Trata de agarrarlo del brazo derecho.

— ¡No!

No se deja.

— ¡Vete! ¡No quiero tu ayuda! ¡No quiero nada!

Grita con la voz solloza golpeando el suelo con cólera con sus manos.

—Y-YoonGi, basta —los golpes en la dura superficie hace que sus nudillos comiencen a ponerse rojos—. Te estás haciendo daño.

— ¡Y que te importa! ¡Que te importo! ¡Vete! ¡Déjame solo! ¡Solo!

SeokJin niega. No lo va a hacer. Sabe que el alfa no está pasando por un buen momento. Suga le ha demostrado que puede ser amable y buena persona; su maldito problema es el alcohol.

—Me importas, YoonGi —se arrodilla frente a él—. Somos compañeros de dormitorio y amigos.

— ¿Amigos? — Menciona con asco—. Tú y yo jamás podremos ser amigos. Eres un omega. Eres fácil.

Es el alcohol, trata de convencerse Jin con los ojos llorosos.

—Voy a ponerte la pijama, YoonGi.

Informa quitándole las medias.

— ¿Por qué mejor no te pones en cuatro, omega sucio?

Jin levanta la mirada entre molesto y cabreado.

— ¿Cómo me llamaste?

—Mierda. Me excita cuando tus ojitos marrones me miran de esa forma —las grandes manos pálidas agarran fuerza las mejillas del contrario quien gime por el dolor sobre ellas—. Eres caliente cuando estás enojado, SeokJin.

El mencionado frunce el ceño y se maldice por querer sonrojarse.

—Su-el-tá-me.

Pronuncia como puede y YoonGi agarra con más fuerza esas mejillas para jalar de ellas, y hacer que el omega se coloque entre sus piernas con las manos apoyándose en el suelo.

—Tus labios son tan gruesos, hyung —mira esos belfos tan rosados—. Apuesto a que se verían hermosos alrededor de mi polla.

Jin le gruñe, protestando que lo suelte y abre los ojos cuando lo agarra de las muñecas para atraerlo hasta su pecho. Juntando las piernas para que no pueda escapar.

—YoonGi. Detente —le ordena mirando los ojos marrones con líneas rojas—. No es gracioso.

—Nunca lo fue, SeokJin —lleva la mano derecha hacia la parte de atrás de la cabeza del omega y lo obliga a que se acerque a su rostro—. Mierda. Su aroma es delicioso.

Cierra los ojos cuando la nariz del alfa está que recorre la parte izquierda de su cuello y jadea al sentir los colmillos.

—Y-Ya...suficiente —comienza a sentirse mareado—. YoonGi, por favor. Basta.

—Es curioso, hyung —habla ignorando las anteriores palabras—. Hace unas horas tenía a un omega debajo mío pidiendo más y usted...usted no quiere —Jin se mueve hacia atrás para salir, pero es imposible. Suga tiene  mucha fuerza en las piernas. Quién lo diría con los delgadas que son—. Realmente, no es como los demás omegas —pasa los dedos de su otra mano por los gruesos labios y Jin se sonroja hasta las orejas por ese acto—. Y eso hace que me excite más.

Destinados Antes de Nacer El Comienzo © || Libro #0.1|| [BtsxJin] (Omegaverse)Where stories live. Discover now