Capítulo 15: Tentación

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Gael abrió los ojos y se desperezó como un gato. Se sentía con mucha energía, no sabía bien porqué pero pensaba aprovecharlo.
Miró a su derecha y vio a Markku tumbado boca arriba, aún dormido y con un brazo sobre su abdomen. Pudo ver cómo la sábana se erguía por la zona de la entrepierna del rubio y Gael sonrió. Se lamió los labios y se le ocurrió que un poco de sexo mañanero no estaría nada mal.
Inclinándose hacia la mesita de noche, abrió el primer cajón y sacó el frasco de lubricante, se puso una cantidad en la mano y la llevó hacia su entrada untándola del líquido transparente. Después cogió un preservativo, metió la mano bajo las sábanas y agarró la incipiente erección de Markku masajeándola suavemente. El rubio abrió los ojos, miró a Gael, se acercó y atrapó sus labios para un profundo y delicioso beso. Gael ni siquiera le dejó hablar. Le puso el preservativo y se inclinó para lamer la erección de Markku desde la base hasta la punta en repetidas ocasiones hasta que se la metió en la boca completamente y succionó. Markku se arqueó levantando las caderas buscando más profundidad y Gabriel aceptó en su garganta todo lo que pudo, después se retiró y jugueteó con el glande cubierto de látex con la punta de la lengua. Mientras, con su mano derecha se dilataba usando dos de sus dedos. Su pene se derramaba por el deseo y no quiso esperar más. Alcanzó el lubricante y separándose de la erección la embadurnó de fluido al mismo tiempo que le masturbaba.

—Te voy a montar —dijo Gabriel sin apartar la mano.

Markku se relamió los labios y le indicó a Gabriel con un movimiento de su dedo índice que subiera por su cuerpo hasta alcanzar su boca. Gabriel lo hizo y se dejó besar de esa manera que tanto adoraba mientras se colocaba encima y se empalaba comenzando a moverse en seguida de forma intensa, de arriba abajo, de adelante hacia a atrás, en círculos y sin dejar los labios de Markku. Cuando notó que le faltaba poco, se retiró sacando la erección de su cuerpo, y se tumbó en la cama.
Quería aguantar un poco más. Markku no tardó en ponerse encima y volver a besarle mientras regresaba al interior de Gael penetrándole lentamente. Gael soltó un gemido en mitad del beso cuando Markku hizo una rápida pero profunda estocada.

—Justo así, otra vez.

Markku volvió a repetir el mismo movimiento. Entre embestida y embestida se quedaba quieto dejando pasar un corto pero intenso segundo para volver a embestir con dureza y profundidad.

Gael gemía con fuerza y pedía más.

Markku levantó y juntó las piernas de Gabriel, las mantuvo en esa postura mientras siguió con las profundas embestidas durante un par de minutos, después bajó las piernas, aún juntas, apoyándolas en la cama con Gael de lado.

Gael recogió las piernas contra su cuerpo y se mantuvo en posición fetal, acurrucado contra sí mismo mientras Markku aceleraba ahora las embestidas y se inclinaba hacia Gael que, girando la cabeza, había agarrado a Markku de la nuca atrayéndole hacia él para volver a besarle.

—Mark-ku. Ya casi no puedo... me corro.

—Ven aquí.

Markku agarró una de las piernas de Gael y la pasó por encima de su cabeza para que quedara con las piernas abiertas, boca arriba y él entre sus muslos. Metiendo las manos bajo la espalda de Gael, Markku le levantó.

—Abrázame.

Gael lo hizo. Se abrazó a la espalda de Markku con sus brazos y rodeó su cintura con las piernas. Markku se irguió en la cama y, sin soltar a Gael, se incorporó hasta quedar sentado. Sujetó las nalgas de Gael con ambas manos y comenzó a darle impulso de arriba abajo sentándole de golpe una y otra vez sobre su polla, empalándolo, mientras el chico se agarraba con más fuerza.

—¡Dios mío! Nunca te había sentido tan profundo.

—¿Quieres que pare? —preguntó Markku por miedo a estar haciéndole daño.

Línea recta (Homoerótica)Where stories live. Discover now