-Estas a un nivel mayor que los ángeles. –Aclaró. –Nosotros no tenemos contacto con ustedes, de hecho nadie lo tiene. Ustedes no están en el plano de la realidad humana, circulan en otra dimensión.

-¿Acaso no ves que estoy aquí enfrente tuyo idiota? –Espeté enfadada. –“Otra dimensión”. – Bufé mientras revoleaba mis ojos.

Gael suspiró mientras se pasaba la mano por su cabellera y la despeinaba completamente. Se veía cansado de explicarme lo mismo uno y otra vez, como si fuera una niña chiquita.

-Sé que tal vez no quieras creerme pero es la verdad. –Se quedó callado unos segundos y al ver que yo no decía nada entonces prosiguió. –Hiciste que nuestros pecados fueran absueltos y nos devolviste nuestra esencia. Pero no sé cómo lo hiciste ni el porqué.

-Yo no hice nada, solo me quedé dormida y luego desperté y todo cambio –Dije mientras agitaba mis manos en el aire tratando de explicarle con algún tipo extraño de mímica. Gael solo lanzó un suspiro y luego sonrió.

-O sea que lo hiciste de manera inconsciente. –Asentí con la cabeza aunque no estaba segura de lo que eso significaba. -Retiro mi agradecimiento entonces. –Bufó y yo lo fulminé con la mirada.

-Si todo lo que dices es cierto, ¿Dónde está Iam? –En el momento en que dije eso Gael me observó con seriedad. ¿Acaso todas las noticias referentes a Iam siempre eran negativas? 

-Soy el ángel de la muerte, estaba en tu colegio porque sentí un llamado en ese lugar. –Abrí mis ojos con asombro mientras oía su relato. –No sé quién es la persona que está en riesgo de muerte cuya alma debo reclutar pero sé que es en este lugar, por eso estoy aquí. –Pasó una mano por su cabellera negra y luego prosiguió. –Al principio cuando te vi no te reconocí, pero sentí tu energía. Luego pequeños fragmentos vinieron a mi mente sobre todo lo que ocurrió en el pasado, bueno en realidad tú cambiaste el rumbo de las cosas y es por eso que no recordamos nada, pero las memorias no se borraron simplemente están guardadas como una realidad ajena  a la nuestra. –Me observó a los ojos dándome a entender que la siguiente información no me iba a gustar. –Si yo estoy aquí haciendo mi trabajo, entonces tal vez Iam esté haciendo el suyo en conjunto con los demás arcángeles.

-¿Pero… qué…? ¡Me estás tomando el pelo! –Exclamé paranoica. –¡Cuando apenas lo recupero lo vuelvo a perder, esto es una tremenda mierda! –Observé la expresión desconcertada de Gael debido a mi vocabulario y reí. –Es que… es como si nuestro destino es estar alejados.

-Tal vez lo sea. –Contribuyó y yo le dí un golpe en  el brazo.

-No vuelvas a decir eso. –Lo amenacé poniendo un dedo sobre su pecho.

-¡Pero tú lo acabas de decir! –Pude ver la indignación en sus ojos azules.

-Pero una cosa es que yo lo diga, y otra es que tú lo digas. –Aclaré mientras caminaba a su lado. –Entonces… ¿Cuál es el trabajo de Iam?

-Es un arcángel. –Se encogió de hombros como si eso respondiera todo.

-¿Y? –Cuestioné dándole a entender que tenía que seguir explicando la situación para que yo lograra comprenderlo.

-Y… que ellos no suelen convivir con los humanos, a no ser que sea un caso de emergencia que los ángeles no podemos manejar. –Explicó restándole importancia. Él parecía calmado pero no se imaginaba lo nerviosa que estaba en ese mismo instante.

-¿Me estás diciendo que no lo voy a volver a ver? –Hice un mohín con mis labios como si con eso lograra conseguir algo.

-Lo siento Jay. –Fue lo único que dijo Gael. Siguió caminando y observando a su alrededor como si estuviera tratando de captar alguna señal o energía que lo guiara a su cometido.

DARK SOULWhere stories live. Discover now