Le acaricié su sedoso cabello y quise sonreír cuando no me aparto—No eres así.

—Tal vez quiero hacerlo—detuve mis manos ante su contestación frívola. Quería encontrar algo de remordimiento en sus ojos. Quizá algo que me dijera que todo esto lo hacía solo porque lo lastimé. Pero no vi absolutamente nada.

—Así que me trajiste a la fuerza a tu casa solo para dañarme, ¿verdad? —no reacciono a lo que digo hasta que lo hago. Siento como una lágrima cae.

—Quería alejarte de él.

—Es Zayn. ¡Tu mejor amigo! ¿Por qué no entra en tu cabeza?

—¡Porque está enamorado de ti! ¡Porque cada vez que me alejo, él se acerca más y lo odio!

—¿Y eso qué? —murmuro—Dijiste que no me amabas.

—Dijimos muchas cosas, Abi.

—No me quieres a tu lado pero tampoco me quieres junto a otras personas. ¿Qué estas haciendo?

—Abi...

—Si, Harry. Te mentí. Te oculte muchas cosas, sigo haciéndolo, pero creo que mi castigo ya lo recibí—me alejo de él para sentarme en el sofá. Necesito calmarme—Me lo merezco, ¿no es así? Por todo lo que te he...

—No es eso—me interrumpe abruptamente.

Por favor, mírame.

—¿Me amas?

Preguntarlo una vez más solo hace que mi corazón se rompa nuevamente.

Di que si.

—No lo sé—se muerde el labio aún observando el suelo.

Si tan solo pudiera ver lo que transmiten sus ojos...

—¿Qué es tan complicado?

—Mis recuerdos aún no vuelven por completo, Abi. Estoy confundido. Y enfermo.

—No estas enfermo.

—Lo estoy. Tengo amnesia, ¿lo olvidas?

Quisiera hacerlo.

—No—digo, levantándome—Pero el doctor dijo que...

—Sé lo que ha dicho. También ha dicho que recuperaría mi memoria en tres meses.

Ya ha pasado el tiempo.

—Harry...

No logro hacer que me mire. Si me acerco a él, terminará dañándome de cualquier modo. Su cuerpo tiembla y sé exactamente lo que piensa.

Sus manos revuelven su cabello y yo quisiera que fueran las mías.

—Por favor...

No sé que estoy pidiéndole.

—Perdí la esperanza, Abi. Y tengo miedo.

—¿Miedo de qué?

Ya lo sabía. Pero quería escucharlo de él.

Quiero escucharlo todo de él.

—Tengo miedo que para cuando te recuerde, tú ya no me ames.

My Exboyfriend » hs (en edición)Where stories live. Discover now