D MAIL [YOONMIN]

t r e s

—Si llegamos tarde otra vez te juro que no vuelvo a pasar por ti—sabía que era mentira, NamJoon presumiría su auto hasta que fuera a la universidad.

—Aún quedan cinco minutos—informé desde el asiento del copiloto, el auto olía a lo que NamJoon era, comedor compulsivo de frituras y bebidas azucaradas, bebedor de café y soledad, no tenía stickers de ningún tipo y su único representante era el color gris platinado que brillaba en el verano como el color blanco del cabello de su dueño.

En algun punto de mi vida todo se volvió "la razón gay"¿Cómo es eso? Fácil, era más inteligente que los mastodontes que tenía como compañeros por ser gay, me vestía mejor por ser gay, tenia mejor culo por ser gay  y así hay un sin número de cosas en las que al parecer por ser gay solo eran cuestión de magia.

¿Cómo era antes? Simplemente era un chico atractivo, pero poco social que jamás estuvo interesado en nadie, o eso era así desde que me cambie de instituto, nadie sabía de la clase de burlas o golpizas que me daban antes de llegar aquí, cambie por completo mi reputación. Porque cambiarte de instituto a donde nadie te conoce te da el placer de elegir quien quieres ser.

—Llegamos mariposita—anunció mi amigo, aunque cada vez que me llama así considero en relevarlo de su puesto.

Caminar por los pasillos del instituto siempre era interesante, si te detenías lo suficiente en un solo lugar podías saber muchas cosas de muchas personas, pero llegando tarde como siempre, yo estaba justo en el momento en el que todos ya están en los salones designados, excepto mi maldito compañero de biología porque le pesaban los testículos como para levantar el culo y asistir a la clase.

Saqué mis libros lentamente de casillero procurando perder tiempo.

—Señor Park, llega tarde—como si no lo supiera, me guardé el comentario sarcástico procurando una leve disculpa antes de caminar hasta mi asiento. El señor Lee comenzó la clase de informática y yo por ende entre a mi correo electrónico esperando por una respuesta a mi correo de ayer, Jungkook mi mejor amigo decidió que su vida era muy aburrida en Busan y se fue a Australia en un programa de intercambio que su padre buscó para él.

¿Yo? Le dije adiós y desde entonces nuestra más grande comunicación es por un correo diario.

Sentí algo de alivio al ver que tenía un nuevo correo suyo, nadie puede criticarme, su vida es más interesante que una novel mexicana.

¿Hacker?

Leí el correo dos veces, la primera fruncí el ceño y la segunda llegué a la conclusión de que era una broma de Jungkook.

Muy gracioso, ¿Por qué alguien querría hackear el correo de un puberto de quince años? Y si lo alguien lo hiciera estoy seguro de que no me lo estaría diciendo.

Cerré el correo diciéndome a mí mismo que contestaría esta noche antes de hacer mi tarea.

Esa misma tarde me sentí aliviado de no tener biología hasta después del almuerzo, si continúo pensando en el maldito engendro de la pereza que no llega a la clase me saldrá una hernia, para mi suerte hoy NamJoon amablemente me regaló su pudin y pude sentarme a comer en la tranquilidad de sus comentarios tontos y discusiones sobre el partido de baloncesto con ChanYeol quien no parecía tan interesando en incluirme en la conversación, para mi suerte.

—Mira JiMin—me llamó NamJoon con un golpe nada suave sobre mi brazo ¡un simple toque hubiera bastado! —Ese que va entrando es tu compañero de biología.

Mi cabeza giró más rápido que la de la niña de aro para ver al idiota entrando por la puerta, una chica a cada lado de su brazo.

Alto, hombros anchos, labios gruesos y a lo lejos casi podía jurar que su cutis era tan perfecto como su combinación en la ropa, mi gay-dar casi me decía que podía ser gay pero ese porte tan masculino y las dos chicas a su lado me bloqueaban la señal.

Su sonrisa casi parecía sincera por no ser que al mismo tiempo parecía no importarle en absoluto, él y las dos chicas se sentaron en una mesa y vi como un de ellas de una manera nada disimulada subía el dobladillo de su falda para enseñar las piernas, estaba harto de los chicos como él, de los chicos que se creen los dueños del mundo.

—Iré a hablarle—anuncie levantándome.

—No hagas una escena, no quiero tener que defender tu culo—me dijo NamJoon picando lo que parecía un pedazo de carne entre sus dientes.

—Solo hablare.

—La última vez que dijiste eso casi me rompen una costilla porque te peleaste con el chico de la tienda—espetó ChanYeol, y casi le creería que estaba enojado pero una sonrisa se dibujó en su rostro.

Bufé con una media sonrisa en mi rostro y me dirigí a hablar con SeokJin, mi compañero de biología.

—Disculpa—le llamé cuando estuve frente a su mesa, mientras yo llegaba vi como la rubia del lado izquierdo le susurraba algo al oído y la sonrisa sardónica casi me hace vomitar.

— ¿Necesitas algo? —condescendiente, levantó la vista hasta mí y una sonrisa apareció más ampliamente en sus labios.

— ¿Qué te presentes en biología sería mucho pedir? —levanté una ceja ¿soné tan sarcástico como lo pensé? Espero que sí.

Levantó una ceja y la sonrisa disminuyó un cuarto— ¿Quién eres? —preguntó con delicadeza falsa.

—Tu compañero de laboratorio.

— ¿No estás muy pequeño? —otra sonrisa.

—Voy de avanzado—rodé los ojos.

— ¿Y quieres que vaya para tener alguien en quien distraerte?

—La suela de mis zapatos sería más interesante—me di unas palmaditas mentales por esa frase.

—Necesita pasar la clase y eres su compañero, si te presentas no te haría daño—NamJoon estaba a mi lado, seguramente con el pensamiento en mente de que golpearía al chico tarde o temprano, poco me importaría que me llevase unos veinte centímetros de diferencia, en realidad no pensaba hacerlo y que él viniera a defenderme no me hacía gracia, le dije que podía solo.

—Lo siento niño, pero no pienso ir a esa clase—Por fin serio,  comenzaba a odiar su sonrisa fingida.

—Vamos, pediremos que te cambien de compañero—NamJoon me dio una palmadita en la espalda mientras fulminaba al sujeto con la mirada.

—Vete con tu novio marica—algo me decía que eso terminara mal. Jamás fui  de los que se sentían enojados por comentarios sobre mi sexualidad o simples insultos, pero NamJoon... él era otro asunto.

Al final de día conseguí un nuevo compañero, Taehyung de segundo año. NamJoon tenía servicio comunitario por golpear a SeokJin en el rostro y dejarle una marca muy fea en el pómulo derecho, bien merecido claro.

Esa tarde esperé a NamJoon en el estacionamiento y lo haría por dos semanas más, ya que eso duraría su castigo, no era mi asunto defenderlo porque nunca le pedí que se metiera en una pelea por unas cuantas palabras tontas, yo solo habría dejado que ese chico siguiera su camino, la vida le enseñaría luego. 

Fuimos a un McDonald y mientras comíamos le comenté de la estúpida broma de JungKook, a él si le pareció gracioso pero esa misma noche me encargaría de escribirle que no lo era, no sin antes contarle sobre NamJoon golpeando a un tipo que resultó ser hijo de uno de los maestros, aunque aún no se dé cual. 

¿Que les parece hasta ahora?