D MAIL [YOONMIN]

t r e i n t a

Las clases terminaron, mi mente fue todo un lío, solo faltaba un día para que las tutorías terminaran, comencé bien, pero sentía que había perdido la concentración sin capacidad para recuperarla rápidamente, estaba siendo poco productivo y eso solo lograba frustrarme.

—JiMin ¿vas a esperar a YoonGi? — la pregunta era un poco redundante, Hobi hyung lo preguntaba continuamente casi cada día, no intenté saber por qué.

—Sí, debe estar por terminar—dije, comencé a tomar el camino de la última vez hacia el salón de reuniones, pero él me detuvo con una mano en mi brazo.

—YoonGi fue a consultar con los del departamento de utilería algunos pedidos, será mejor que esperes aquí—cargaba algunos libros con naturalidad y en su hombro una mochila de cuero negra. Me soltó casi al instante.

—Está bien—asentí.

— ¿te sientes bien? —me preguntó, su ceño levemente fruncido, pero luciendo angelical como siempre.

—Oh, solo estoy un poco agotado—me pase una mano por el cuello en un intento de hacerme sentir menos incomodo y mi sonrisa un tanto menos forzada de lo normal.

— ¿Seguro? Tus ojos están hinchados y YoonGi también lucia taciturno cuando llegó ¿han discutido? —parpadeé unas cuantas veces, y mi pulso se aceleró creando un remolino hasta mi estómago. El tono de la pregunta no me gustaba, estaba indagando por alguna razón en un tema que no quería confrontar directamente.

— ¿A qué te refieres hyung? —no quería sonar alterado, con tono plano pregunté en un intento de cautela.

Él se sonrojó un poco y mi mueca se hizo más desagradable.

—Solo digo que ustedes se llevan muy bien, y si ambos estaban algo raros pensé que quizás habían discutido o algo por estilo...—divagando sus ojos se pasearon por el lugar pero no recayeron en mi rostro, solo esas pequeñas palabras hicieron referencia a cosas que no quería imaginar, cosas que no quería imaginar porque YoonGi es públicamente heterosexual y aunque sea una mentira, no es mi trabajo hablar sobre el tema, no mientras él no lo decida, nunca seré quien saque fuera a quien no desea estarlo y ser parte de rumores o pensamientos encaminados hacia ese punto, me estaba entumeciendo hasta los huesos.

Hay personas que tienen razones para no salir del closet, no significa que al salir las cosas serán mejor; que la libertad que te de compensar el dolor que podría causarte, no hay manera de que alguien decida sacarte a golpes, sacarte apuntándote a la cabeza, o con susurros dolorosos en tu oído que en vez de tranquilizarte te grita que salgas para que la sociedad aun no te acepte, pero te empuje a salir. No hay manera de que me tome la responsabilidad de tomar yo el arma y ser quien decida cuándo debe alguien salir solo porque no pude controlar mis propias acciones y creara malentendidos.

—No somos tan cercanos, YoonGi nunca me cuenta nada muy personal, ni yo a él—lo dije con convicción, tanta como pude reunir mientras mis costillas me apretaban los pulmones en un intento por sopesar el ensordecedor pensamiento que se creaba en mi cabeza.

— ¿No? Bueno, mientras todo este bien—me sonrió incómodo.

—Iré al baño hyung—se sorprendió de la manera abrupta en la que hablé y parpadeo varias veces, pero no me dio una respuesta, porque no esperé por una.

Entré al primer baño tirando la puerta y buscando la primer cabina libre, me incliné hacia abajo y sin poder aguantar más ni una sola cosa, un escalofrío me recorrió la columna hasta la punta de la lengua, el contenido de mis estomago salió sin pausa de mi boca, haciéndome dar arcadas cuando sabor ácido y el ardor arrasaban mi cuerpo, frío recorrió mi frente y el sudor me quemaba sobre las cejas, mientras mi manos se aferraban a la cerámica del inodoro, se me curvaron los dedos y sentía de pierda los de las manos, mis costillas oprimían mis pulmones mientras bajaba la cabeza tanto como pude y mi cabello era un estorbo ante mi vista ya nublada por el asco.