My Exboyfriend » hs (en edición)

XXX. "Final"

Mis manos tiemblan. Trato de controlar los nervios que han empezado a surgir en mí. Siento como mis pies me pesan y me aferro mucho más al brazo de Harry que se encuentra a mi lado.

—¡Auch!—me sobresalto cuando escucho a Harry quejarse. Toma mi mano fuertemente y me mira enfadado. Observo como su brazo posee marcas con un fuerte color rojo.

Lo he rasguñado.

—¿Qué te sucede?

Niego, haciéndole entender que no me pasa nada y seguimos caminando. Agacho la cabeza mientras lucho con el nudo en mi garganta. Acariciar los dedos de Harry me hace sentir un poco mejor.

La verdad no quería estar aquí. Nunca más. Mi estilo de vida en las carreras clandestinas y todo lo demás ya era pasado, pasado que no quería volver a vivir. Por el bien de todos. Acepte la propuesta de Harry tan solo para que no sospechara nada. No había encontrado la oportunidad para contarle todo, y estaba comenzando a arrepentirme.

—Quiero irme.

Harry inclina la cabeza y me observa. Detenemos el paso a unos cuantos metros de donde se encuentra Louis, quien observa la situación con cautela.

Como siempre.

—¿No quieres verme correr?

De inmediato el pánico y la desesperación se apoderan de mí, nublándome la vista. Tenía un mal presentimiento desde que pisamos este sucio suelo.

—¿Correrás?—murmuro y me aferro mucho más a él.

—Pues claro. ¿Por qué otra razón vendríamos?

Asiento lentamente, se distrae en cuanto localiza a Louis a lo lejos y me deja sola. Me abrazo a mí misma en cuanto siento la fría brisa en los brazos. Observo el lugar.

—¿Por qué tan sola, bubú?

Siento el corazón en mi garganta al sentir a Dylan tan cerca de mí y más aún al escuchar salir de sus labios el antiguo apodo que solía usar para describirme.

Comienzo a caminar lentamente lejos de él, necesito encontrar a Harry e irnos lo antes posible de aquí. No logro dar muchos pasos, ya que Dylan toma fuertemente mi antebrazo y me acerca peligrosamente a su anatomía.

—Dylan, ¿qué quieres?—murmuro sin ánimos.

—Tranquila, corazón. Solo venía a comunicarte que será todo un honor correr contra tu noviecito una vez más.

Una de las millones características que poseía Dylan era el poder de lograr asustarme con tal solo un par de palabras. Siempre ha tenido ese efecto en mí. Es el único hombre en este mundo que lograba trastornarme. Él fue, es y será siempre, mi peor pesadilla.

—Él, él te ganará de nuevo...—trato de sonar firme y segura, pero no lo logro.

—Preciosa, te falta mucho por ver aún—sonríe, hago una mueca sin preocuparme en que él note mi desagradado en este momento.

Tiene una de esas sonrisas encantadoras que pone a cualquiera a sus pies. Afortunadamente lo único que causa en mí son náuseas y un mareo enfermizo.

—¿A qué te refieres?

—Que esto recién comienza.

Sin más, desaparece de mi vista.

Me ha dejado inconclusa, y sola. Siento la brisa ponerme los pelos de punta. Suspiro. Quizá, solo quiere lograr asustarme.

Al fin y al cabo, ese siempre será su propósito.

A lo lejos logro ver a Harry, preparándose, seguro de correr. Louis y Zayn han llegado a mi lado, sin embargo, el mal presentimiento y el amargo sabor en mi boca no desaparecen.

—No puedo creer que estés aquí bajo tus condiciones, Abigail.

—De ninguna manera iba a dejar que Harry venga solo—volteo hacia Louis que me observa con un ceño fruncido.

—Estamos nosotros—interfiere Zayn.

—Como sea, saben que no es suficiente para mí.

Decido callar cuando la carrera está por comenzar. Una de las animadoras se ubica al medio de todos los corredores. Levanta una bandera y todos toman posiciones. Hace la cuenta regresiva, y luego, agita eufóricamente la bandera, haciendo que todos salgan a gran velocidad.

La carrera ha comenzado.

No han pasado ni segundos y ya estoy deseando que esto acabe luego.

Tranquila, Abigail. Solo cinco vueltas y ya.

Siento como Zayn toma mi mano tratando de tranquilizarme, me aferro mucho más a él sintiéndome mucho mejor en el proceso. Los minutos pasan y la carrera ya está por finalizar.

Cuatro motos se aproximan y distingo a Harry en una de ellas. Dylan va por delante y Harry va a escasos metros por detrás. Dos chicos - no logro saber quiénes son - se ubican a cada costado de Harry. No basta que se den un par de miradas para que me dé cuenta de lo que harán.

Están haciendo trampa.

Aquellos chicos harán caer a Harry.

Entro en pánico y es cuando mis pies reaccionan y corro a primera fila con Louis y Zayn persiguiéndome. Lamentablemente no puedo hacer más. Solo pido de lo más profundo de mí ser que esto no termine mal. He visto aquel truco.

Observo a Harry, quien parece darse cuenta recién ahora lo que ocurre, trata de esquivarlos, pero con Dylan por el frente es imposible. De eso se trata. De encerrarlo.

Todo pasa muy rápido. En cosa de segundos, llega un quinto chico por detrás de Harry, chocándolo, haciendo que pierda el control por un momento y los demás siguen con el labor de derribarlo.

Es cuando, Dylan, sin que nadie se lo espere, frena. Haciendo que, las cinco motos restantes por detrás de él, choquen.

Harry.

Veo a Harry volar y aterrizar con una velocidad increíble en el suelo. No basta con tan solo verlo retorcerse para correr en su dirección. Lo primero que hago al llegar a su lado es tratar de calmarme. Estoy por entrar en un ataque de pánico y lo que menos quiero es que eso suceda en este momento.

Agarro con delicadeza su cabeza y la dejo reposar en mis manos. Al instante, observo como estas se llenan de sangre.

—Joder... cálmate, bebé, por favor no cierres los ojos—le digo, dudo que me haya escuchado. Esta ido. Sé que trata con todas sus fuerzas mantenerse despierto.

—¡Mierda! ¡Zayn, llama a una ambulancia, joder!—grito, no es de mucha ayuda observando la situación como un inútil.

Harry tose, escupiendo sangre y manchándome. Su pierna sangra y estoy casi segura de que está quebrada, de su cabeza no deja de caer una gran cantidad de sangre. Comienzo a asustarme nuevamente cuando no lo veo reaccionar.

—¿Harry?—lo agito un poco y acaricio su cara con suavidad.

—Abigail, yo...—tose—Te amo.

No, por favor...

—Solo mantente despierto, ¿sí?

Hubiera deseado con todas mis fuerzas que hubiera sido así.

Pero no.

Abrazo y me aferro a un Harry inconsciente, lloro como nunca en su pecho. No puedo creer que esto esté pasando.

Todo se veía tan bien, tan feliz una vez más.

Pero siempre tiene que pasar algo.

—¡Por favor, no me dejes!—sollozo—Estoy embarazada, joder. Te amo, mi vida. Por favor, no me abandones...

Grito todo lo que mi voz me permite y lloro hasta quedarme sin lágrimas. Y es ahí, cuando me derrumbo una vez más.