Diario de un Suicida

Reencuentro

Alexander salió de sus recuerdos cuando escuchó que alguien lo llamaba.

―¿Alexander? ―dijo una voz conocida para el mencionado.

Alexander levantó la vista y lo vio a él, el dueño de sus pesadillas.

―Samuel.

―Alguna vez te dije que me fascina verte llorar ―dijo con una sonrisa lejana Samuel.

―¿Qué haces aquí?

―Solo paseaba.

Alexander apretó los puños, no quería estar cerca de él. No quería.

―Aun me temes ―dijo con una sonrisa de suficiencia Samuel.

Alexander se levantó y estaba dispuesto a irse pero Samuel lo tomó del brazo. Un gemido lastimero salió de su boca.

―Apenas te he tocado ―dijo sin comprender por qué a Alexander le dolía ese simple agarre.

Samuel curioso por la reacción levantó la manga y descubrió las heridas de Alexander. El pelinegro se zafó del agarre.

―¿Quién te hizo eso? ―preguntó Samuel enojado.

―Lo he hecho yo.

Samuel sonrió―. Eres una persona tan frágil que con una sola palabra sueles romperte. ¿Recuerdas cuando te rompía? Dime, Alexander ¿esas heridas son por mí?

Alexander apretó los puños―. No te creas tanto.

―Así que son por mí.

―No, no lo son, son por mí. Son por mi familia. No son por ti. Nunca serán por ti.

Samuel rio suavemente―. Vamos, no te pongas así. Pareces un gatito asustando tratando de parecer enojado. Mirate, estas temblando. Aun eres débil por mí, sé que aún me amas.

―Te equivocas. Te odio por las veces que me destruiste, me odio a mí porque siempre fingí estar bien. Pero sobre todo te odio por arruinarme, te odio por las palabras que dejaste en mi cabeza cuando rompiste mi pecho. Te odio por las palabras que dijiste cuando me golpeaste. Te odio porque tengo miedo. Por tu culpa no puedo estar con alguien sin sentir miedo a que me toquen o me lastimen. Te odio porque lastimo a quien me gusta con mi miedo.

Samuel miraba serio a Alexander―. ¿Te gusta alguien más?

―Sí, pero ese no es tu problema.

Samuel sin poder contenerse más golpeo el rostro de Alexander―. Solo debes verme a mí ―gritó.

―¡Alexander! ―gritó James llegando frente a Samuel― ¿Qué te pasa desgraciado? ¡Alejate de mi hermano!

Thomas estaba juntó a su hermano ayudándolo a levantarse.

―¿Viniste a buscarlo? ―pregunto Thomas a su hermano menor, Alexander negó.

―¿Qué sucede? ―preguntó Rodrigo llegando a la escena― ¿estás bien?

Alexander asintió. Rodrigo tímidamente tomó la mano de Alexander y le regaló una sonrisa reconfortante. Alexander se sonrojo.

―¿Es él? ―preguntó enojado Samuel.

―Samuel, largate. Entiende que tú y yo no somos nada. ―dijo al borde de las lágrimas Alexander.

Rodrigo miró sorprendido al hombre frente a él. Frunció el ceño y lo miró con odio.

"Así que este es el desgraciado" pensó con odio Rodrigo.

―Será mejor que vallamos a casa ―dijo Thomas viendo como su hermano se relajaba por la presencia de Rodrigo.

―¡ustedes no se van! ¡tú no te vas con él! ―grito Samuel señalando a Rodrigo.

Rodrigo cansado de tanta idiotez se fue contra Samuel y le asentó un puñetazo tirándolo al suelo.

―Me vale madres quien seas, alejate de Alexander. ―amenazo Rodrigo.

―Solo eres un niñito ―dijo Samuel levantándose yéndose contra Rodrigo, pero James intervino y también golpeo a Samuel.

―¡Ya basta! ―gritó Alexander.

Alexander se acercó a Rodrigo y lo tomo de la mano mientras que James volvía a golpear a Samuel dejándolo en el suelo.

―¡Metete en tu puñetera cabeza que Alexander no está solo! ―gritó James.

Los hermanos Johnson y Rodrigo se dispusieron a regresar a casa dejando a Samuel en el parque maldiciendo.

N/A: Estoy emocionada esto se pone cada vez más intenso. Ñakañakaña. Bueno escribiré el siguiente. Asjhbdjfbjhsa hoy estoy explosiva con la inspiración, veamos cuanto puedo desenrollar el carrete.

Se que Samuel y Alexander ya se habían visto antes, pero vamos ese no fue tan significativo solo fue para que Samuel entrara en escena. este si es un verdadero reencuentro, después de todo en el primero había publico alrededor y en este no había nadie mas aparte de los involucrados. 

Disfrute como nunca que Samuel recibiera un poco de dolor. pero aun falta. JAJAJAJAJAJA