Los Psiques [#1] [SIN CORREGIR] #P&P2017

Capítulo 47: Ana.

Por otro lado, ver el pasado es un tema completamente nuevo para mí. Si tan solo tuviera a mi madre conmigo para que me enseñe todo lo que no sé. Para que me resuelva todas las dudas que tengo. Te extraño tanto madre. Esto es algo que necesito aprender, si es tan imperceptible quizás pueda lograr hacerlo nada más al toque y usando unos lentes nadie se daría cuenta. Esto… conocer el pasado de una persona puede darte poder. Poder sobre esa persona tanto o más, que el poder controlar sus movimientos o mente. Pero primero debo aprender a controlarlo, porque un Extra como este sin saber cómo utilizarlo es inútil. Tan inútil como comprar zarcillos sin tener los huecos. ¿Pero quién puede ayudarme? Esa es la cuestión. No conozco a nadie que tenga un Extra como este o algo parecido. Quizás José…. No, nada que ver. José cuando era más joven quizás si me hubiera ayudado, pero ahora no. José cambio drásticamente. Por el dolor, el miedo y sobre todo, la envidia.

∞

Siento la intención antes de que ocurra, esto hace que abra los ojos de golpe. José se paraliza antes de tocarme. Frunzo el ceño y me siento. Miro a mi mesa de noche al reloj, las ocho de la noche. ¿Por qué este tipo me levanta a esta hora? ¡Ahora no voy a poder dormir! Mucho imbécil. Fulmino con la mirada a José y me cruzo de brazos. Un bostezo escapa de mi boca. Tengo sueño, quizás si logro sacarme de encima a José pueda volver a dormir.

— ¿Qué haces aquí? —pregunto irritada. Cualquiera lo estaría si te despiertan a las ocho de la noche. Tengo el sueño ligero, como puedo sentir las intenciones, estas se filtran y se hacen más perceptibles cuando duermo. Por eso necesito paz.

—Esta es mi casa —responde José. No jodas ¿en serio? No comprendo que hace José aquí y de paso, jugando al evasivo.

 —Aquí, en mi habitación —corrijo. José respira hondo, pero no responde. Es más, se toma su tiempo mirándome solamente. No, belleza ¿José creo un fetiche u obsesión por mi o cómo? Oleadas de preocupación, nervios y determinación. ¿Qué estás haciendo aquí José? José me da mala vibra, algo está buscando y yo sé que es lo que José quiere saber. Lo miro con los ojos entrecerrados. José, te tengo en mis manos y voy a disfrutar de cada momento de tu sufrimiento como el disfruto del mi humillación. Ojo por ojo.

—Ya sabes, venia pasando —dice José.

Resoplo. —Al grano —gruño.

—Solo venía a preguntarte algo —dice José serio.

—Tú y yo sabemos que me vas a preguntar, y tengo una respuesta para ti —digo con una sonrisa fría. Me levanto de la cama y me inclino cerca de la cara de José. José se remueve en la cama— lo sé todo —murmuro. La cara de José palidece y me regodeo en su preocupación. Me giro y camino directo a la puerta. Ya estoy despierta y no podré conciliar más el sueño nuevamente.

—No tienes derecho a decir cosas que no tienen que ver contigo —gruño José detrás de mí.

—Tú tampoco tenías derecho José, y aun así me obligaste. ¿Crees que era necesario que todos supieran como por mi culpa mi ex novio se murió? No, no lo era. Pero aun así me obligaste a decirlo ¿Qué diría tu padre de tu comportamiento? —pregunto poniendo mi dedo en la llaga. La cara y las emociones de José me dieron a saber que le dolió mi pregunta— porque el de seguro estaría decepcionado. Aunque claro, nunca fuiste su centro de orgullo y eso lo sabemos… era Klabel. Linda chica, con todo un futuro por delante. Se merecía el puesto ¿lo sabes no? —pregunto con una ceja alzada. Quizás esté siendo muy dura, pero es que José me enfurece. José esta en mi lista negra, y una cosa Lea dijo que era cierto. Soy muy vengativa, en el momento no lo quise aceptar porque la verdad quiero creer que soy una buena persona. Pero eso es con esfuerzo y trabajo, y claro, mucho autocontrol. El autocontrol salva vidas. En mi corta vida aprendí que es mejor observar, pensar y luego actuar. Porque también soy muy impulsiva y eso es algo que necesito controlar.