Diario de un Suicida

Primos

Alexander no se sentía capaz de enfrentar a su primo Anthony.

―Así que, Printsessa, todo eso te pasó ―dijo Anthony sentándose junto a su primo.

Alexander asintió aun sin ser capaz de mirar a su primo. Anthony acarició el diario de Alexander y apretó los labios.

―¿Estás enojado? ―preguntó Alexander a su primo.

―Lo estoy, pero no contigo ―dijo el ruso con una sonrisa.

Anthony se acercó a su primo Alexander y tomó levemente el mentón del más bajo para que lo mirase. Alexander tenía los ojos inundados en lágrimas.

―Tenía mucho miedo ―sollozó Alexander.

Anthony abrazó a su primo.

―¿Por qué no me llamaste? ¿Por qué no le dijiste a nadie? ―preguntó Anthony.

―Lo amaba, Anthony, lo amaba. No quería delatarlo ―dijo Alexander llorando contra el hombro de su primo.

Anthony se separó de su primo y lo miró con incredulidad.

―¿Lo amabas a pesar de todo el daño que te causaba? ―preguntó Anthony sin poder creer las palabras de su primo.

―Sí, el decía que esa era su forma de demostrarme su amor ―dijo Alexander levantándose de la cama para acercarse a la ventana y observar hacia fuera.

―!Eto sukin syn*¡ ―exclamó Anthony.

―Se... de verdad, sé que era un idiota. Pero comprendí que él no me amaba realmente. No fue fácil, en un algún punto me había vuelto dependiente de él. Pero el miedo pudo más que mi dependencia. Sabes, aun me duele todo lo que me hizo, me duelen mucho más los recuerdos que lo que él me hizo. Soy débil Anthony, muy débil. Me culpe. Me hice daño. ―dijo Alexander sincero con su primo.

Anthony se acercó a su primo con el diario en mano.

―Moya Printsessa, este diario debe ser llenado con tus sentimientos, no con tu sangre. Recuerda que eres un Johnson. Además estas relacionado con los Záitsev. Slezy ne priznak slabosti*. Recuérdalo ―dijo Anthony con una sonrisa entregándole el diario a Alexander.

Alexander tomó el diario con una sonrisa. Anthony besó la frente de su primo y salió de la habitación. Caminó por el pasillo y se dirigió al despacho de su tío. Tocó la puerta y esperó el adelante. En el despacho de su tío estaba su padre y su tío.

―¿Qué sucede syn?* ―preguntó Dmitry.

―Espero que el desgraciado que lastimo a Alexander sufra ―dijo con rabia Anthony con un acento ruso muy marcado.

―No te preocupes. Le decía a tu tío que en este momento el maldito debe estar sufriendo ―dijo Dmitry con una sonrisa.

―Es bueno saber que has accedido a quedarte en América ―dijo Andrés mirando a su sobrino.

―Será un placer tío, ahuyentar a la peste de la familia me encanta. Y por lo que dijo el hombre que investigo a Samuel el rubito querrá desquitarse con Alexander. Espero que el idiota busque a Alexander disfrutare recordarle que está en la mira de los Záitsev ―dijo Anthony con una risa sínica.

* Eto sukin syn: Ese maldito hijo de puta

* Slezy ne priznak slabosti: Las lágrimas no son señal de debilidad

* syn: Hijo