XXVIII. "Olvida"

1.5K 56 6
                                    

A veces, quizá, el problema está en que simplemente tu corazón no quiere admitir lo que tu mente ya sabe. No sé qué pasó. Solo pasó. ¿Y saben que es lo que más duele? ¿Lo que no me deja seguir?

Que aún lo amo, y que si de mí dependiera, moriría con tal de hacerlo feliz. Soy sumisa por él.

Esta no es mi vida.

Esto no debe ser cierto: debe ser un maldito error.

Esta solitaria vida, con esta alma fría y el corazón vacío, es lo más parecido al infierno que he sentido jamás.

Pero aquí me encuentro, dudando entre tocar la puerta o no. Si molestarlo o no. Si volver a ver esos ojos verdes o no. Hasta que finalmente, me decido y mis nudillos tocan suavemente la madera.

Espero, mientras mis ojos luchan contra mis lágrimas, no dejo que estas salgan, así que trago fuertemente el nudo en mi garganta. Me preparo mentalmente para lo que sea que se venga.

Unos pasos se aproximan y me aferro a la valentía que me queda.

Los cabellos rizados y revueltos entran en mi campo de visión, mientras escucho esa contagiosa risa armónica y ronca de fondo, lo cual me hace cuestionarme el motivo. Cuando nuestros ojos hacen contacto, nos sumimos en el silencio. Como si el lindo color verde de la primavera chocara contra el congelado azul del invierno.

—No esperaba esta visita—sus labios pronuncian.

—Sí, yo... tengo que hablar contigo—digo, aún no estoy completamente segura de todo lo que saldrá de mis labios de ahora en adelante—¿Estás solo?

—S-sí, entra...

Hago lo que me pide, ignorando por completo el tono de inseguridad que he escuchado.

—¿Quieres algo de comer o de beber?

Me reprimo completamente en decirle que tengo unas horribles ganas de comer todo lo que tenga en la cocina, y me convenzo a mí misma del molesto sabor en mi paladar.

No obstante, no me siento en las condiciones de seguir alargando nuestra extraña e incómoda conversación. Quisiera terminar rápido con esto e irme, antes de terminar más destruida que antes. Mis dudas y mis preguntas no paran de dar vueltas por mi cabeza, así que mis labios actúan por si solos sin que pueda controlar ni medir mis palabras.

—¿Sabías que Zayn estaba enamorado de mí?

La pregunta le sorprende, ya que deja de dar vueltas como un idiota y se sienta en el sofá. Imito la acción en cuanto me mareo levemente.

—¿Te lo ha contado?

—¿Así que lo sabías?

—¿Creías que no?

—¿Podrías dejar de contestarme con preguntas?—conecta sus ojos con los míos, suelto un suspiro cuando me doy cuenta que le cuesta hablar de esto conmigo.

—Me lo ha dicho en el momento en el que te conoció, Abigail.

Su respuesta me toma por sorpresa.

Si él sabía que Zayn sentía esto por mi desde, prácticamente, siempre ¿Por qué estuvo conmigo?

—¿Te fijaste en mí, aun sabiendo que Zayn me amaba?

—Por supuesto que no. Ni de coña—frunce sus labios, se acerca a mí y mis nervios comienzan a hacerse presentes—Zayn fue el primero en conocerte a ti y a Jay, él siempre hablo de la chica del par de hermanos, lo había dejado sumamente flechado. Hasta ese momento, yo era el único que no te conocía. Pero entonces, un día, te vi. Y no pude evitar sentirme flechado por ti también. No sabía que eras tú la chica de la que me hablaba, así que comencé a prestar mi atención completamente en ti, demostrando lo que sentía y conociéndote. Cuando Zayn se dio cuenta de que tú también sentías lo mismo por mí, hablo conmigo, él jamás intentaría separarnos y no te confesaría sus sentimientos hacia ti. Intentaría borrarlos lo más rápido posible y nos dejaría ser felices. Pero no fue así, porque sé perfectamente que te sigue amando y que probablemente no dejará de hacerlo. Pero para mí no es ningún problema, lo acepto, sé que es difícil no enamorarse de ti, ni mucho menos es fácil olvidarte.

My Exboyfriend » hs (en edición)Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu