v e i n t i s i e t e

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—JiMin ¿te importa esperarme una hora? Terminaré con esto para llevarte a tu casa—YoonGi estaba en el salón que en realidad lucía como una oficina, la mesa grande y negra estaba en el centro, un sofá a su lado, una infinidad de libros en estantes grandes de metal, las sillas de color gris parecían las de una sala de juntas y solo él estaba sentando con los ojos en su portátil.

—No tengo prisa—distraído comencé a explorar sin prestarle mucha atención a lo que dijo.

—Yo iré por comida, ¿JiMin quieres algo? —Hobi hyung dejo su mochila caer en una de las sillas por lo cual yo hice lo mismo.

— ¿Por qué solo le preguntas a JiMin? —YoonGi bufó, pero su mirada no se levantó.

—YoonGi ¿tengo que preguntarte? JiMin te dio de su comida—Hobi hyung es el único mayor que he visto hacer pucheros.

—Entonces JiMin también ya comió, pero igual le preguntas.

—Gracias hyung, pero no es necesario—interrumpí.

—Tráele algo de comer, él siempre te dirá que no—contestó YoonGi hyung sin prestarme atención a mí, sus ojos y manos seguían en su trabajo.

—Pero...—

—JiMin no discutas con tus mayores—Hobi hyung me guiño un ojo en una señal que no entendí, salió por la puerta y la cerró tras su espalda.

Suspiré antes de ir a tomar asiento, saqué de mi mochila una pastilla de las que Jun compró para mí porque no quería que el resfriado volviera por mi descuido, la tragué bajo la atenta mirada de YoonGi.

— ¿Pasa algo hyung?

— ¿Estás bien? —que pregunta tan incierta.

—Solo era un resfriado.

—Puedes descansar en el sofá si quieres, duerme un poco y te despertaré cuando Hobi vuelva.

No discutí con él y caminé hacia el sofá a un lado de la habitación, sobre el estaba un buró lleno de pequeños papeles informativos de colores y letras diferentes, lo estuve observando sin prestarle atención a las palabras hasta que mis ojos se cerraron por sí mismos.

Cuando desperté un par de ojos oscuros me observaban desde arriba y en mi mejilla había cierta calidez de la piel de unas manos suaves.

—Hyung...—no termine de hablar porque no sabía que decir.

—Estaba tomando tu temperatura—no se alejó, sobre su cabeza la luz artificial no me dejaba observar su rostro con claridad haciéndome entrecerrar los ojos.

De algún modo el estar consciente de la situación me drenó el cerebro y el único sonido que pude escuchar fue el de mi corazón.

—Les traje algo de... ¿Qué hacen? —Hobi hyung nos miró con la cabeza inclinada hacia un lado, creí que los mayores tocaban la puerta al entrar, mientras yo estaba tumbado sobre el sofá y a mi lado Yoongi hyung sosteniendo mi rostro, no era algo extraño de ver solo para mi ¿verdad?

—Revisaba si JiMin tenía fiebre.

— ¿Te sientes mal? —Hobi hyung se acercó a mí dejando las bolsas sobre la mesa.

—Solo tomé una siesta—me senté inmediatamente—Todo está bien.

—Déjame ver a mi—Hobi hyung acercó su mano a mi rostro tocando mi frente y mejillas—todo bien pero tu piel es tan suave—sonriente comenzó a jugar con mis mejillas.

—Deja de tocar su cara, eres raro—bufó YoonGi hyung a su espalda.

—Oh, vamos ¡su cara es muy suave! Cuando crezcas ya no poder hacer esto, ¿quieres hacerlo también YoonGi? Yo sé que sí—aplastó mis mejillas durante más tiempo del que yo quisiera.

D MAIL [YOONMIN]Where stories live. Discover now