My Exboyfriend » hs (en edición)

X. "¡Mamá!"

Abro mis ojos, pero en cuanto el sol llega a mi campo de visión vuelvo a cerrarlos ocultándome bajo las sabanas, me remuevo en mi lugar tratando de incorporarme, unos brazos se envuelven en mi cintura evitando este movimiento.

—No te vayas.

—Tengo que ducharme—murmure, volteando mi cabeza por un momento para apreciarlo viéndome fijamente.

—Voy contigo.

—No—lo corte.

—Sí.

—No.

—Sí.

—No

—Sí—insiste.

—Harry, basta—volteo nuevamente y cuando se percata de lo que haré, cierra sus ojos fingiendo dormir.

Si será imbécil.

Aprovecho esos segundos de distracción por su parte, para levantarme rápidamente y buscar algo de ropa en mi armario. Bufa vencido y comienza hacer pataletas infantiles.

—Que infantil eres—río y me encamino al cuarto de baño.

Me despojo de toda mi ropa y dejo dos toallas en el barandal del baño. Una para mi cabello y la otra para mi cuerpo. Entro en la bañera y comienzo a ponerme jabón por todas partes, el agua estaba lo suficientemente tibia para mi gusto. Repaso un poco todo lo que ha pasado en estos últimos días, Harry me hace perder la noción del tiempo y me olvido de todo lo que me ha hecho y cuando me pongo a pensar llega de nuevo esa parte que me dice no caigas en su juego, pero es imposible no caer. Tengo más que claro que me estoy haciendo daño a mí y a él, pero ¿cómo evitar no hacerse daño? Es imposible evitar el dolor. Aunque el sufrimiento es opcional.

Siento una manos posarse en mis caderas, en cuanto me percato de lo que esta pasando, abro mis ojos encontrándome con un Harry sonriente. Esa sonrisa coqueta en cualquier otra situación me hubiera puesto de rodillas a sus pies.

Pero no es la ocasión.

—¡Maldito! —lo golpeo lo más fuerte que puedo en el pecho, está desnudo, eso solo causa que mis nervios aumenten haciendo que casi tropiece con la humedad y el agua en el piso de la bañera. Harry me sostiene evitando una humillante caída.

—¿Estabas pensando en mí? —prácticamente ignora mi comentario anterior y continua tonteando conmigo.

—Sal de aquí, Harry—dije, tratando de no desesperarme y llegar al borde de la desesperación.

Este chico me saca de mis casillas.

—Admítelo—me ignora nuevamente.

—¡¿Por qué mierda no sales y me dejas de una maldita vez en paz?! —exclame, perdiendo la paciencia.

—Joder, no grites—hace una mueca de disgusto—Odio que lo hagas.

—¡Deja de ser tan malditamente idio...!

No me deja terminar cuando estampa sus labios contra los míos. La histeria que sentía hace algunos instantes se esfuma inmediatamente, Harry parece captar aquello ya que sonríe y me apega mucho más a la pared. Por un momento ignoro el hecho de que se encuentra desnudo y sigo su beso gustosamente. Siento una agonía en mi pecho que me hace la respiración costosa. De un momento a otro me percato de que me encuentro llorando, sorprendiéndome a mí misma con aquel gesto.

¿Por qué lo hago?

Harry me mira, ve lo que sucede. El brillo de sus ojos parece esfumarse, cuando la mirada preocupada lo reemplaza.

—Mierda, ¿he hecho algo malo? —susurra—¿Por qué lloras, preciosa? No llores, eres más linda sonriendo.

—¿Me amas, Harry? ¿Por eso haces esto? No soy uno de tus juegos, lo sabes muy bien. No quiero que me vuelvas a ilusionar de la misma manera que años atrás.

Ubica sus manos en cada una de mis mejillas. Eliminando cualquier rastro de lágrimas.

—Nunca dudes que lo hago. Siempre lo hice y siempre lo hare.

-...-

—Tengo que irme.

—No te vayas—me encontraba a mí misma en una situación bastante errónea. No quería que se fuera. Me hacía bien su compañía.

—Volveré luego, lo prometo—me toma de la barbilla y me besa, dejándome desprevenida.

Me había acostumbrado a sorprenderme con sus besos sin previo aviso y descaro.

Se pone salvajemente encima de mí, robándome un suspiro. Entrelazo mi lengua con la suya, queriendo tener más de él.

Nunca me cansaría.

Me saca la camiseta y vuelve a besarme. Acaricia uno de mis pechos dulcemente, colando sus manos por debajo de mi sujetador. Entrelazo mis piernas alrededor de su cintura y levanto un poco la mía, haciendo que nuestras intimidades rocen. Jadea contra mis labios haciendo que segundos después yo haga lo mismo.

—¡Hija, a desayunar! —el grito de mamá hace que me sobresalte y separe rápidamente a Harry de mí, haciendo que este caiga al suelo haciendo un ruido espantoso y botando algunas cosas que se encontraban en mi mesita de noche.

—Hey, eso no era necesario—agarra mi mano haciendo que caiga junto a él al suelo.

—Basta de juegos. Si mamá te pilla aquí, te mata. Y de paso me mata a mí—me separo de él levantándome—Así que vete luego.

—Un último beso.

—Harry—lo regaño.

—Por favor.

Me agarra de la cintura sin dejarme rechistar y me besa. A lo que le correspondo. Se sienta en mi cama y me pongo en su regazo, con mis piernas a cada lado de sus caderas. Sonríe en medio del beso, lo imito haciendo que nuestros dientes choquen, para luego volver a unir nuestros labios.

—Abigail, vamos, ¿Por qué tardas tan...—se corta a sí misma, viendo la escena realmente incomoda, la miro sin poder creerlo—to?

¡Mierda, mamá!