Los Psiques [#1] [SIN CORREGIR] #P&P2017

Capitulo 11: El almacén.

Estaba perplejo. ¿Había ella asacado una habitación de su collar? Brujería. No hay otra explicación. La seguí adentro, un poco temeroso. Nunca me ha gustado la brujería. Suspire y mire a mí alrededor. Era una habitación promedio, no muy grande, tampoco muy pequeña. Había dos laptops. Unos cuantos ventanales, o escaparates que contenían diferentes tipos de armas. Una mesa y una silla, además de unos puff. Uno de color morado y otro azul. Ana fue a una estantería y comenzó a sacar múltiples armas. Me acerque a una estantería que estaba abierta. Había, al parecer, puras armas blancas. Que si cuchillos y esas cosas. Me gire para revisar otra, mi mano toco una laptop y esta se encendió. Mire furtivamente a Ana. Ella estaba con el ceño fruncido, mientras murmuraba algo a las armas. Camino despejado. Teclee un código y esta de desbloqueo. Bien. Mi boca se secó. La foto de Niall siendo buscado estaba allí, pero arriba de él, ahora estaba ella. Mire sobre mi hombro, Ana no me prestaba atención, bien. Me metí en el historial y abrí la ventana reciente. “Archivo eliminado” respire hondo, abrí la otra. “Archivo eliminado” genial. Mire furtivamente a Ana, ella se volvió para mirarme. Rápidamente cerré la laptop.

Ana me sonrió. — ¿Qué estás haciendo por ahí? —pregunto con una sonrisa misteriosa.

—Lindo lugar —dije. Cambiando de tema.

Ana sonrió. —Gracias.

— ¿Brujería? —pregunte. No era una pregunta exactamente, una afirmación en modo de pregunta…

—Si —respondió ella. Suspiro, miro la laptop y luego a mí— bueno, estoy lista, vamos —apuro mientras me hacía señas para que saliera. Lo hice. Cuando estaba afuera, vi como tecleo algo y luego el lugar volvió hacer un collar que se colgó en el cuello. Trate de ocultar mi impresión. Ana me miro sonriendo— vamos —dijo. Salimos del cuarto y bajamos corriendo las escaleras. Yo ya estaba armado, preparado para cualquier sorpresa que nos encontráramos en el camino. No dejaría a Ana sola, no después de todo lo que ha tenido que pasar por mi culpa. Ya muchas personas han sufrido por mi culpa, Ana, al menos, puedo rectificarlo. Un poco. O lo intentare.

Niall estaba en la sala, junto a Melany, Claudia, Miguel, Kevin, José, Cristian, Gabriel y Ángel. Leo estaba sentado cómodamente en el mueble. Debería tener miedo, estaba custodiado por 8 personas que saben pelear perfectamente. Lo destrozarían en un segundo.

—Liam ¿me puedes explicar que es esto? —rugió José señalando a Leo.

Leo resoplo. —Soy un él, no esto —replico. Nadie le prestó atención.

— ¿Cuántas veces te eh dicho que no dejes entrar a extraños? ¿Sabes siquiera quién es? ¿Cuándo vas a aprender? —pregunto molesto. Apreté mi mandíbula.

—De hecho, lo deje entrar yo —dijo Ana. La mire sorprendido. José la miro un momento, luego a mí, y por ultimo a Leo. Su mirada volvió a mí.

—No tienes que cubrirlo, Ana —dijo José. Respire hondo. Siempre con la desconfianza. Me mordí la lengua para no decir unas cuantas palabras nada agradables que se me ocurrieron por la mente.

— ¿Cubrir a quién? —Pregunto Ana incrédula— yo lo deje entrar. Yo lo conozco, es mi problema —respondió a la defensiva.

José me miro un momento. —Bueno, lo siento Liam —se disculpó. Asentí brevemente. Entonces su mirada se posó en Ana— ¿Quién te dio permiso para dejarlo entrar?

—Nadie —contesto Ana.

—Por supuesto que no —dijo Melany. Ana la fulmino con la mirada. Estas dos nunca se llevarían bien, puedo asegurarlo.

—El tiempo corre, Ana —urgió Leo.

—Tu, cállate —ordene. Este tipo era un imprudente. ¿No podía ver que estábamos en una situación un poco apretada? Leo volvió abrir su boca, lo interrumpí. Moví mi mano y el cojín del mueble se le incrusto en la boca. Leo se quitó el cojín y me fulmino con la mirada. Me importaba una mierda.