XIV. "La verdad"

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Gemí. Acaricie mi vientre tratando de que el dolor se vaya. Fue imposible, el dolor aumento. Cerré los ojos con fuerza y trate de recostarme en la cama, cuando el dolor se intensifica decido sentarme. Error. Fue mucho peor. Decido estar parada, es la única manera que el dolor sea soportable.

Inhala y exhala.

—Toma esto, Abi—Harry llega hasta mí y me ofrece un tazón.

—¿Qué mierda es esto?

—Me había olvidado que andar en tus días te ponía de un humor de perras—me mira divertido.

—Responde.

—Es una receta de mi madre. Calma el dolor—me contesta.

—¿Cómo sabes eso? ¡No eres adivino! —le grito.

—Eh, calma los humos—tomo el tazón de mala gana—Ven aquí.

Me tiende una mano y la tomo. Me sienta en su regazo, hago una mueca de dolor cuando el dolor aumenta. Me masajea la parte baja de mi estómago suavemente. Lo miro hacerlo.

—Me dará diabetes de lo dulce que eres, Harry—me río.

—Vamos, te encanta—ronronea—Además es lo mínimo que puedo hacer por mi novia.

Novia.

Me encanta.

—Esto es mejor remedio que esa mierda que me has preparado—le dije.

—Aun así tendrás que tomarlo.

—Te lo meteré por el culo—conteste, haciéndolo reír.

—Eres muy insolente, Abi. Tienes que cuidar esa boca.

—¿O sino qué?

—Te castigare.

Trata de hacerme cosquillas, pero falla rotundamente a ver mi cara. El dolor era insoportable.

—Mierda, lo siento. Tienes que tomar esto—me ofrece nuevamente el tazón.

Tomo un sorbo.

—Joder, ¡qué asco! ¿quieres matarme? —ríe—Harry, no es gracioso, sabe a mierda.

Ríe aún más fuerte.

—Vete al diablo, imbécil—me contagia su risa, agarro su rostro y le beso.

Sus besos eran simplemente perfectos, no sé cómo hice para dejar la taza en la mesa pero la cosa fue que lo conseguí. Coloque mis piernas en sus caderas para poder acostarnos en la cama, yo encima de él. Metí mi lengua en toda su cavidad bucal explorando cada zona de esta, sentí como gruño haciendo vibrar mi boca, acaricio mi pelo haciendo que me relaje, me separe de él como pude, me mira y hace una mueca graciosa, haciéndome reír.

—Se me ha pasado el dolor—bromeo.

—Te amo—roza su nariz con la mía.

—Yo a ti.

El dolor vuelve luego de algunos minutos. Me separe de él y me levante. Era la única manera que el dolor se alivie.

—Ven aquí, Abi. Trata de no pensar en el dolor, ¿sí? —asiento, volviendo a recostarme junto a él.

Nos quedamos en silencio, un silencio acogedor. ¿Cómo es que tengo a este chico? Aun no puedo creerlo, su paciencia en impresionante hacia mí y realmente para mí siempre es perfecto. Si no hubiese sido por aquella vez... seriamos felices y yo no tendría este terrible dolor en el pecho. Siento que si me dijera la verdad, mi corazón sanaría completamente.

—Harry—le llamo.

—¿Si?

—Cuéntame.

—No puedo—susurra y mira hacia el suelo, incorporándose.

—Sí, si puedes.

—¿Estas segura?

—Claro que si—murmuro.

—Era de madrugada, como ya sabes. Yo estaba tratando de dormir. Julieth y yo nos habíamos quedado hasta muy tarde viendo películas y comienzo palomitas de maíz. Justo cuando estaba ya por dormirme, alguien toca a mi ventana. Era Stacy. Enseguida me pregunte que hacia ella allí. Le abrí, solo para preguntarle qué era lo que quería pero ella se me adelanto y entro a mi habitación sin siquiera preguntarme. Me dijo que tenía que hablar conmigo. Me negué rotundamente y ella siguió insistiendo. Me dijo que no podía estar sin mí y se acercó a besarme. Varias veces la aparte de mí, pero hubo un momento en el que ya no pude. No se separaba de mí. Fue entonces cuando te vi, en la ventana. Empapada entre la lluvia y tus lágrimas. No puedo expresar que sentí cuando te vi. Stacy nos había tendido una trampa. Ella tenía planeado que tú veas aquello para que nosotros termináramos. Quise ir detrás de ti, pero ya no estabas. Me gire enfurecido a ella y la eche de mi casa. La asuste realmente por mi reacción, pero en ese momento no me importo. Yo solo quería verte. Estar contigo.

Observo a Harry terminar de hablar. Siempre supe que algo había detrás de esto. Pero nunca tuve el valor de dejar que Harry me explicara. Trato de hablar conmigo y decírmelo, pero siempre lo evitaba.

—Harry...

—Te juro que te amo. Y nunca quise que las cosas fueran así.

—Harry, no tienes por qué lamentarte. No fue tu culpa. Lo hecho, hecho esta, por más que queramos arreglar las cosas que hemos hecho no podemos. Hay que vivir el presente, Harry. El presente y el futuro ¿y sabes que veo? Lo único que veo es a ti, porque te quiero conmigo hasta el final de los tiempos. Hasta el final de mi vida—murmure en su cuello, deje un pequeño beso en este antes de separarme de él y mirarlo fijamente, le acaricie la mejilla borrando cada lágrima que bajaba por esta. No podía creer que Harry este llorando. Mi Harry—No llores, mi vida. Estoy aquí contigo, eso es lo que importa.

Nos abrazamos por un largo momento. Me termine el líquido del tazón de un sorbo y luego volví a recostarme. Harry acaricio nuevamente mi estómago. Me sentí mejor.

—Sabes que me sigue doliendo, ¿cierto?

Lo escucho reír.

—Hay que dormir, es tarde ya.

Nos metemos en las sabanas. Sigue acariciándome suavemente, como temiendo que me rompa. Dejo que sus caricias me deleiten. Es así como me quedo dormida, susurrando cuanto lo amo.


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Bueh, con este capítulo se aclaran varias cosas. Una de ellas, como Abigail y Harry terminaron. Es ahí la razón por la cual ella odia tanto a Stacy.

Espero que les haya gustado, me despido

xoxo.

My Exboyfriend » hs (en edición)Where stories live. Discover now