CAPÍTULO 14

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El viento soplaba con calma a nuestro alrededor

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El viento soplaba con calma a nuestro alrededor. Mis mechones dorados volaban al ritmo de la brisa. Se escuchaba el agudo canto de  los pájaros a nuestro alrededor, como si estuvieran tratando de comunicarnos alguna importante información.  Mis manos tocaban el borde de la cascada, podía sentir la frescura del agua. 

Él estaba a mi lado con sus ojos cerrados y sus hombros levemente relajados. Pareciera como si estuviera en un estado hipnótico leve. Las facciones de su rostro estaban relajadas, no emitía ninguna emoción. Emanaba un aura bastante extraño, como si no perteneciera a este plano. Verlo en este entorno tan mágico, hacía que él se viera aún más etéreo. Apreté la mandíbula tratando de contener todos los comentarios que surgieron en mi mente, simplemente me quedé en silencio mientras lo observaba de reojo.  No estaba completamente sentado como yo, él estaba en cuclillas. A pesar de estar en una posición tan incómoda, se veía completamente relajado. 

¿Cómo carajos no le duelen las piernas de estar así? Definitivamente yo debería hacer más ejercicio.

-Tú no tienes que estar aquí. -Sus palabras me tomaron por sorpresa haciendo que diera un pequeño brinco. Lo miré. Sus ojos seguían cerrados y su aura de tranquilidad seguía intacto, sin embargo, sus palabras sonaban tan frías. 

Fruncí el ceño tratando de comprender lo que me había dicho. 

-¿Ah? Pero si tú me trajiste aquí. -Mi mirada era como la de una niña a la que le habían hablado de la metamorfosis de una mariposa y no entendía un carajo. Y es que yo ni siquiera conocía ese lugar, fue él quien me trajo aquí. 

Él abrió sus grandes ojos grises y me miro con seriedad. De pronto todo el aura de paz se había desvanecido. Se sentía el ambiente un poco más pesado. El entorno ya no se veía tan agradable, el canto de los pájaros ya no era placentero, era inquietante. 

-Exacto. -Dijo simplemente y corrió su mirada hacia el agua. El ambiente empezaba a volverse cada vez más tenso y él simplemente seguía observando la cascada como si estuviera meditando algo en su interior. 

Yo no entendía un carajo y tampoco iba a rogarle para que me hablara. Un revoltijo de emociones empezaba a crecer dentro de mí, una mezcla de inquietud y rabia por su actitud tan cortante e intimidante a la vez. 

Pasaron aproximadamente veinte minutos en los cuales permanecimos en silencio. La curiosidad me carcomía lentamente, pero mi maldito orgullo no me dejaba preguntar.

Él tenía una pose relajada como si todo le importase una mierda. Y seguía con sus ojos clavados en la cascada. Ver el agua caer era bonito pero, ¿Qué tenía de interesante estar tanto tiempo mirándola? Fruncí el ceño una vez más, mis expresiones eran difíciles de controlar. Me sentía desconcertada. Como si él y aquella cascada supieran algo que yo no sé. 

Apreté las manos con fuerza haciendo que mis uñas me rasgasen la piel. Estaba demasiado incómoda, quería respuestas. Necesitaba respuestas y él simplemente estaba ahí sentado en silencio observando el agua caer. Lo peor de todo es que su figura se veía  mágica, como si fuera sacado de alguna película de fantasía. 

DARK SOULDonde viven las historias. Descúbrelo ahora