D MAIL [YOONMIN]

3. c a t o r c e

Quizás debí cambiar los colores, por primera vez me preguntaba porque el color del techo era tan pálido, llevaba media madrugada sentado junto a la ventana, la vista hacia la puerta y la cocina, hacia la puerta del baño y la de mi cuarto, podía observar cada detalle y eso me calmaba lo suficiente, debería estar durmiendo, debería dormir así podre levantarme, tomar una taza de café y llevarme algo de comer en la mochila, debía revisar si imprimí los papeles correctos o si no olvide guardar los libros en la mochila, debía escoger ropa y esta vez algo más cómodo incluso si pronto seria invierno de nuevo. En cambio, incluso si debería hacer varias cosas diferentes, aun sostenía mi celular cerca del pecho, la cabeza en un giro inimaginable de acciones, lugares, situaciones no reales girando una tras otra, había olvidado lo que se sentía imaginar un escenario diferente, ser un actor de mi propia vida y hacer de los demás personajes a mi gusto.

Aun podía modelar en mi cabeza, las comisuras de sus labios, el color, la forma, la sola idea de su voz que apenas podía recordar pero a la vez era tan conocida, quería que sonara igual, como si estuviera a mi lado esperando como lo hacía siempre, como las pocas veces que intenté complacer una idea descabellada de que quizás... solo ese quizás.

No era un buen día para estar fuera, la idea de una cosa demasiado buena podía desatar un estado caótico, la estabilidad consistía en un intercambio excesivo de ambos lados, un balance mejor conocido como la acrobacia; no demasiado a prisa, no demasiado lento. Pero ahí estaba yo de nuevo, la idea bailando tan atractivamente entre mis manos.

Esperé tres horas para poder hacer todo a mi horario normal, salir a la misma hora, tomar el mismo transporte, tomar las mismas clases y prestar la atención necesaria en cada una antes de salir.

—Taehyung creo que tu amigo está roto—escuché Duen quejarse, no noté en que momento Taehyung llegó a nuestro lado, tener a Duen ya era una rutina, compartíamos la mayoría de las clases y el no parecía tener intención de socializar con otras personas incluso si sentía un poco de curiosidad al respecto tampoco me gustaría que me preguntara porque no lo hacía yo.

—Es irrespetuoso llamar rotas a las personas ¿JiMin? —Taehyung se dirigió directamente a mí.

—Necesito ropa—contesté.

Taehyung parpadeó con una sonrisa brillante en sus labios, tomó a Duen del brazo y se atrevió a decir.

—Bueno, ¿Vamos de compras?

— ¿Por qué vamos de compras? —nos preguntó poco entusiasmado.

—Si JiMin quiere ropa significa que quiere salir—y así es como teníamos la tarde libre para hacerlo, me sentía un poco ansioso fuera, no me medí ninguna de las prendas y Taehyung dijo que no necesitábamos ayuda, el proceso fue más fácil y casi reconfortante.

Taehyung comenzó a probarse ropa para sí mismo cuando yo terminé.

— ¿Cuándo fue la última vez que compraste ropa?

— ¿Siete meses? Compré ropa en Japón pero la mayoría la eligió Hyeon, papá me refiero, así que es ropa que me hace ver como señor.

— ¿Por qué no las escogiste tú?

—Estaba fuera de mí para hacerlo—Duen me miró como si quisiera preguntar pero a la vez tuvo la idea de que no era algo que contaras mientras tu amigo se probaba ropa.

—Hum, no puedo imaginarlo, siempre pareces pensar todo demasiado a fondo—tomé el comentario sin darle sentido al principio, pero después de dos segundos...

—Que lo piense mucho no significa que lo piense mejor—comenté—Alguien me dijo una vez que es mejor poner una idea sobre la mesa y ver qué pasa con eso a forzar un estado de confort inexistente, es básicamente así pero con todo.