Capítulo 59: Ana.

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Lea, o al menos el cuerpo donde se encontraba, se río burlona. Ana no encontraba la situación divertida. El cuerpo que Lea estaba ocupando, era de piel oscura, pelo negro y musculoso. ¡Por supuesto que sería musculoso! Los ojos de Ana buscaron por el piso, cualquier cosa que la ayudara. Pero no había nada afilado. ¡Camille debería de haberle advertido! ¡Joder! Niall no quitaba su mirada de la persona en la escalera. Mi mente estaba trabajando rápidamente. Necesitaba una solución, y rápido.

— ¿Y cómo piensas hacer eso? —preguntó con una sonrisa lasciva Lea.

— ¿Crees que desvelare mis planes malvados? No me creas malvado chimbo de una película.

Lea bajo las escaleras completamente. —Y hasta en tus últimos momentos, eres irritante.

— ¿Últimos momentos? ¿Quién dice tal estupidez? ¡Estoy en la flor de la vida!

Lea se rio secamente. — ¡Lo digo yo! Me canse Ana. Esta vez no me interesa hacerte sufrir, solo... Te matare. De una buena vez, para que te pudras en el infierno —escupió Lea— tu... y tu amiguito.

—Te diría que te veré en el infierno, pero cierto... ¡Tú alma solo va al otro lado! Es algo triste... sentirse vacío por el resto de la eternidad —replico— pero mírale el lado bueno ¡Te reencontraras con Fernando! ¿Te conté que me lo encontré cuando me lanzaste ese hechizo de ensueño? ¡Porque sé que fuiste tú!

— ¡Pues espero que Fernando te haya hecho sufrir más de lo que te mereces! Una pequeña venganza... pero yo, yo lo estoy vengando en estos momentos.

— ¿Ah sí? Has desperdiciado toda tu vida.... Y es triste ¿sabías? —pregunto arqueando una ceja. Mi mirada en toda la conversación no había dejado de buscar algo que me pudiera ayudar. No quería matar a este chico, pero lo haría si era necesario.

—No es un desperdicio cuando lo haces con un objetivo.... Y yo tengo uno claro. ¡Asesinarte! —gritó Lea. ¡Lo que odiaba de las personas poseídas, era que no podía leerles sus intenciones! No había visto venir el cuchillo que Lea me lanzó. Lo esquivo por los pelos. Me levanto del suelo y le disparo continuamente, pero Lea logró esquivarlos.

—Niall —grito— busca algo filoso, y rompe el suelo —ordeno. Niall asintió mirando a Lea con recelo. Lea me disparo esta vez, casi me golpeaba en el hombro. Miro a Niall exasperada— ¡Niall, ahora!

— ¡Ya! —gritó Niall corriendo en otra dirección. Me concentro en Lea. Corro y me escondo detrás de un armario. Saco la cabeza y le disparo, Lea se lanzó al piso y me disparó de vuelta. Estuvimos disparándonos hasta que nos quedamos sin balas. Salgo del armario en el momento justo cuando Lea corría en mi dirección. La golpeo en la cabeza con la pistola, ahora sin balas. Lea retrocedió unos cuantos pasos, había quedado aturdida.

— ¿Qué? ¿No vas abandonar el cuerpo y huir como una cobarde?

—Quiero matarte con mis propias manos —escupió Lea— debo tener ese placer, de ver tu miserable vida abandonar tus ojos. Ser la última cosa que veas antes de morir, y reírme de ti —añadió. Lindo. ¡Que tierna! Necesitaba matarla de una buena vez. Saco mi último cuchillo y trato de apuñalarla, pero Lea fue más rápida y logro esquivar mi atentado. Lea golpeo mi mano, enviando el cuchillo lejos. Ambas miramos en la dirección que haba caído. Nos miramos fijamente y corro en esa dirección rápidamente, pero lea se me lanzo encima, aplastándome. Golpeo contra el suelo, dolió. Lea me jalo del cabello, y eso también dolió. Trato de retorcerme y logro quedar desprotegida ante las embestidas de Lea, ya que había logrado girarme en el piso. Lea estaba sobre mí, y me golpeaba con todas sus fuerzas. Como podía esquivaba sus golpes.

Con una mano le pellizco una teta, y con la otra le entierro las uñas en las costillas. Lea grito de dolor. Si, golpe bajo pero ya que no teníamos armas, esto muy bien podía ser una pelea callejera. Lea había bajado un poco la guarda, por lo que aprovecho para que mis uñas fueran a su cara. La rasguño con todas mis fuerzas y luego la golpeo en el ojo. Lea trato de defenderse intentando golpearme en la cara pero la esquivo por los pelos. Utilizo el propio peso de Lea en su contra para derribarla. Todo fue muy sorpresivo para Lea, eso no se lo esperaba. Aprovecho para levantarme y correr en dirección al cuchillo. Necesitaba recogerlo, era un arma que Lea podía utilizar en mi contra. Y muchas gracias, pero no. Alcanzo el cuchillo y me giro rápidamente con el objeto filoso en alto para encontrarme a Lea apuntándome con una pistola.

Los Psiques [#1] [SIN CORREGIR] #P&P2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora