Capitulo XL: La Commedia É Infinita

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Existe (o más bien, yo inventé) una especie de meme o chiste interno respecto a la condición de la comedia en Wattpadistán, en cuanto al hecho de que la gran mayoría de esas historias no hacen reír. Por supuesto, depende de varias maneras cómo uno tome tal aseveración, y me he topado con dos respuestas comunes: muchos me han señalado que en su significado original, “comedia” no necesariamente significa una historia de “jaja” y “jojo”, sino un tipo de historia con características específicas como una con un final feliz para los protagonistas. Créanme, lo he visto, cada vez que traigo a colación eso, no falta el estudiante de letras de primer semestre que viene y me corrige.

Aunque estén en lo correcto, se me hace una manera muy cobarde, si se puede usar el término, de justificarse: aunque en algunos círculos, “comedia” tiene algunos significados variables y completamente válidos, en el día a día, la gente asume que se trata de obras que intentan causar risa y gracia, y ellos lo saben bien; no sólo lo considero pedante como pedir Champaña en la cantina, sino que es una opción segura a prueba de fallas: si te ríes, es comedia, si no te ríes, bueno, es que es comedia pero no ÉSE tipo de comedia.

Pero asumamos para la salud mental del escritor de estas lineas que tomamos la definición cotidiana: una historia que trata de provocar risa y gracia...y ahí tenemos el problema, y el segundo punto que de hecho plantea una buena pregunta.

“El humor es subjetivo”; lo que a mi me puede provocar gracia, en otro puede provocar indignación, o asco, o por otro lado, si es demasiado simple, puede provocar burlas pero hacía mi persona por considerar ese algo digno de risas en primer lugar. Y viceversa: lo que otros puede ser la comedia de nuestra generación, a mi me puede parecer tan gracioso como un documental sobre enfermos de cáncer terminal (¡Te estoy viendo, The Big Bang Theory!)

Pero es un punto completamente cierto: el humor, al igual que muchas otras formas de expresión, está basado no en hechos concretos, sino en interpretaciones, así que aunque “Enamorada de mi Profesor” me parezca tan divertida como ver el pasto crecer, si hay gente que de hecho encuentra gracia en novelas así, realmente no soy nadie para criticar tales gustos.

Y es que lo que causa humor o gracia puede ser impredecible; me gustaría decir qué es lo que me causa tales reacciones, pero hasta para mi encuentro tal tarea difícil de realizar.

Pero quizá podamos ir en unas lineas MUY generales respecto a qué es el humor y la comedia, y que la puede liberar:

* La sorpresa: Probablemente sea lo más cercano a un consenso: la comedia viene de lo inesperado, la comedia difícilmente se ve venir. Una de las razones por las que un libro, un show o una película nueva desatan hilaridad es porque no sabemos qué esperar. Para este punto, supongo que cualquiera que lea esto habrá visto, leído u oído una comedia en su vida, y aunque tenemos nuestros favoritos en el pasado, y algunos de sus chistes nos sigan causando risa, no lo es al nivel que la primera vez. Supongo que tenían razón: la primera vez es especial.

Un chiste que se repite demasiado, por más brillante que nos haya parecido en primer lugar, corre un enorme riesgo de gastarse y, bueno, dejar de ser gracioso, y en todo caso, podría provocar justo lo opuesto: aburrimiento, y tal vez hasta hostilidad.

* La exageración: en muchos sentidos, la comedia, inclusive en aquellas obras que tratan de ser realistas, son más bien una versión aumentada de lo cotidiano. Y en muchos otros casos, la exageración se va simplemente al cielo (Dios sabe que Jim Carrey y Will Ferrell han hecho una carrera de ello).

* El ridículo: ver a alguien atrapado en una situación incomoda puede desatar también la hilaridad. Es ahora un sub-género de comedia especialmente popular en nuestros tiempos, la “Cringe Comedy” o comedia de la vergüenza o incomodidad, en la que el humor se desata por situaciones en las que uno no desearía encontrarse. Series como The Office o Mr.Bean son grandes ejemplos.

* La lejanía: el legendario comediante Mel Brooks dijo una vez que “tragedia es cuándo yo me cortó un dedo, comedia es cuándo tú te caes en una alcantarilla y mueres”, y eso bien puede ilustrar este factor: nos dan risa ciertas cosas, aún si son ridículas o peligrosas porque no fuimos nosotros los que las sufrimos, ni nadie a quién conocemos.

Relacionado, también está esa frase de que la comedia es “tragedia más tiempo”. Un evento catastrófico no parecerá sacar demasiadas risas, y si alguien intenta hacer mofa de ello durante una especie de periodo de gracia, corre el riesgo de ser abucheado y que se le grite que es “demasiado pronto”, pero una vez pasado una cantidad de tiempo, hacer chistes y burlas parece ser juego completamente limpio.

Claro, depende mucho para muchos, y del tipo de tragedia del que uno haga chiste la cantidad de tiempo, que nunca es constante: a nivel personal, quizá en tu adolescencia te irritaba cuándo tus padres te vestían con ropa de niña cuándo eras bebé porque de hecho fueron advertidos por el doctor que ibas a nacer del género femenino, pero de adulto ya con algo más de madurez (y terapias) te des cuenta que tiene cierta gracia y que no es nada del otro mundo, y que al fin y al cabo, a todos nos han ocurrido cosas avergonzantes.

Pero en un nivel mayor, quizá más tiempo sea requerido: cuando el comediante y animador Seth MacFarlane, al conducir la ceremonia de los Oscares, en la cuál la cinta biográfica “Lincoln” sobre tal presidente de los Estados Unidos estaba nominada, a él se le ocurrió decir respecto a Daniel Day Lewis (nominado como mejor actor por su representación del líder norteamericano) bromeó diciendo que “hasta entonces, el único actor que se había metido en la cabeza de Lincoln había sido John Wilkes Booth” (su asesino), la audiencia se sorprendió con horror. El propio Seth declaró a continuación que habían pasado siglo y medio y todavía era muy pronto para hacer chistes sobre tal evento, y que entonces debería prepararse para re-evaluar los chistes de Napoleón que quería contar.

Eso aligeró un poco el ambiente, pero sin duda eso refleja casi a la perfección que no hay tal cosa como un marco universal del humor: admito que supe que el chiste era de pésimo gusto, y sin embargo, me reí, y no lo tomé demasiado en serio dado que, bueno, es comedia: no se debe tomar así (excepto claro, el hacerla).

Y he ahí otra arista a reflexionar: los distintos niveles de tolerancia respecto a la comedia.

Hay ciertos temas que para muchos no son asuntos de gracia en absoluta: el asesinato, la violación, el racismo, el sexismo, y demás. E inclusive entre aquellos que creen que pueden existir chistes de violación divertidos (la comediante Sarah Silverman ciertamente es una experta en el tema) existen distintos niveles de “graduación”, por decirlo así; diferentes barreras que unos pueden cruzar y otros no.

También existe el factor de pertenencia: un comentario que en palabras de uno puede provocar las risas, en boca de otro puede general rechazo. Recuerdo un viejo chiste racista que va así:

“Un mexicano y un negro van en un auto, ¿quién conduce? ¡El policía!”

Me dio gracia, pero porque yo tengo un nivel de tolerancia para el humor negro bastante amplio; no me sorprendería que algunos que hayan leído eso se sientan ofendidos o indignados, y francamente veo su parecer, pero aunque el chiste fue dicho por un comediante estadounidense, era un estadounidense de origen latino, y existe una gran tradición en las distintas escuelas de comedia a lo largo de Latinoamérica de burlarnos de nosotros mismos, de nuestros valores, países, gobiernos, tradiciones y circunstancias, incluyendo, el hecho de que muchos latinos sean encarcelados y arrestados, en muchos caso injustamente.

¿Pero hubiera tolerado el chiste si un blanco, ojiazul de apellido Smith o Johnson hubiera sido quién lo contara? Me gustaría pensar que “sí”, pero los humanos tendemos a ser muy tribales en ocasiones: alguien de nuestra “tribu” puede señalar esos errores e infortunios, pero cuándo alguien ajeno lo hace, es visto como un insulto.

Hay tantos factores en juego en un chiste que no nos damos cuenta, que no me sorprende que sea algo tan subjetivo; es casi como si el sentido del humor de cada persona fuera una combinación muy especifica de números y letras, como la contraseña del Facebook. Creo que lo único en que todos podemos concordar es que el humor es difícil de definir, que varia de persona en persona, y que la sorpresa ayuda, pero no es el único factor.

¿Qué piensan ustedes? ¿Qué tipo de humor o de cosas en general los hace reír? ¿Hay algo de lo que no harían burla o de lo que se sienten mal por hacerlo? No olviden comentar.

PD: Y por favor, ¡NO HAGAN LA PEDANTERÍA DE SOBRE-COMPLICAR EL TÉRMINO “COMEDIA”!

FiccionandoWhere stories live. Discover now