Línea recta (Homoerótica)

Todo va bien (3° parte)

Markku volvió a entrar en la habitación después de hablar con Aric y vio a Gabriel mirando su teléfono, lo que hizo que recordara el mensaje que había enviado Adrián hacía un rato.

—Liten, se me olvidó decirte que el mensaje que llegó esta mañana era de Adrián.

—¿Adrián?  —el castaño miró dicho mensaje y se rascó su pelada cabeza—. Vaya. ¿Qué hago? ¿Le contesto?  —le preguntó a Markku directamente.

—El chico no te ha hecho nada  —intervino Sofía—.  ¿Por qué no ibas a contestarle?

—Mamá  —increpó Gabriel en voz baja.

Sofía se dio cuenta de que su hijo miraba a Markku. En ese momento pensó que era bastante lógico que quisiera el beneplácito de su pareja para llamar a un ex, no lo creía necesario, pero lo entendía.

Markku sonrió a Gael.

—Contéstale y dile lo que te apetezca.

—¿No te molesta?

Agarrando la mano de su pareja, Markku amplió su sonrisa.

—No, tranquilo  —¿Por qué le iba a molestar? Gael le quería a él, ahora, y Adrián era pasado.

—Vale, le enviaré un mensaje.

[Hola, Adrián. Ahora mismo estoy en el hospital. Me encuentro bien. Si quieres venir, puedes hacerlo. Gracias por escribirme.]

—¿Te parece bien así?  —Gabriel le enseñó el mensaje a Markku, y él sonrió.

—¿Es necesario que incluso le enseñes las palabras exactas del mensaje?  —cuestionó Sofía.

Gabriel rodó los ojos y suspiró.

—Mamá, por favor  —volvió a mirar a Markku—. ¿Te parece bien que le diga que puede venir a verme?

Markku ignoró a Sofía y miró a Gael.

—Claro.

—Vale.

Por la forma en la Markku y su hijo se miraban, Sofía pensó que sobraba un poquito.

—Voy a la cafetería a desayunar. Os dejo solos, PERO, nada de encerrarse en el baño, ¿ENTENDIDO?

Sofía dejó claro por el tono de su voz que no bromeaba.

—Vale mamá.

—Mhum.

Gael y Markku sonrieron y se besaron en cuanto Sofía salió de la habitación, dejando la puerta abierta.

                    **************

Más temprano, en casa de Adán...

Mat apenas había dormido esa noche; Adán le había dicho que ellos tenían "algo", pero después de tener sexo le había dejado dormir solo en el sofá y no podía entenderlo. Cuando él había tenido "algo" con una chica siempre dormía con ella después del sexo. Cuando no lo hacía era porque sólo era sexo de una noche, un polvo sin compromiso, y era así como se sentía ahora. No tendría porqué sentirse así, era un hombre adulto y podía tener sexo sólo por diversión... Sin embargo, ¿por qué Adán le dijo que ellos tenían "algo"? Quizá, para Adán, tener "algo" era sólo eso: sexo. Pero él se había hecho ilusiones.

—Joder  —susurró, y se levantó del sofá para ir al baño. Era hora de prepararse para ir al trabajo.

                                *

Mientras Mat no había podido dormir, Adán había descansado de maravilla. Cuando sonó el despertador se estiró de brazos y piernas antes de levantarse de la cama y después salió de la habitación. Comprobó que el rubio no estaba en el sofá ni en la cocina, así que fue hacia el baño. Cuando escuchó el sonido de la ducha no se lo pensó y entró directamente, sin llamar a la puerta, se quitó el bóxer y se unió a Mat en la estrecha ducha.