Diario de un Suicida

Preocupado

Rodrigo se sentía ansioso, Alexander aun no llegaba a la escuela. El chico de ojos verdes temía que Alexander estuviese en problemas con sus padres. Rodrigo mantenía las esperanzas para que en cualquier momento Alexander apareciera para asistir a las clases de la tarde, pero a medida que el día pasaba y la primera clase de la tarde se acercaba Rodrigo perdía las esperanzas.

―¡Oye! ¡Hermano calmate! ―dijo Gustavo dándole palmaditas en la espalda a su mejor amigo―. ¿Por qué estás tan preocupado? ―preguntó segundos después.

Rodrigo suspiró pesadamente y hundió su rostro en sus brazos. Rodrigo y Gustavo estaban en la azotea en la que Alexander solía esconderse.

―¿Y tu chico arcoíris? ―preguntó Gustavo.

―¡No lo sé! ―dijo Rodrigo algo ahogado porque no había levantado su rostro.

―Por eso estás así todo.... Mmmmh... ¿preocupado? ―dijo Gustavo sin saber realmente el motivo de la actitud de su amigo.

―¡Claro que estoy preocupado! ―exclamó Rodrigo como si fuese lo más obvio, el de ojos verdes tomó a Gustavo de los hombros y agregó―. Puede que castiguen a Alexander, y todo por mi culpa. ¿Y si sus padres lo sacan de esta preparatoria? ¿Y si no lo vuelvo a ver? ¡Ni siquiera le he dicho que me gusta!

Gustavo miró sorprendido a su amigo.

―Hombre, no entiendo que dices. ¿Desde cuándo eres tan pesimista?

Rodrigo miró fijamente a su amigo quien lo miraba con expresión sorprendida. El de ojos verdes recordó que Gustavo no sabía de las marcas en los brazos de Alexander.

―Es difícil de explicar. Si te contase me sentiría un sucio traidor. Es un... secreto de Alexander o eso creo que es.

Gustavo se alejó del agarre de Rodrigo y miró al frente pensativo.

―No me digas que es lo que pasa con Alexander. Dime que es lo que a ti te pasa.

―Sé que no te gusta que te hable de mis "mariconadas", sé que te incomoda.

Gustavo apretó los labios.

―¿Acaso eres idiota? No me incomoda que me cuentes tus cosas, eres mi mejor amigo. Los amigos están para escuchar y esas estupideces cursis. Pero solo ahorrate todo lo sexual, eso es lo que me incomoda.

Rodrigo miró a Gustavo y sonrió débilmente.

―Sí, no quiero profanar tu virginal mente de macho alfa.

Gustavo le sacó infantilmente la lengua a Rodrigo.

Rodrigo seguía preocupado pero al menos podría contrale a su amigo lo que realmente sentía por Alexander. Sin miedo a ser juzgado. Después de todo Gustavo siempre seria de mente abierta.

N/A: Denme un momentito y subo los otros dos. mi madre necesita la pc. esperense tantito. 

Por cierto el que tiene la chamarra verde es Rodrigo el otro es Gustavo. 

...