Capítulo 59

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Maratón 4/5 (consideren el otro como un bonus jeje. Les gusta cómo está yendo la trama hasta ahora, ¿está bien? ¿se entienden dejando de lado los puntos misterios que dejó). Os amo mucho)

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No quiere sentirse de esa forma. SeokJin no quiere sentirse decepcionado, no con su pequeño. Ha estado tratando de convencerse de que a JungKook se le hizo tarde o se quedó sin batería, y por eso no pudieron salir como quedaron. Sí, Jin está que hace un gran esfuerzo por no ponerse a llorar en medio de las frías calles de Seúl porque es la primera vez que JungKook lo decepcionada hasta el punto de sentir un terrible vacío en el centro de su pecho. Realmente, había tenido tanta ilusión de pasar aunque sea unos breves momentos con el maknae, no le importaba si al final no iban a comer, con tal de irse juntos al departamento era suficiente para él. Sin embargo, no fue así, lo esperó hasta las once y media de noche; lo peor es que lo hubiese esparado más si no fuera porque el de seguridad le dijo que no podía quedarse, al menos que tenga permiso como NamJoon.

Mete las manos en los bolsillos delanteros de su abrigo para refugiarse del frío y acelera el paso. No le gusta estar a estas altas horas de la noche, solo, en la calle. Le es extraño y comienza a tener miedo al darse cuenta que hay tres sujetos yendo en su misma dirección.

No seas paranoico, se regaña cruzando otra calle y mira por sobre su hombro. Esos sujetos continúan detrás suyo, cada vez más y más hasta el punto de hacerlo correr.

— ¡A dónde crees que vas!

Le dice uno sujetando su brazo con fuerza y lo jalan hasta estar dentro de un pequeño callejón.

—Vaya, sí es bonito —dice otro riendo y Jin trata de zafarse—. No, no, muñeco. Será peor si te pones rudo.

—L-Llevénse lo que sea —les dice asustado al sentir la pared contra su espalda—. N-No me hagan daño...por favor...

—Oh, muñeco —habla con fingida tristeza el último sujeto—. Pero, es justo lo que vamos a hacerte.

SeokJin se dice que no tiene que entrar en pánico, nada va a conseguir si pierde la calma; pero cuando el primer sujeto le quiere quitar su abrigo su cerebro le ordena que grite por ayuda.

— ¡Cierra la boca!

Le grita el último alfa dando un fuerte golpe al lado derecho de la pared.

—Escucha, muñeco —el segundo alfa saca una navaja y Jin niega con los ojitos bañados en lágrimas—. O lo haces por las buenas, o esto se pondrá feo, ¿entiendes?

Asiente dejando que las lágrimas resbalen por sus mejillas. No puede hacer nada, no puede con los tres, son más altos y musculosos que él; si intenta golpear a uno no tardaría para que otro reaccione de la misma forma.

—Pantalones abajo, muñeco.

—P-Por favor... —ruega no queriendo hacerlo.

— ¡Pantalones abajo!

Le vuelve a ordenar el primer alfa riendo cuando Jin salta del susto y lleva sus temblorosas manos al botón de su pantalón.

—Tienes unas lindas piernas, muñeco —comenta el último sujeto pasando la lengua por sobre sus labios—. Lástima que nos interese otra cosa —hace girar su dedo índice—. Espaldas.

Destinados Antes de Nacer El Comienzo © || Libro #0.1|| [BtsxJin] (Omegaverse)Där berättelser lever. Upptäck nu