3. o n c e

949 190 24
                                    


Esa mañana me levanté tarde, tome mi rutina después de las doce haciendo los ejercicios del mismo video guardado en mi computadora, cada fin de semana sería igual.

Exceptuando mis reuniones de rutina.

— ¿Estás pensando en el grupo de ayuda?

— ¿Cuánto ha pasado desde la última vez que me preguntó?

—Un mes quizás.

— ¿Y crees que he cambiado de opinión? —pregunté con ironía.

—¿Cómo fue la última conversación con el Señor Sang al respecto?

—Puedes decir que es mi padre, está bien—cambie de tema.

— ¿Te hace sentir cómodo llamarlo papá? —que desagradable persona para hacer preguntas.

—No pero tampoco es incómodo, solo aun no me acostumbro, si lo escucho de ti será mejor además no conozco a nadie más que pueda decirlo. Ademas el termino no significa demasiado pero el estará satisfecho si me acostumbro a usarlo. 

— ¿No has hablado con tus amigos acerca de él?

—Solo saben que cambie de apellido.

—Bien—su tono fue más suave, ja. —Ahora, ¿Cómo fue la última conversación con tu padre acerca de ir al grupo?

Intenté recordar ese momento, acaba de mudarme a mi nuevo departamento, en Japón, pasarían unos meses antes de regresar a Corea, él estaba trabajando en este hospital donde lo ascendieron después.

Hice la llamada después de las dos, porque era su hora libre. Aunque estuve a punto de llamar tras levantarme. Me mordí el pulgar hasta que contestó y me senté derecho, como si lo tuviera parado frente a mí.

—Tengo un trato que ofrecerte—deje que las palabras dejaran mi boca con confianza que no poseía.

—Buenos tardes para ti también ¿Comiste hoy? —rodé los ojos.

—Bien, ahora el trato—contesté irritado.

—JiMin esa no es la forma de saludar a alguien ¿Comiste algo ya?

—Voy a usar la carta de ¿De verdad vamos a ser políticamente correctos ahora? Y lo asqueroso que uses comer como clave para recordarme las pastillas.

Lo escuché suspirar y casi podía verlo haciendo una mueca.

—Dime que quieres y que me darás.

—Aceptare visitar al viejo, iré a la universidad en Busan cuando regrese y lo haré, pero no iré al grupo de ayuda.

—JiMin...

—No tengo cáncer, no soy alcohólico, no he perdido a nadie preciado. Soy un asesino ¿Esperas que diga eso en el grupo de ayuda?

— ¡JiMin!

—No.

—Iras.

—No lo haré, lo hablaré con él si quieres, pero si me obligas a ir solo agregaras más de lo que ya tengo encima ¿Sabes cuantas veces esta semana? Me he levantado pensando que moriré más de las veces que quiero contar ¿Quieres hacerme ir a un grupo para eso? Ni en un millón de años me verás sentado junto a una señora de cincuenta que perdió a su hijo hace veinte años diciendo que intenta superarlo coleccionando estampillas y adoptando perros sin dueño. Culpandose a sí misma por un accidente de auto en el que ni siquiera estaba presente ¡Entiende!

—Es por eso JiMin, empatía carajo, eso es lo que te falta.

—No, me faltan ganas de vivir ¿No son para eso las pastillas? Dime como un grupo de personas desconocidas me ayudara cuando ni siquiera puedo pensar en ver a las personas que quiero sin sufrir una crisis ¡Explícame eso!

D MAIL [YOONMIN]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt