Capitulo 24: Fernando y Lea.

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Ana es como una nueva especie y comprenderla está más allá de mis habilidades. En un momento está contenta y hasta esperanzada. Es hasta comunicativa y me pareció que estaba aceptando con resignación el llevarnos bien. Pero en otro me está mandando a la mierda y ordenándome sin palabras que la deje en paz y más nunca le vuelva hablar. Cuando Ana me conto lo de su madre fue triste y me recordó vagamente a un poco de mi historia. Solo que Ana no es una traidora ni hizo que su madre fuera encerrada en la OMAPE. Tampoco es responsable de muertes, como yo. Mi historia es muy deprimente y tiene mucha muerte. Unas cuentas personas muertas por mí o por una decisión mía. Pero tengo que vivir con eso. La cosa es que no quiero que Ana se entere. Me da vergüenza que ella sepa la clase de persona que soy. No quiero que ella me juzgue, por alguna extraña razón.

—Liam, Ana lleva mucho tiempo arriba ¿y si nos está dando largas y no nos contara nada? será mejor que suba a ver —dice José. Me interpongo entre las escaleras y el. Las últimas dos horas ah pasado así. José queriendo interrumpir el sueño de Ana y yo impidiéndoselo.

—No sabemos qué clase de infierno ah pasado Ana. Creo que tiene todo el derecho de dormir cuanto desee ¿Quién eres tú para impedírselo, de todos modos? —pregunto.

José aprieta su mandíbula. —Estamos en peligro, Liam.

—No es por ser cruel, pero es a Ana a quien intentan matar ¿Por qué yo estoy en peligro? —pregunta Gabriel.

—Porque Ana vive aquí. Porque ya Melany estuvo a punto de morir una vez, y ah, fue hoy, por culpa de Ana. Porque Ana es como ave de malagüero y hemos tenido más acción desde que llego que todo el año pasado —dice José como si fuera obvio.

— ¿Ave de malagüero no? Pero no estás dispuesto a dejar ir a esta ave de malagüero. Puedo sentirlo —dice alguien detrás de mí. Casi puedo jurar que es Ana. Me vuelvo y ¡BINGO! Es Ana. José se sobresalta. Casi puedo oír su corazón latiendo rápidamente.

— ¿Te sientes mejor? —pregunta Melany.

—Mejor está sobrevalorado —dice Ana. Ana pasa a mi lado sin siquiera mirarme. Otra especie, obvio.

—Sigo sin entender porque estamos en peligro —dice Gabriel. Yo tampoco entiendo porque. La única que veo en peligro es a Ana, y deberíamos ayudarla. José suspira frustrado.

—Gabriel. Ana vive con nosotros ahora ¿No? Quien quiera hacerle daño a Ana quizás se le ocurra la maravillosa idea de utilizarnos a alguno de nosotros para llegar a ella. Y no me gustaría que alguien me utilizara como sebo —dice José y entonces se vuelve a Ana— es por eso que debemos saber todo lo que paso mientras no estabas aquí. Te escuchamos hablar, pero no tenemos ni idea de que paso —dice. Ana mira a Melany, luego a Niall, después su mirada se posa en Kevin y luego en mí. Nuestras miradas se cruzan. Mantengo mi mirada, no dejándome intimidar. Mi mirada negra encontrándose con sus ojos marrones. Ana sonrió de lado, entonces se sienta en el mueble.

—Perfecto. Kevin ¿quieres traer palomitas? La historia es un poco larga y llena de drama —dice burlona. Pero en su mirada no hay burla. Kevin corre a la cocina. Frunzo el ceño a la puerta de la cocina.

—Denme 3 minutos, no comiencen sin mí —grita Kevin desde la cocina. Suspiro irritado.

— ¿Es enserio Kevin? Era sarcasmo —grita Mel.

—Aquí nunca es un día aburrido —murmura Gabriel.

—Ana, ignora a Kevin y habla de una puta vez —apura José.

—Bueno, yo estaba aquí en la sala ¿recuerdan? Bueno y…

—Ya llegue, ya llegue —dice Kevin corriendo desde la cocina. En sus manos tenía un bol lleno de cotufas.

Los Psiques [#1] [SIN CORREGIR] #P&P2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora