Capitulo LIX: La Huella

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En muchas ocasiones, todo creador de ficción, ya sea un escritor, guionista, director u otra forma de entretenimiento muestra un tema o patrón recurrente en sus obras, incluso si estás son diferentes. No necesariamente es repetición o reiteración, y no es algo que se pueda catalogar como “malo”.

Estamos simplemente frente a lo que se llama “la huella del creador”.

Tiene sentido: todo buen arte tiene en sí una marca del creador; el arte es personal, el resultado de la suma de nuestras experiencias y emociones, gustos y percepciones del mundo como lo ves, como puede ser o como tememos que sea; algunos autores tienden más hacía el negativismo, otros hacía la luz de la esperanza, y hay espacio para prácticamente todo tono de gris en medio.

Eso hace que cada autor o creador se distinga: aquellos aspectos de la vida, la naturaleza o la humanidad que resalta. ¿Qué sería de la obra de Robert Frost sin su referencia a la naturaleza? ¿Qué sería de la obra de Hayao Miyazaki sin sus elaboradas escenas de vuelo? ¿Qué sería de John Green sin sus adolescentes inesperadamente versados en literatura y referencias demasiado oscuras para individuos de su edad?

Pero claro, nada es bueno en exceso; en ocasiones, un estilo o huella de autor particular puede correr el riesgo de volverse demasiado dominante, al menos más qué aquellos aspectos principales que deberían tener más peso e importancia: Tim Burton es un excelente cineasta, y uno puede identificar su estilo con tan sólo un vistazo, pero el puede sufrir del pecado de quizá poner demasiado énfasis a las apariencias por encima del contenido. Tal vez la mejor manera de definir cuándo mucho es mucho es entender que esos pequeños detalles y sellos autoriles deben entrar en función de construir una mejor obra de arte o ficción, no al revés (mas, admito que, como todo arte, es algo subjetivo y que la medida de tolerancia estará en última instancia en la visión del espectador).

Vamos a jugar un poco con el aspecto de las huellas del autor; enunciaré un listado de celebres creadores de historias y algunos de los temas recurrentes que aparecen a lo largo de su cuerpo de trabajo:

* Steven Spielberg: idealismo o personajes idealistas aún en situaciones oscuras, que va desde la amistad de un niño con un extraterrestre en ET, la obra de un pillo convertido en héroe en La Lista de Schindler, un inmigrante atrapado en un hueco burocrático en La Terminal.

* Ernest Hemmingway: Actividades con temas sobre la masculinidad, desde la caza y la pesca hasta la guerra, todo plasmado en oraciones y descripciones cortas y sencillas.

* Butch Hartman: Una serie de factores muy específicos que hasta se les ha llegado llamar “Hartmanismos”: héroes “perdedores” y malos en los estudios, con padres negligentes y un general desprecio hacía los considerados ricos o populares.

* Franz Kafka: Temas de frustración o desesperación contra alguna fuerza que parece imposible de vencer. Una visión oscura del destino y de la vida.

* Aaron Sorkin: Diálogos rápidos y comedia de repetición. Personajes que empiezan como desilusionados cínicos que poco a poco tratan de reconciliarse con cierto nivel de idealismo y una sensación de “no todo está perdido”.

* Guillermo del Toro: Una estética visual compleja y temas de mundos o reinos “escondidos” u ocultos en algún nivel bajo la tierra.

* Mel Brooks: Chistes sobre temas no convencionalmente considerados graciosos (nazis, racismo...); anacronismos con fines de comicidad y sorpresa.

* Tina Fey: Referencias a Star Wars. Héroes o heroínas relativamente sensatos comparados con las excentricidades de los personajes a su alrededor.

* Hans Christian Andersen: Temas de emotividad o sexualidad reprimida; luchas que se pierden contra el destino en el que los actores tienen poco poder; la importancia del alma inmortal.

* Terry Pratchet: Un uso intenso del humor sarcástico, en especial por personajes que a menudo se sienten rebasados por situaciones duras y lo usan como mecanismo de defensa.

Y para hacer esto un poco más interesante:

* Carla Angelo: Heroínas obstinadas; relaciones que tienden a tener algún tipo de prohibición o desigualdad en la dinámica del poder (profesor-alumna, matrimonios por tradición...)

* Anthony Tesla...na, sólo bromeo.

Es algo entretenido, al menos para mi: en ocasiones se puede tener una lectura muy amplia no sólo de la obra sino del autor en sí: como ve su realidad, cuáles valores considera importantes y dignos de enfatizar. No todos tienen una huella tan obvia pero si uno se toma la molestia y el tiempo, se pueden hacer descubrimientos interesantes, no sólo de los autores más grandes y famosos sino también a otros niveles. Inclusive, bien puede ser un fascinante ejercicio de auto-examinación. A todos y todas ustedes que además de leer también escriben, ¿alguna vez se han puesto a pensar en ésto? ¿Qué son esas cosas que parecen asomar su cabeza más de una vez en sus obras?

Vale, el punto no es tampoco obsesionarse con eso, sino con, ya saben, crear historias. Pero hacerlo de vez en vez puede ayudar a entendernos a nosotros mismos, porque nosotros podemos mentir a un nivel consciente, pero es algo más difícil lograr en un nivel inconsciente.

¿Qué otros autores y autoras creen que poseen un sello o huella característico? ¿Aspectos que aparecen y re-aparecen en sus trabajos de manera lo suficientemente constante para ser notados? Bueno, para eso esta éste espacio: para compartirlo, no olviden comentar y veremos que podemos ver desde ahí.

Shalom camaradas.

FiccionandoWhere stories live. Discover now