Familia

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N/A: Hola sensuales lectores ¿Cómo están? Primero quiero disculparme por el retraso pero comencé la universidad x.x y en mi residencia no hay internet y no me da el tiempo para ir a algún cyber(?) así que actualizare cada 15 días que es lo que tardo en ir a mi pueblo y en mi casa si tengo internet!. Pero obviamente les traeré todos los cap que vaya escribiendo en el transcurso de esos días. Hoy les traje dos. Espero les gusten.

...

Alexander suspiró antes de entrar a su casa. Sus padres lo esperaban en la sala. Salome estaba más tranquila, Andrés sonreía tristemente, Alison tenía un puchero, James estaba de brazos cruzados y Thomas tenía uno de sus muchos resúmenes de anatomía en las manos.

—Alexander —comenzó Andrés—, antes de que digas algo tu madre y yo pensamos que sería mejor para todos hablar mañana. Ya hemos pasado suficientes tragos amargos por un día —Andrés se interrumpió, suspiró y se acerco a Alexander—. Hijo, sí está en tú deseo contarnos que sucede te escucharemos, digas lo que digas nuestro amor será el mismo, incluso más grande.

—Mañana no iré a la tienda, creo que Estefan la atenderá bien sin mí —dijo Salome con una sonrisa acogedora.

—Yo llamaré mañana a la oficina, no iré a trabajar. Necesitamos un tiempo en familia y no creo que esperar hasta el fin de semana sea lo más conveniente.

—Entonces mañana no iré a la prepa —Saltó entusiasmada Alison.

—Yo mañana sólo tengo que presentar un trabajo de geografía, pero es en grupo, le diré a Roberto que se encargue —dijo James.

—Yo debo ir en la mañana a la universidad pero tengo la tarde libre —dijo Thomas alejando sus resúmenes.

Alexander miró a su familia, asintió y limpió sus lágrimas.

—Bien, está decidido acamparemos en el cuarto de su madre —dijo Andrés con una mirada melancólica mientras los recuerdos asaltaban su mente.

—¡Yei!, vamos James, Thomas ayúdenme a mudar mi colchón al cuarto de mamá, luego el de Alex y el de ustedes... —decía Alison mientras corría hacia las escaleras arrastrando a sus hermanos mayores.

—Ve, no te preocupes. Hoy será día de películas en familia, hace mucho que no lo hacemos —dijo Andrés.

Alexander fue hasta las escaleras y antes de irse giró y vio a sus padres en su propio mundo.

—Por qué siguen diciendo que ese cuarto es sólo mío —se quejó Salome.

—Porque es tuyo al igual que está casa. Yo sólo los tengo a ustedes. Con eso me basta. Trabajo por ustedes cinco.

Salome besó a Andrés.

—Querido, es momento de que trabajamos para Alexander. Hace mucho que está sí. Pensar que sufre me parte el alma pero no saber por qué me revienta. Dios, mi niño. —dijo Salome con lagrimas en sus ojos.

—Mañana hablaremos con él, nos dirá lo que crea qué debamos saber. Poco a poco sabremos que sucede. Me sentí decepcionado cuando vi que se hacia daño pero la palabras de la psicóloga me hicieron cambiar de opinión. Y sí el que está decepcionado de nosotros es él, y sí es Alexander el que debe sentirse así. No quiero ser como mi padre, tú me has enseñado a ser mejor, no quiero cometer los mismos errores con él.

—No lo aremos, lo ayudamos. El nos ayudara y todos mejoraremos como familia— dijo Salome acurrucada en los brazos de su esposo.

Alexander lloró en silencio, debía contarles, no quería que sus padres tomaran la culpa de algo que no les correspondía.

Alexander esa noche tomó una decisión, pero ya sería al día siguiente. Por ahora sólo disfrutaría de su familia y ese momento que le ayudaría a enfrentar el doloroso camino que les esperaba.

Diario de un SuicidaWhere stories live. Discover now