Capítulo 51: Kevin.

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Era gracioso como con unos pensamientos te podías divertir tanto. Creo que en este corto tiempo en que Mishell había estado en la casa, le había agarrado maña de pensar cosas sucias cuando ella estaba en la misma habitación que yo. Su cara, solo su cara, era divertidísima. Pero tenía mi punto cuando Liam quería regañarme, era mi mente después de todo ¿o no? Por que claro ¿Qué quería Liam? ¿Qué me saliera de mi mente o como? Aunque si, lo hacia apropósito. Y Mishell lo sabía. Joder, ella leia las malditas mentes. Claro que sabia. Me paso la mano por el pelo, despelucandomelo. Estaba aburrido. Solo estábamos aquí, encerrados en la casa, esperando a que Mishell o Jose, uno de dos, lograran contactar con doña Lorena. O doñita. Maldita vieja de su madre. ¿Por qué siempre salíamos o ni siquiera habíamos salido de un problema para entrar a otro? Era agotador, y ladilloso. Dos elefantes, tres elefantes en calzones, cinco elefantes en pijamas, nueve elefantes disfrazados de cambur.

—Tus pensamientos, toda tu cabeza es taaan rara —dijo Mishell entrando a la cocina. Mierda, joder, la madre de tu mama. Mishell me había asustado, y mucho.

—Entonces déjala quieta —digo encogiéndome de hombros. Rápidamente invoco una escena de sexo intenso. Mishell pega un gritito. No puedo aguantar la risa, esta chica nunca aprende.

—Dios mio ¡Pensé que habíamos quedado en que no harías eso mas! —exclamo Mishell fulminándome con la mirada. La miro de manera inocente. Claro, ella sabia que no tenía ni un pelo de inocente.

—Yo nunca dije nada —replico. Jamas había dicho tal cosa. Si lo hubiera dicho me acordaría, esas cosas uno se acuerda. Son cosas que no se pueden olvidar. Bueno, mentira, si se me olvidaría.

—Bueno… no, pero creo que fue una cuerdo no hablado —dijo Mishell cruzandose de brazos.

—No chica, si te ilusionaste con eso… ese es tu peo —digo negando con la —cabeza. Ilusa. De repente me dí cuenta de que tenía hambre. Me levanto y voy directo a la nevera. Busco con la mirada algo provocativo, pero nada. Mierda ¿Quién hacia el puto mercado aquí? ah, cierto, yo. Claro porque ne esta casa nadie podía hacer el mercado ¿no? Alguien me jalo desde atrás y casi me caigo de culo al piso. ¿Quién mierda fue? Mishell. Arrecha la tipa. Sonrío sin poder evitarlo. Me gustaban estos juegos nuestros. No es que fuera a admitirlo en voz alta, claro, pero igual Mishell ya lo sabia si la mujer leia los pensamientos.

—Cierto chico —respondio a mis pensamientos Mishell. Achino los ojos y resoplo. No era agradable que la mujer estuviera metida todo el santo dia en tus pensamientos. ¿No tienes nada que hacer, cierto?

— ¿No tienes nada que hacer, cierto? —pregunto con una ceja alzada.

—Te escuche cuando me lo preguntaste en tus pensamientos, no tenias que repetirlo en voz alta —gruño Mishell. Mishell saco una manzana de la nevera. ¿Dónde mierda estaba eso y porque yo no lo vi? Miro a la manzana con deseo y comienzo a maquinar un plan malévolo para robarle la manzana— ni lo pienses… cierto, ya lo pensaste, pero no lo pienses de nuevo.

—Joder, chica —gruño exasperado— ahora que recuerdo ¿no deberías estar haciendo contacto con Lorenita o eres rebelde y no harás nada? porque José podría tener un problema con eso.

—Primero, me sabe a… lo que diga José —dijo Mishell antes de morder la manzana. Me cruzo de brazos y me siento resignado, sin comida, en la silla. De paso tenia que ver como Mishell mordía con tanto gusto la mazana— segundo, ya hice contacto. Nos veremos mañana a las 3 de la tarde en la entrada al Avila o Garaira… eso mismo.

— ¿Y ya se lo dijiste a José o Ana?

—Ehh… no.

— ¿Y que mierda estas esperando? ¿Qué la mula para o que coño? —pregunto incrédulo. José se volvare un poco loco cuando se entere que esta chica ya contacto con Lorena y no se lo dijo inmediatamente. Si Ana tuvo problemas, muchos, con José por esas cosas. Por guardar secretos o por no decir las cosas a tiempo.

Los Psiques [#1] [SIN CORREGIR] #P&P2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora