c u a t r o

3.5K 712 128
                                    


—¿Estás seguro de ir?

—JungKook no me estas ayudando a estar menor nervioso.

—Debimos hacer que mi primo lo investigara.

—Por última vez, eso es ilegal.

No parecía tan ilegal cuando él te investigó a ti, ¡vamos! Solo déjame preguntarle a mi primo, solo lo básico ¿sí? —preguntó al otro lado de la línea.

—No, por última vez, tu voz dulce no funciona conmigo Jeon, aparte de eso ¿Por qué tu habitación esta tan diferente? —pregunté mirando hacia todas las paredes, antes había posters y muchos trofeos que ha ganado desde que era niño.

Quiero probar el estilo minimalista, a excepción de mi ropa—contestó, distraerlo es más fácil de lo que parece.

—Como sea, espero lucir bien—me mire al espejo, llevaba unos pantalones negros, una camiseta blanca y una chaqueta rasgada de jean cortesía del armario de JungKook, la bufanda azul que me regaló y mi siempre útil gorro negro.

Eres tú, desnudo lucirías mejor.

—Hablamos sobre esto antes, no debes fantasear conmigo. Esta mal para tu salud mental—le respondí con una sonrisa.

¡Ya! Si el chico ese no llega, ¿puedo decirle a mi primo? te llamare unos quince minutos después de que llegues y si no contestas mandare a toda la oficina de policías de Busan por ti.

—Deja de aprovecharte de tus primos policías en serio, Jackson hyung se molestará si le hablas solo para eso ¿Cuándo fue la última vez que le llamaste para saludar?

En este siglo mi querido JiMin, se mandan mensajes y se traen regalos desde Australia para compensar la falta de comunicación.

—Jeon ¿siempre borras tus correos?

¿Qué clase de pregunta es esa?

—Solo quiero saber ¿los borras? ¿los mensajes?

Siempre desecho todo, no sirve nada conservar todo eso. La única razón para no borrar las fotos con el tiempo es que siempre luzco bien en todas—una risita resonó al otro lado de la línea.

YoonGi tenía razón cuando dijo que no encontró nada en el correo de JungKook, no sé porque se me ocurrió preguntar, tal vez quería dudar de YoonGi por primera vez.

—Olvídalo, voy a llegar tarde—quise despedirme.

En serio te llamare ¿ok?

—Como quieras—rodé los ojos con una sonrisa, me mire por última vez al espejo y guarde mi celular en el bolsillo trasero de mi pantalón, tomé las llaves de la casa de JungKook y las puse sobre su mesa de noche como hacia siempre que usaba la copia que estaba sobre la lámpara del patio trasero, con mucho cuidado me deslicé por la ventana para caer de pie sobre el pasto. Me había vuelto hábil en eso con el tiempo.

Camine hasta la parada de autobús y mis manos nerviosas se movieron hasta mi celular una y otra vez esperando un mensaje que dijera que tal vez estaba arrepentido, que tal vez no quería verme, que simplemente no era parte de mi destino encontrarlo.

Todos los sonidos me parecían ruidosos, me mordí el labio una y otra vez intentando calmarme, al bajar busque la cafetería más cercana al parque para comprar café, al llegar al local mire hacia dentro, como si estuviera buscando dentro otra señal, vería a YoonGi en el parque, o esa es la idea.

—Comprar café, ir al parque, eso es todo Park—me dije a mi mismo, cuando puse mi mano sobre la puerta de vidrio vi mi reflejo, mi rostro colorado, mis labios maltratados pero en mis ojos los vi a todos ellos, detrás de mí, diciéndome que con todo lo que he hecho no merezco nada, negué con la cabeza una y otra vez con la idea de que eso solo volvía por los nervios, que ponerme a pensar en ello no cambiara nada y por ende de debo intentar no hacerlo.

Al entrar el olor y el clima eran diferentes, había cierto calor en el aire y el olor de los granos de café y el sonido a mi alrededor era menos ruidos.

Mire hacia la barra e hice la línea para pedir dos cafés, mire mi celular para darme cuenta de que estaba con el tiempo justo, o tal vez de nuevo estaba buscando un mensaje negativo, nuevamente no había nada.

— ¿Deseas ordenar? —me preguntó un chico alto y delgado, con el cabello alborotado negro enfatizando su rostro.

—Dos cafés, mocha de caramelo caliente, uno con crema.

Mire hacia la ventana hacia afuera y luego hacia adelante, sentía que estaba siguiendo una bomba de tiempo y que en cualquier momento todo explotaría en mi rostro.

Las personas se formaron detrás de mí mientras yo simplemente esperaba.

—Lo siento, olvide cobrarte—el chico frente a mí me dio una sonrisa nerviosa, yo siquiera lo había notado.

Pagué sin prestarle mucha atención.

Salí de la tienda con ambos cafés en la mano, el viento frío me golpeaba el rostro así que lo escondí bajo mi bufanda dejando a la vista solo mis ojos.

Me senté sobre una banca, tenía cinco minutos extras y el lugar de encuentro quedaba a tres caminando, miré hacia mis zapatos e intenté quedarme tranquilo.

—No debería pensar en eso ahora— la voz de mi hermano de fondo llegó a mí, lo cual me dijo que era auto sabotaje, no debía pensar en esas cosas estando aquí, debería de estar preocupado por no verme bien, porque que diré o porque haré, pero estaba pensando en cosas del pasado diciéndome que no era merecedor de este momento.

—Tal vez debería cancelar—dije en voz baja poniendo mis manos mis ojos.

—Creo que es bastante tarde para eso—una voz extraña, tal vez no tan extraña me contestó, mi cuerpo se paralizo y no fui capaz de levantar la vista, mi corazón desbocado y mi boca que de pronto estaba seca me dijeron quién era. 

D MAIL [YOONMIN]Where stories live. Discover now