Diario de un Suicida

Sincero

(Escena siguiente de la anterior)

Gustavo miraba insistentemente a Rodrigo.

―Así que, ¿me dirás o no? ―preguntó Gustavo.

―Es que, me miras fijamente ―exclamó algo avergonzado Rodrigo.

―¿Qué?... no me digas que después de tantos años te vas a hacer el tímido conmigo ―Rodrigo solo se encogió de hombros―. Vamos hombre si te he visto en cueros.

Rodrigo y Gustavo se miraron en silencio y se estremecieron.

―Hombre, ¡eso se escuchó muy mal! ―dijo medio traumado Rodrigo.

―Odioso. ¡Dime de una puta vez!

―Bueno, tu sabes que...

―No, no sé. Por eso te pregunto ―interrumpió Gustavo a Rodrigo.

Rodrigo fulminó con la mirada a Gustavo antes de seguir.

―Decía que... Alexander me gusta, pero no en plan... ya sabes... te doy y me olvido de ti.

―¡Aaargggh! Hombre te dije que nada de comentarios sexuales. La imagen no se ira de mi cabeza.

―¡¡¡Mierda, deja de interrumpir!!! ―gritó Rodrigo.

―Pero es que te das el postín de tu vida para contarme, solo dime que te gusta de él o por qué te gusta. Yo qué sé. No entiendo toda esta confusión que te creas.

―Sí, me gusta. Es muy dulce y tierno ―aceptó Rodrigo―. No sé si él me ve así, pero él... digamos que tiene cierta historia complicada que nadie conoce, que yo no conozco. Y al parecer fue con otro tipo que resulta estar demente....

Gustavo tapó la boca de Rodrigo―. Hombre, ya te dije que no quiero saber sobre los demonios de Alexander quiero saber qué es lo que te atormenta. Te conozco estas con esa pose de me tirare primero del puente para que tu caigas sobre mí y vivas. Me interesa tu situación no la de otros.

Rodrigo permaneció en silencio, hasta que suavemente dijo:

―No me molesta nada de su forma de ser, es genial, me hace enternece lo tímido que es pero hay una cosa de él que me molesta. Quiero ayudarlo pero no deja que lo ayude. Y también esta esa chica Michelle, sé que son amigos pero me hace sentir, así, inseguro. Y también está el hecho de que el otro tipo que jodió la vida de Alexander aun significa algo para él, pero no sé de qué forma.

―Estas hecho un lío ―dijo Gustavo dando suaves palmaditas a Rodrigo―. Pero hay algo en que coincido contigo, también me siento inseguro con respecto a Alexander.

Rodrigo miró sin comprender a Gustavo.

―Piensas que te cambiare por él ―preguntó Rodrigo con una ceja alzada luego de unos segundos de silencio.

Gustavo golpeó en la cabeza a Rodrigo.

―¡Si serás menso! Yo sé que tú no me cambiarías aunque eso signifique dinero para tu bolsillo... ¡no coloque esa cara como si lo estuvieras considerando! ―dijo Gustavo mirando con sospecha a Rodrigo―. Me refiero a que Alexander es muy unido a Michelle.

Rodrigo rio―. No sé por qué simplemente te le declaras.

―No es fácil.

―Te entiendo ―dijo Rodrigo pensando en lo difícil que le era acercarse al de cabello azabache.

Rodrigo sabía que si quería estar con Alexander debía ser poco a poco. Pero primero ayudaría a Alexander con sus ganas de cortarse. Ya no quería ver ni una marca más en sus brazos.

―Oye Gustavo, ¿me acompañas a una tienda de mascotas?