D MAIL [YOONMIN]

v e i n t i c i n c o

El lugar era brillante, casi parecía que las personas bailaban en cámara lenta por el movimiento de las luces colgadas improvisadamente, el aire caliente y el ambiente con olor a muchas cosas abrumadoras.

El brillo entre la oscuridad hacia que todo se viera feliz, como si no hubiera preocupaciones en todos los cuerpos bailando, Dino el conductor; su nuevo apodo, se fue subiendo las escaleras al segundo piso sin decir nada. En cambio, Jun suspiro y con una sonrisa torcida me llevo hasta la cocina.

— ¿Qué haces? —pregunté al verlo sacar cerveza en un vaso plástico y comenzar a atragantarse con ella.

—Intento tener un poco de ayuda extra—levantó el vaso, suspiré antes de negar con la cabeza, pero al verlo hacer una mueca de asco al probarla me quise reír de él.

—Eso no te da valor—contestó alguien a nuestras espaldas.

—Hermano—la cara de Jun se puso roja y el chico alto y delgado sonrió divertido.

—Toma esto, y no le digas a mamá, pero será la última vez—le dio un vaso más grande, transparente que burbujeaba demasiado para ser normal.

Fruncí las cejas sin decir nada mientras él comenzaba a tomarlo lentamente arrugando la nariz y luego hasta el fondo y dejar el vaso vacío.

— ¿Tú también necesitas valor? —me preguntó, la diversión brillando en sus ojos, creo que estaba drogado.

—Tal vez—asentí relajándome un poco, después de todo es una fiesta, se supone que como todos los demás, debería estarme divirtiendo.

Me dio un vaso sin decir nada y se recostó contra la mesa, cada cierto chico que pasaba cerca lo saludaba con la cabeza o dándole otro vaso de cerveza, las chicas con miradas lascivas y algunos chicos también.

—Deberías ir, te esperare aquí—intenté darle ánimos a Jun aun sin probar el contenido del vaso en mi mano.

Él asintió, estaba un poco preocupado porque desde que llegamos no dijo ni una sola palabra, pero podía ver la tensión en sus ojos.

—Solo ve—le repetí—sea lo que sea que pase es mejor que esperar sin decir nada.

El asintió de nuevo en silencio, pero su cara había pasado de un rojo vivo a un blanco casi enfermizo.

—Tu amigo tiene razón—confirmó su hermano.

Jun tomo todo el valor que pudo y salió de la cocina, quise seguirlo para asegurarme de que no se atragantara con su lengua y no fuera esto tan difícil, pero no había nada en mis manos que pudiera ayudarlo, después de todo un amor no correspondido no es el fin del mundo, pero sin dudas es el fin de algo importante.

—Después de todo ¿Quién es ese chico? —pregunté en voz alta a nadie en específico, esperaba que el chico a mi lado captara la indirecta y contestara por mí, debido a que parecía saber todo acerca del caso en cuestión.

—Es mi amigo, se llama Dino—sus palabras fueron simples y relajadas, en cambio toda mi expresión cambio. ¿Dino no es el nombre del chico que conducía el auto?

— ¿No te importa que tu hermano este enamorado de él?

—Jun tiene que enfrentar las cosas ahora o seguirá llorando cada que sepa que Dino sale con una chica, es peor así, es mantener la espina en la herida y negarse a que salga solo por miedo a que la sangre se derrame ¿no es eso tonto? Quiero que lo confiese ahora, incluso fui yo quien le hablo sobre declarársele sabiendo la respuesta.

—Él estará triste.

—Triste es mejor que una ilusión falsa.

No hubo nada que pudiera decir al respecto, su punto de vista era claro, incluso me sentí tonto por no estar de acuerdo completamente.