s i e t e

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La primera vez que recibí un golpe, fue después de mi primer beso.

JungKook y yo estábamos el patio de la escuela, mi hermano siempre estaba a lo lejos con los niños de su edad.

No recuerdo demasiado, los insultos y las palabras soeces abundaron a mí alrededor, más de uno escupió sobre mi cara mientras me retorcía del dolor, y ese día mi hermano se alejó por completo de mí y JungKook prometió quedarse para siempre.

Por eso cuando estaba subiendo a mi clase de computación y vi a varios chicos acosando a uno en específico, me sentí un poco comprometido a intervenir. Aunque sabía que no debía.

El chico de cabellos oscuros, su rostro con facciones delicadas me lo trajeron a la memoria, el chico que se maquillaba en el baño.

Su rostro tenía una marca morada justo al lado de la comisura del labio, no había sangre, pero yo siempre suponía lo peor.

— ¿Intentabas seducirlo no es así puta? —no necesité más, mis pies se movieron por inercia, tenía que hacerlo ¿no es así? No podía dejarlo pasar.

—Yo no —su voz fina fue interrumpida por la voz de alguien más.

—Debe ser por eso que se maquilla, quiere ser la puta de alguien ¿tienes muchas ganas no es así? No eres más que...

—Tu no eras más que nadie —mis palabras salieron sin pensar de nuevo, suele suceder y no termina bien.

—Oh mira, ¿acaso te follaste a Park? —la risa de los tres chicos no me causo más que ganas de golpearlos, sin embargo, hasta yo entiendo que tres contra uno no da los números negativos hacia el uno*

Mire hacia ambos lados, el pasillo estaba vacío, todos mis compañeros seguramente ya estaban en el laboratorio.

—No tengo tiempo para esto —contesté impaciente.

De alguna manera, no siendo despectivo conmigo mismo, mis reflejos son una mierda completa de vez en cuando porque ni siquiera pude ver cuando uno de ellos me golpeo el estómago.

—Tranquilo marica, solo estábamos bromeando —su risa era asquerosa ante mis oídos, el chico de cabellos oscuros parecía estar a punto de llorar, hay personas que se rompen al ver el dolor de otros, sin embargo, esperaba que no fuera el caso, si él no parecía fuerte estas cosas le pasarían más a menudo.

—Espero que su broma este terminando a menos que quieran ser expulsados —interrumpió un galante JongIn parado frente a mí.

Para cuando el alboroto termino solo quedamos tres, el desconocido, JongIn y yo.

—Park sabes que meterte en problemas no te ayuda mucho —rodé los ojos.

—Gracias por eso, pero no pensaba meterme en problemas —hasta yo sabía que era mentira.

—Pintas de egoísta, pero te metes en estas cosas, quien te entiende —ahora el rodaba los ojos.

Me levanté con las manos en los bolsillos —No importa, cuida de él ¿sí? —seguí mi camino hacia la clase.

Pero adelantó su paso después de dejarle una nota al chico de antes, que había adivinado era de primer año.

—Vine a buscarte porque no te vi en clase, ve a la enfermería y di que te sientes mal y yo le diré lo mismo al profesor.

— ¿Por qué me ayudas tanto? —soné casi molesto, la verdad lo estaba porque simplemente no quería que nadie buscara lógica a mis acciones y el parecía estarlo haciendo.

—No lo hago por ti, NamJoon me pidió hacerlo —sentí mis pies temblar al escuchar su nombre, y no supe como, pero resbalé de las escaleras esa tarde. 




D MAIL [YOONMIN]Where stories live. Discover now