Línea recta (Homoerótica)

Capítulo 88: Amistad inesperada

Tercer capítulo. A ver qué os parece.

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Osher y Javi salieron por la puerta de urgencias en dirección al pequeño parque del otro lado de la calle donde solían pasar sus descansos. Cuando estaban a pocos metros, se dieron cuenta de que habían tres personas sentadas en su banco habitual, así que se dirigieron al que estaba en frente. Estaban hablando sobre su trabajo y no prestaron atención hasta que una de las personas que estaban allí habló.

—Doctor Silva.

Javier y Osher levantaron la vista y vieron a Gabriel, Markku y el que Osher conocía como el guardaespaldas. El que había hablado era Gabriel, que les sonrió en cuanto le miraron.

—Ah, hola Gabriel. ¿Qué hacéis por aquí? —preguntó Javi.

Gabriel volvió a sonreír. La pregunta era obvia, porque cualquier persona que estuviera sentada en ese parque era porque había estado o iba al hospital.

—He venido para hacerme la primera revisión después de la quimio.

—Mm, ¿ya han pasado seis meses? Vaya.

—Sí, parece que fue ayer cuando estaba con la cabeza metida en el retrete echando los higadillos.

Javi y Gabriel fueron los únicos que sonrieron en ese momento. Markku aún no estaba preparado para tomárselo tan bien y Osher parecía distraído.

—Disculpad la intromisión pero, ¿puedo pediros un favor? —preguntó Markku.

Osher levantó una ceja cuando notó que en esa petición lo incluían a él.

—Claro —contestó rápidamente.

Javi le miró con una ceja levantada por lo rápido que su pareja había respondido a la petición de un favor por parte de Markku Solberg.

—<Supongo que este hombre siempre va a ser una debilidad para él por mucho que me quiera a mí>. ¿Qué podemos hacer por vosotros? —preguntó después de un suspiro.

Markku explicó a los doctores lo sucedido con la llamada que le hicieron a Oslo para darle la falsa noticia de la muerte de Gael y su firme convicción de quién había sido la persona que lo había hecho.

Javier parecía realmente impresionado y reacio a creer que alguien relacionado con "su" hospital pudiera hacer algo así, pero Osher no parecía nada sorprendido y se encogió de hombros antes de decir:

—No me parece nada insólito que esa mujer haya podido hacer eso.

Javi miró a su pareja con los ojos muy abiertos.

—¿Qué? ¿En serio?

—Antes de que se inventara lo de que Markku había tenido relaciones sexuales con ella mientras Gabriel estaba enfermo, ya habían puesto algunas quejas sobre ella y su falta de ética en el trabajo. Markku no es el primer hombre al que intentaba seducir. Y casualmente siempre han sido médicos u hombres con dinero.

Javi miró a su pareja seriamente. Parecía como si supiera del tema de primera mano.

—¿También lo intentó contigo?

Osher puso una sonrisa torcida porque no sabía si su pareja estaba celoso o le parecía gracioso que una mujer intentara algo con él.

—Cuando ella entró a trabajar al hospital, ya todo el mundo sabía que soy gay. Lo único que le habría faltado a esa mujer es intentar cambiarme de acera.

Javier señaló a Markku.

—Lo intentó con él.

Osher le dio una corta mirada a Markku antes de responder a su pareja.