D MAIL [YOONMIN]

c i n c u e n t a y d o s

—Si los vieras lo entendieras—mencioné, volteé la mirada al vidrio de la ventana donde muy borrosamente se reflejaba una parte de mi rostro.

—Es poco probable, si los viera pensaría que ellos se parecen a ti y no tú a ellos—parecía tan sincero al decirlo, quería apreciar esa sinceridad y darla de vuelta a la vez.

—Soy su hijo, no podemos jugar si la gallina o el huevo.

—Pero yo te conocí primero, el que fuera, ese eres tú—me robó una sonrisa, débil, pero latente.

—Sí, lo hiciste—aparté la mirada del espejo y me concentré en sus facciones, respiré y conté.

—JiMin... ¿Te mudaras a los dormitorios de la universidad? Para los estudiantes becados siempre están disponibles, pero si quieres mudarte fuera...—siguió hablando, de pronto un zumbido me interrumpía el escucharle, sentía un entumecimiento recorrerme desde las puntas de los dedos, no podía sentir mis latidos, pero podía sentir algo atorado en mi garganta, me contuve, y contesté.

—Me quedare en los dormitorios un tiempo—bajé la vista, me mordí el labio como si estuviera pensando—Probablemente no quiera quedarme ahí siempre, pero será un buen lugar para comenzar.

—Eres mal mentiroso—todo mi cuerpo se crispó, siempre fui un buen mentiroso, el incluso jamás lo notó antes ¿Cómo podría haberlo...—No querrás estar con otros chicos de tu edad en el mismo lugar, compartir recamara o el baño, créeme ya pasé por eso y dudo que tú puedas hacerlo, puedes quedarte con alguien mientras lo averiguas, no tienes que hacer todo al pie de la letra, está bien pedir ayuda—sostenía su rostro en la palma de su mano, su codo sobre la mesa, el negro de su ropa haciendo un extraño contraste con su tono de piel.

—Lo resolveré en su momento, aún faltan las vacaciones de invierno—le di un sorbo a mi bebida y él a la suya.

—Deberías cortarte el cabello primero.

—No me gusta hacerlo—cerré.

—Puedo hacerl...—

—Lo haré luego—sonreí, sabía lo que seguía en su oración, pero no quería—Puedo hacerlo solo, siempre lo pospongo, pero también si espero un poco más no poder ver mi título en la graduación.

—Así que puedes hacerlo ¿Cortarías el mío? —le dio la vuelta a su taza y llamó al mesero mientras yo lo observaba, su cabello oscuro natural haciendo un flequillo y separándose en su frente.

—Sí, lo haré por ti luego.

—Hoy.

—Hyung ¡Se hace tarde! Porque no...—quería negarme.

— ¿No puedes? ¿Tienes algo más que hacer esta noche? —alzó las cejas y otra taza llegó a reemplazar la anterior. Él sabía la respuesta a ambas preguntas, pero me estaba retando de nuevo.

— ¿irlandés? —pregunté.

—Café solamente—sorbió, observé cada detalle, me relamí los labios y me maldije a mí mismo.

—Bien, lo cortare esta noche.

—Gracias—se revolvió el cabello dejándolo caer sobre su frente desordenándolo por completo— ¿Lo cortaras mucho?

—Solo un poco, los ojos de hyung se ven bien con el flequillo—él se rio y negó.

—Cuando era niño me tenían miedo, todos decían que me miraba demasiado ¿rudo? ¿Malo? Mi actitud no ayudaba a contradecirlos, pero era principalmente por mi rostro.

— ¡Woah! Hyung eras un niño problemático—él se encogió de hombros divertido.

—Nunca llegué a pelear con nadie, todos se alejaban instintivamente.