—Oh... —asiente con los ojos bien abiertos—, sí, Jin hyung. Lo sé. No sé preocupe, siempre uso condón.

—Eso..., no siempre es efectivo, Tae —cruza los brazos—. Tienes que tomas otras precauciones.

— ¿Cómo cuáles?

—Ah, pues... —se pone nervioso porque él ha pensando una en todo caso YoonGi se anime en avanzar en su relación en ese aspecto—, hay pastillas o inyecciones. Dicen que las inyecciones son más efectivas.

—Entiendo —su tono es pensativo—. Supongo que eso haré. Tengo que seguir controlando mi...

Se maldice a sí mismo por haber hablado de más. No pudo evitarlo, al lado de SeokJin se siente en confianza y no tiene miedo en ser juzgado.

— ¿Controlando, qué?

—Nada —dice con rapidez—. Iré a un médico para que me recete un método adecuado —los ojitos lo miran con más intriga—. Gracias, Jin hyung.

Está por irse, sin embargo, el omega lo agarra del hombro y lo obliga a mirarlo directamente a los ojos. SeokJin sabe que algo está pasando con el menor, aquellas palabras al aire lo han dejado intranquilo y no piensa dejarlo ir hasta saber.

—No me mire así, Jin hyung.

—Hablaste sobre controlar, ¿qué debes controlar?

—Ya dije que nada.

—Tae, por favor, me preocupa que digas que debes controlar algo —acaricia su brazo— ¿Estás enfermo?

—No, no es eso —su lobo le dice que el cuente—. Jin hyung, por favor.

—Tae...

También, odia que use ese tono meloso. Lo hace débil.

—Se va a molestar.

—Uh, trataré de no hacerlo.

TaeHyung chasquea la lengua y suelta:

—Desahogo mi molestia teniendo sexo.

— ¿Ah?

—Tener sexo hace que me calme y no reaccionar impulsivamente.

Lo suelta y mira confundido.

— ¿Qué ridiculeces estás hablando? — Su omega arruga el hocico al no gustarle que este teniendo sexo solo para eso—. TaeHyung, ¿qué...

—Usted no lo entendería.

— ¿Qué no entendería? — Silencio—. Joder, no puedes tener sexo para calmar tu carácter. Hay otras formas, TaeHyung.

—Usted no entiende —sabía que no iba a ser entendido—. Es virgen que va a saber.

SeokJin frunce el ceño molesto y se avergüenza por supuesto; sin embargo, no dejará que se vaya sin haber hablado claramente.

—No está bien lo que estás haciendo.

— ¿Por qué? Es sexo.

—Tus motivos no son los correctos. No cuando hay otras formas.

—Quizás, sea otra cosa —reta—. Quizás, me gusta tener sexo.

—Cállate.

— ¿Qué? Muy brusco para usted —se burla y su lobo le dice que cierre la boca—. Pueda que me guste follar a las omegas, Jin hyung. Que mi polla esté profundamente enterrada en el interior de una y giman pidiendo...

La cocina se queda en silencio luego de la cachetada que el omega le acaba de dar.

—Jin hyung... —lo llama al ver los ojitos con lágrimas retenidas.

—Soy omega, TaeHyung —le dice con dolor—. Esas omegas..., somos de la misma especie.

—No quise...

—Las estás usando por un motivo egoísta. Sí, es sexo. Eso lo sé, pero no voy a estar insitando algo que puede llevarse de otra manera.

—Yo...

Niega, no quiere escucharlo. No, ahora.

—Por favor, no se vaya —lo detiene agarrando sus hombros—. Lo lamento. Perdón. Perdóneme. Es que..., no quiero que por mi carácter usted salga lastimado —le súplica con la mirada su perdón—. Estos meses han sido tranquilos —el omega debe admitir que tiene razón—. No quiero echar a perder eso.

El enojo de SeokJin disminuye ante las palabras y mirada sincera del menor, y se siente mal por haberle pegado ante las lágrimas las cuales ha empezado a derramar. No debió ser tan duro, pero cusndo TaeHyung se comporta de esa forma todo su ser se llena de coraje y también, reacciona mal.

—Oh, Tae —lo atrae hasta su pecho y acaricia los cabellos con ternura.

— ¿Por qué no soy normal? ¿Por qué tengo este problema? — Abraza la delgada cintura y llora más—. Me odio tanto...

—No, no, Tae —besa los cabellos—. Nadie es normal. Todos tenemos defectos. Solo debemos manejarlos sin usar a los demás.

—Perdón...

SeokJin se da cuenta de algo y sonríe con tristeza.

—Lo siento, Tae. Prometí estar contigo y te dejé..., pensé que estabas bien, pero..., lo siento.

El alfa olfatea el dulce aroma del mayor y cierra los ojos.

—Buscaremos otra forma de controlar tu ira, ¿sí? Estaré contigo, Tae. Ya no te dejaré.

Promete haciéndole cosquillas para subirle los ánimos y sonríe al escucharlo sonreír.

Destinados Antes de Nacer El Comienzo © || Libro #0.1|| [BtsxJin] (Omegaverse)Where stories live. Discover now