LVII. "Esta aquí"

734 26 7
                                    

Harry

Esperaba al despertar poder acariciar su pelo con mis manos aun adormecidas. Esperaba poder abrazarla y besarla como no pude hacerlo en todo este tiempo. Pero al abrir los ojos, me sentí algo vacío cuando no la vi. Me refriego los ojos en un intento de darme cuenta si sigo dormido o no. Pero supe que ya se había ido cuando mis ojos se toparon con un pedazo de papel a mi costado.

Resople a medida que leía.

No tardo. Espérame.

Mentiría al decir que aquellas simples palabras escritas con su perfecta caligrafía no me habían enloquecido. Tenía claro que luego de esto, luego de la noche que me brindó, no habría vuelta atrás. Ella debería enseñarme a como volver a amarla y yo tendría que esforzarme por recordarla para ser merecedor. Merecedor de ella.

Tendría que esforzarme más de lo que me he esforzado, pero lo estaba haciendo. Con todas mis fuerzas. Lo hacía desde el día en que la vi y no logré sentir nada.

Al momento de levantarme y vestirme, me debatí internamente algunos minutos si debía esperarla para desayunar. Quizá habría salido a comprar algo para comer y querría hacerme una sorpresa. Pensar en ello de inmediato me hizo sentirme un estupido, ya que ni siquiera lo menciona en su nota. Decidí retractarme y dejar de pensar idioteces  yendo hacía mi cocina para poder prepararme un café e ignorar el hecho de que deseaba el cuerpo semidesnudo de Abigail encima de la barra.

En el momento que me inclino para tomar una taza de la repisa, me percato a través de la ventana de un auto negro estacionado en mi entrada. Ya lo había visto desde mi habitación, pero me incomoda el hecho de que siga allí.

En ese mismo instante, como si se hubieran percatado de mi, la puerta del copiloto se abre y un hombre baja del vehículo.

Retrocedo instantáneamente, y odie que ni mi madre ni mi hermana estuvieran para poder librarme de recibir a quien sea que haya decidido molestar a estas horas del día.

En cuanto tocan el timbre, yo ya me encuentro en frente de mi puerta de entrada. Dejo de titubear y decido abrirla.

El chico en frente de mi me ofrece una mirada neutra y eso me permite observarle mejor. Me llega un escalofrío familiar, justo como me sucede antes de que me invada un recuerdo. Pero no llega nada. El chico me sonríe. Su sonrisa de superioridad me hace creer que se ha dado cuenta de mi reacción.

—¿Se te ofrece algo? —no pretendo sonar descortés, pero es exactamente como sueno. Carraspeo. Por alguna razón no me nace corregirme de mi tono borde.

—La verdad es que si, Harry —intento ocultar mi mirada de asombro, pero una vez más, su sonrisa me dice que lo nota.

—¿Te conozco?

Sabe mi nombre.

Intento recordar si lo he visto en alguna de las fotos familiares, si mis amigos me lo han presentado alguna vez o si incluso Abigail lo ha mencionado. No recuerdo a este tipo y comienzo a enfurecerme porque está claro que nos conocemos.

—Vaya, no esperaba que eso de la amnesia fuera tan grave—se cruza de brazos con absoluta calma en frente de mi. Me da la sensación de estar disfrutando de mi estado de confusión.

—¿Quién eres?—le pregunto de manera abrupta. Estoy deseando que me lo diga y me aclare de una vez por todas. Esta comenzándome a doler la cabeza.

No soportaría un desmayo de nuevo.

—Calma, no hace falta que te enfades—se echa a reír —Tendremos suficiente tiempo para ponernos al día. Como en los viejos tiempos.

My Exboyfriend » hs (en edición)Where stories live. Discover now