"No te miro porque si lo hago, podrás hacer de mí lo que quieras. Cualquier cosa que me pidas, la haré. Porque estoy loco por ti, Gabriel. Enamorado como jamás creí que lo estaría."
A lo largo de los años todos tenemos personas importantes que nos...
Varias personas me han preguntado por privado si sigo viva o algo (me han preguntado literalmente eso), y sí, sigo viva y algo 😁😁😁 Aunque estas semanas están siendo bastante malas. Lo estoy pasando mal por uno de mis problemas de salud, pero intento seguir pa'lante... (Qué remedio 😥)
He estado pensando en contaros lo que me pasa para que me entendáis mejor, pero luego me he dicho "Seguro que piensan que para qué narices les cuento mi vida" (😌)
Por tardar tanto, os voy a recompensar con un capítulo doble, así que, cuando acabéis con este, pasad al siguiente.
Advertencias de este capítulo: Toques, muchos toques... Mucho sexo con un toque de BDSM (🤗), más sexo con un toque de descubrimiento personal, un toque de tristeza (😢) y otro toque de felicidad. Además, habrá un toque de un personaje que vuelve, y veremos qué toque le da a la historia a partir de este capítulo (joder, cuántos toques)
Bueno, mejor me dejo de tantos toques y hago lo que estáis esperando, que es pasar al capítulo.
Ah, por cierto, esta vez, por más que me he rebanado los sesos, no se me ocurre un título para este capítulo, así que, si a alguien se le ocurre alguno, acepto sugerencias.😉
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Amad, amad mucho, porque en el futuro, cuando miréis atrás, lo que más os pesará no haber hecho, es sentir hasta la saciedad. Porque el amor, ya sea romántico, fraternal, hacia un amigo o incluso hacia una mascota, será lo que realmente nos definirá como personas. Cuanto más amemos, más personas seremos, y cuando nos marchemos, lo haremos con la conciencia tranquila y el alma limpia. ❤
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Acostado en su cama y con Goliath y Chocolate tumbados a su lado, Gabriel miraba al techo de su dormitorio mientras pensaba en las últimas semanas de su vida, desde que se casó. Normalmente, cuando eres feliz el tiempo pasa muy deprisa, pero para Gabriel, esas últimas semanas no habían sido para nada como se las había imaginado... Se acababa de casar con su alma gemela, y había esperado estar en una nube durante todo ese tiempo. Esperaba que las horas pasaran entre sexo y palabras de amor con su marido, sin embargo, la mitad del día ni siquiera le veía; a las ocho y media de la mañana se despedían con un beso y no volvían a verse hasta -como mínimo- las cinco de la tarde, y eso si tenía suerte, porque muchos de los días de esas semanas Markku había tenido que quedarse en la oficina "Porque tenía mucho trabajo atrasado".
