CAPÍTULO 10

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Mi padre se encontraba en la puerta con una mirada ceñuda

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Mi padre se encontraba en la puerta con una mirada ceñuda. Suspire profundamente mientras caminaba hacia él con pasos lentos y perezosos, detrás de mí estaba Iam siguiéndome.

Llegue junto a mi padre y estaba pensando en que excusa inventar cuando Iam se me adelantó.

-Disculpe por haber llegado a estas horas. Su hija insistió en venir antes pero el auto se averió y tuve que hacerle unos ajustes y se nos hizo tarde. -No podía creer que él haya inventado todo eso en un segundo, se supone que yo era la inventadora de cuentos profesional. Fruncí el ceño, ni siquiera sabía si existía la palabra inventadora.

-Papa, lo siento por haber llevado el auto sin tu permiso.-la mirada de mi padre se suavizo y una risa estallo de su garganta.

¿Pero qué mierda...?

-¿Piensas que me enoje por eso? Me molesté porque te comiste las cuatro cajas de pizzas en un día y no me dejaste nada, dios Jay!!. -Sentí como mis mejillas se enrojecían con fuerza mientras escuchaba la risa de Iam.

¡Hazle un bien a la humanidad y trágame tierra!

-Tenía hambre... -susurre mientras sentía como mi dignidad caía al suelo y era aplastada por miles de elefantes.

¿Por qué tuvo que decirlo justo enfrente de él?

-No importa, ordenaremos más pizza. Solo debiste avisarme que ya se habían acabado, es que odio tener la heladera sin comida, me gusta mantenerla llena. -Mi padre sonreía como si sus palabras me harían sentir bien, pero no.- Oh, ¿cómo te llamas hombre? Yo soy Andrew pero dime Drew. -mi padre tendió su mano amablemente hacia Iam. Me aterroricé. No quería que ellos se hicieran amigos. No. No y no.

Definitivamente no.

-Iam Desmond, un gusto. -Iam acepto la mano de mi padre y se saludaron.

Mmm...

Jay Desmond, suena sutil.

-Bueno ya tienes que irte-mire a Iam dándole a entender con mi mirada que era hora de marcharse.

-No, déjalo que se quede. Es tarde y él vino contigo así que ¿Cómo se ira? ¿Caminando? No lo creo, asique pasa, cenaremos pizza. -indicó mi padre con una voz cantarina llena de felicidad haciéndole pasar a Iam dentro de la casa.

Él dudo un poco en entrar pero luego lo hizo. Me quedé allí en la puerta como una estatua. Un pánico recorrió mi cuerpo al pensar que ellos dos se hicieran amigos.

Mira el lado bueno...

No hay lado bueno.

Fruncí el ceño y saque automáticamente esos pensamientos de mi mente.

Entre a la casa y visualice a Iam y a mi padres en el sofá mirando un partido de futbol. Parecía como si fueran amigos de toda la vida. Mi padre le contaba sus historias y aventuras e Iam estallaba en carcajadas. Era tierno verlos así.

DARK SOULDonde viven las historias. Descúbrelo ahora