I. "Pasado"

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- ¿Dónde vamos, Harry? -pregunte una vez que no tenía idea a dónde íbamos, y empezaba a tener miedo.

- Ya casi llegamos, preciosa. -giro su cabeza hacia mí, me guiño un ojo y me robo un beso.

- ¿Sabías que te amo? -le pregunte, el río con gracia.

- ¿Sabías que yo te amo más? -dijo sin voltear a verme pero con una sonrisa.

- Te amo, Harry. -mire su rostro perfectamente perfecto, admire cada parte de su cuerpo, sus ojos tenían un brillo especial,se mezclaba junto al verde esmeralda, haciendo un color único a ellos.

- Y yo a ti, preciosa. -aparco en una esquina, levante la mirada para luego volver a bajarla asqueada.

- Qué asco de lugar, Harry.

- Oh vamos, nena, ¿podríamos hacer algo, no crees?

- ¿El qué?

- Un tatuaje, por ejemplo...

- ¿Qué? - exclame. -Ni de coña. Mis padres me matarían.

- ¿Y a ti te importa que digan ellos?

- Pues no. -lo mire por unos segundos, la verdad, es que no tenía nada que perder. Y así fue como tome su mano y la entrelace con la mía, con el no perdía nada, nunca lo hacía. Podría estar horas mirándolo, y aun así, nunca me cansaría de él.

Admire unos segundos más la perfecta llave que adornaba el centro de mi muñeca. Sonreí con nostalgia.

Es increíble como cambian las cosas de un momento a otro, ¿no creen?

Me pongo la remera nuevamente como corresponde, luego de eso, me pongo el suéter y salgo de casa dando un portazo sin ni siquiera avisarle a Jay. Dejo que Disturbia de Rihanna me llene los oídos en cuanto me pongo los audífonos y me dispongo a caminar rumbo a mi siguiente destino.




-...-

- ¡Abi!

Me doy la media vuelta, encontrando a mi mejor amiga corriendo hacia mí, no sé si debería sentirme contenta ya que después de tanto tiempo, no me acordaba ni siquiera de su rostro -por otro lado-  debería sentirme apenada, ya que su cara de imbécil no se la quita nadie. De todos modos, sonrío.

- ¿Te encuentras bien? Te veo un tanto afligida. -trato de bromear, a lo que solo consigo un golpe de puño en una teta, me quejo.

- Estoy bien, ha sido la emoción. -sonríe ampliamente haciendo que mi buen humor aumente. -¡Qué esperas, zorrita! ¡Abrázame!

Me río ante su manera de dirigirse hacia mi persona y le doy un abrazo, un abrazo tan largo que empiezo a creer que me ahogara de lo fuerte que está haciendo su agarre contra mí. Sin embargo, la alegría que siento en este momento me hace olvidar aquello.

- ¿Cómo ha ido todo? Digo, no te veo desde casi tres meses. ¿Qué ha pasado? -pregunto, sin embargo, me arrepiento al instante. No voy a negar si digo que una parte de mí se muere por saber que ha pasado en estos meses, pero la otra parte de mí, desafortunadamente, lleva la delantera. La que dice que no debí haber preguntado, y que era mejor dejar las cosas como estaban. Aunque eso no me haga feliz.

- Uff, muchas cosas. No sé por dónde empezar.

Y aunque tengo perfectamente claro que la valentía no es mi fuerte, continuo:

- Tengo tiempo.

Pues sí, estaba en lo cierto. Definitivamente no debí haber preguntado. Había olvidado el hecho de que Destiny es horriblemente terca, y con ello, cada vez que le pedía que guardara silencio, seguía hablando como un maldito loro. Empezando por el tema que menos me importaba, por el que más lo hacía.

My Exboyfriend » hs (en edición)Where stories live. Discover now