XIV

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Hannah revisó impacientemente su celular por última vez antes de salir a la cancha. Aún no había respuesta de Lydia, la cual estaba buscando información sobre Claudia. Algo no cuadraba con la esposa de Stilinski y ambas lo sabían. Hannah confiaba en que si alguien podía encontrar la verdad sobre Claudia era Lydia, sin lugar a dudas. Aun así, Hannah nunca fue una persona muy paciente y el reloj no se detenía, ni el peligro. Cosas peores venían, y Hannah estaba segura de que todo estaba frente a sus ojos. Solo no podían verlo.

—Yo iré tras Steinbach. Hannah, tú tras Wallace —ordenó Scott. Hannah asintió.

—Bien. Liam, Gwen es tuya. Corey, encárgate de Okafur —completó Hannah.

Con suerte Liam haría un terrible trabajo y Gwen sería llevada. Hannah sabía que era una persona horrible por querer eso, pero si Gwen estaba encaprichada con ir con su hermana... No podía culparla. Si no sintiese que podía hacer más por Stiles afuera que adentro, ella también se dejaría atrapar, solo para estar con él.

Por ahora, solo podía esperar a que el plan Gwen funcionara y fuera llevada a donde sea que llevaran a los que desaparecían.

—¿Y si veo a un Jinete? —balbuceó Corey, ligeramente asustado.

—Grita —siseó Liam secamente. Hannah puso los ojos en blanco.

—Si uno de ustedes cuatro ve a un Jinete, huyan —ordenó Hannah—. No me importan los demás, me importan ustedes.

—Primero intentaremos pelear —la corrigió Scott—. Y si eso no funciona, huimos.

 🌙🌙🌙🌙🌙

El partido comenzó. Hannah no pudo evitar sentir nostalgia por la última vez que había jugado. Había sido cuando Scott y ella estaban peleados, y ella estaba tratando de atraer a la Bestia para captar su esencia. Un plan arriesgado con el cual terceros podían salir heridos, justo como ahora con su plan de Gwen.

Hannah trató de no darle importancia, concentrando su atención entre jugar (la vena competitiva en ella era difícil de ignorar) y asegurarse que quien sea que Scott le hubiese asignado estuviera a salvo. ¿Schneider era? No, ese era el de Scott.

Pronto, el primer gol del equipo contrario fue atinado.

—¡Vamos, inútiles! —gritó Hannah, olvidando por un momento por qué estaban ahí. Oh, claro, salvar niños que Liam había puesto en peligro.

Cuando el segundo gol fue marcado, Hannah se preguntó por qué no habían seguido su plan de romperles una pierna a los chicos. Apostaba a que así no iban a ir a ningún lugar y se quedarían dentro del búnquer.

—Vamos, Hale. No tú también —bufó Wallace cuando Hannah lo empujó.

—Hazme la vida más fácil y vete al búnquer —suspiró Hannah.

—No hay fantasmas por aquí.

—Aún. 

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Scott temió le iba a dar un infarto cuando Liam comenzó a pelearse con uno de los jugadores del equipo contrario. Cuando vio a Hannah acercarse, suspiró aliviado, pensando que rompería la pelea, solo para volver a temer por su salud mental cuando la chica le dio un puñetazo en la cara al chico del equipo contrario, tirándolo al suelo, y luego a Liam un golpe en la nuca.

—¡Eso es Hale! Enséñale a Dunbar cómo tratar al enemigo —exclamó el entrenador. Hannah lo ignoró.

—Algo está pasando —exclamó Hannah, caminando hacia Scott—. Algo malo.

Missing /teen wolf |running #6|Where stories live. Discover now