Capitulo LXVII: Pixereando (Inside Out)

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En muchos sentidos, Inside Out es un filme que estaban esperando desde hace algún tiempo, personas como yo. No creo que pueda llamarme el juez más imparcial respecto a Pixar dado que, mi admiración por el estudio es bien conocida y puede sentirse por la serie de especiales a los que les dediqué. Por otro lado, también hay que admitir que en los últimos años su imagen como ése estándar de calidad que todos los demás querían alcanzar había quedado un poco manchada por películas que, sin ser realmente "malas", no eran a lo que nos tenían acostumbrados, siendo ellos un poco victimas del enorme nivel al que los juzgamos.

Su nueva aventura es una vuelta en forma a esa creatividad e ingenio que les conocíamos, pero también abrí mi artículo mencionando que muchos esperamos éste filme, en el sentido que toca un tema que tendemos a dejar de lado. No sólo el tema de las emociones, el cuál es un tanto común, pero mas bien, su relación con el equilibrio mental de una persona.

Desde afuera, el conflicto parece muy pequeño, casi banal algunos dirán, y no estarían muy errados de todo en sus aseveraciones: Riley, una niña, no afronta hambre ni guerra, como tantos y tantos infantes alrededor del mundo. No es una superheroína de la cuál derivan las acciones que pueden o no salvar el universo, y no hay un orfanato o una casa a la que hay que salvar de ser demolida/comprada/destruida.

¿Su problema? La ansiedad derivada de mudarse.

Pero, ese es el punto: no se trata de lo que se percibe desde el cómodo exterior, sino de una lucha interna, emocional y mental, ilustrada por, y citando a Bob Esponja, una ingeniosa metáfora visual para representar el abstracto concepto del pensamiento. Aquí, las emociones no sólo aquello que guían a nuestra heroína, SON nuestras heroínas y héroes. Es un interesante concepto si se analiza con detenimiento, en que Riley es, tanto la protagonista, como el escenario, y Alegría y Tristeza también comparten el protagonismo al tiempo que son factores internos y externos.

Es una sofisticación narrativa en la que un conflicto funciona a distintos niveles, y que quizá muchos hemos pasado por alto el mencionar, pero lo hacemos porque si bien escrito puede verse revuelto y rimbombante, en acción funciona, y tiene todo el sentido del mundo, es más, sería imposible comprender una linea sin la otra. Escritores de culebrones y novelas deberían tomar atención acerca de como ligar dos subtramas diferentes en una sola gran historia y que siga teniendo sentido. Gente de Pixar mencionó que era una de sus películas más difíciles de conceptualizar porque tendrían que ilustrar algo tan complejo como la mente humana, pero yo diría que, claro, al ser escritor, para mi lo que lograron simplificar fue un nivel de escritura y planeación muy solido que, en manos de alguien menos habilidoso, hubiera resultado confuso.

Pero regresemos al tema de Riley: una niña adorable, con una infancia que casi parecía un paraíso, idílica, llena de diversiones y amistades, y de pronto, se ve un nuevo ambiente. De nuevo, un conflicto que parece pequeño, pero un conflicto bien llevado y desarrollado, aun si se ve chico, puede resultar en una gran historia, y una mejor que digamos, una dónde haya más en juego, pero que no se sienta sentido de urgencia o razón por la cuál el espectador deba preocuparse.

Y es que puede que radiqué ahí el tema central: como para uno que lo vive, un pequeño cambio, que para otros puede parecer poco, puede ser lo que desate una serie de transformaciones y problemas. Riley experimenta una cada vez mayor frustración con su entorno, que la llevan hasta una depresión, y en tal estado toma malas decisiones que pudieron incluso ponerla en un riesgo muy elevado.

En nuestras sociedades, los temas psicológicos tienen todavía muchos estigmas. No entendemos bien muchos de ellos, y simplificamos las cosas al grado que pierden su valor. No es extraño decirle a una persona deprimida que simplemente se "sacuda la tristeza" y se anime. A menudo, muchos perciben como si alguien en tal estado solo está "fingiendo" para no hacer lo que debería de hacer, o que es meramente una cuestión de actitud y todo lo que requiere es pensar en positivo.

En ocasiones, puede que sirvan: no digo que tales respuestas sean erróneas en todos los casos, pero muchas veces se dicen para rehuirle a nuestra incomprensión a las enfermedades mentales, al pensar que uno que las posee está "loquito", que es peligroso, que no es apto para vivir en la sociedad, o demás. Pero hay una enorme disonancia, o más bien, ignorancia auto-infligida, al pensar que sólo son cosas pasajeras, pero luego lamentarnos cuando alguien decide quitarse la vida, para luego ver a los demás rascando sus cráneos diciendo "nadie lo vio venir".

Tal vez si vieron las señales, sólo que no quisieron darles cara.

El filme nunca va a un lugar tan oscuro como para sugerir que Riley tuviera pensamientos suicidas, seguimos hablando de una película bajo el sello Disney después de todo, pero eso no quiere decir que otras decisiones mal tomadas por una mente en mal estado no puedan conllevar consecuencias. Y aunque incomode, o duela o no cuadre dentro de lo que una persona puede considerar normal o no, es mejor tratar con los problemas de raíz y de frente en lugar de encapsularlos y ocultarlos, sólo para verlos explotar después con mayor magnitud.

También olvidamos otro punto: Riley es una niña que está a punto de entrar a la pubertad y la adolescencia, los cuáles no son etapas para nada sencillas, menos aún para las mujeres, las cuáles enfrentan una presión en casi cualquier aspecto y son injustamente juzgadas por cosas que muchos hombres no comprendemos, no por incapacidad, sino porque la sociedad es tan cómoda con el estatus masculino que requiere que demos algunos pasos hacía atrás y hacer un examen de consciencia para de verdad comprender los estándares que un género puede ser sujeto. Afortunadamente ella no enfrenta una bully o vemos una burla porque guste de una actividad que es vista como estereotipicamente masculina (el hockey), pero podría pasar en el futuro.

¿Cómo se resuelve el problema? En cierto modo, no lo hace, y en otro, sí: lo que se pierde, se pierde, así es la vida. Ojala pudiéramos regresar a nuestros lugares felices o no tener que decir adiós a los amigos (ya sea por mudanza, peleas, muerte, etcétera) pero eso no significa que no podamos construir y reconstruirnos para poder ser más fuertes y afrontar nuestras nuevas vidas. Y por sobre todo, aprender a lidiar con lo complejo que pueden ser las emociones. Es fácil desde una óptica infantil pensar que todo puede ser sencillo como estar feliz o estar triste, pero existen emociones mucho más complejas que pueden ser resultado de la combinación de dos o más (nostalgia, por ejemplo, puede ser vista como la unión de la felicidad y la tristeza, o la indignación por la de la ira y el desprecio, por decir algunos) o inclusive emociones tan profundas y especificas que no siempre pueden tener traducción al español exacta (como Weltschmerz, en alemán, que se trata de la emoción triste que se resulta al comparar el mundo idealizado que uno tiene en la mente con el mundo real; Saudade, del portugués, que es el amor que se queda con uno cuando aquello que queríamos ha partido. Agape, del griego, que es un amor incondicional que se siente hacía la totalidad de la humanidad, o Mono No Aware, del japonés, que es la emoción de apreciar la belleza efímera de las cosas por su calidad de efímera, como lo puede ser un atardecer, una flor, la juventud, entre otros).

Como alguien que ha tenido episodios largos de depresión al grado de batallar con ellos con ayuda de tratamiento psicológico y fármacos ocasionales, espero que éste filme logre crear una generación de jóvenes que sepan que no hay que temer ante los problemas que la mente puede acarrear, y que peor sería la negligencia y la ignorancia del tema.

Shalom camaradas.


FiccionandoWhere stories live. Discover now