Sexta página

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Alexander estaba en el salón de clases. Alexander estaba en sus pensamiento cuando alguien toco su hombro. Un estremecimiento desagradable recorrió su cuerpo. Miró con horror quien lo había tocado y descubrió a Michelle que lo miraba.

―¿Te molesta si formo equipo contigo? ―Alexander pestañeo sin entender―. ¿El trabajo? ¿El qué acaban de poner? ¿Siquiera prestas atención en clases?

Alexander se sonrojo.

―Puedes ponerte conmigo... ¿Qué hay que hacer? ―preguntó en voz baja.

Michelle sonrió radiantemente. La chica se apresuró a traer su mesa y su asiento para sentarse junto a Alexander.

―Bueno, el profesor Hamilton, ordenó que cada quien formase grupos de tres o trabajasen en parejas... ―Alexander miraba fijamente a la chica―. Para... por favor no me mires así ―pidió.

―¿Qué? ¿Cómo te miro? Yo... lo siento... no quería... mi madre dice que hay que mirar... hum... a quien habla... yo lo siento... no... lo siento... yo... mejor me callo.

―¡Esta bien!, tranquilo. Es que tu mirada es muy intensa, penetrante.

Alexander asintió, pero no volvió a mirar fijamente el rostro de Michelle.

―Bueno, debemos responder unas preguntas del libro ―Alexander asintió.

Alexander sacó su libro de literatura, algunas hijas, su lápiz, algunos colores y su diario.

Michelle miró el diario de Alexander, reconoció que era el cuaderno que tenía Alexander el día anterior. Dirigió su mirada al brazo izquierdo de Alexander, tratando de ver bajo la chaqueta de Alex, tratando de descubrir si había nuevas heridas en la pálida piel del chico.

Michelle apretó los puños, quería preguntar, quería ayudar pero sabía que no podía. Ella era una desconocida para él.

―Michelle... ―La mencionada miró a Alexander―. ¿Rodrigo me está mirando? ―preguntó en un susurro el chico.

Michelle descubrió que Alexander estaba nervioso. Disimuladamente dirigió su mirada a Rodrigo. Efectivamente el chico miraba fijamente a Alexander.

―Si ―respondió en voz baja. Alexander gimió desesperado.

―¿Por qué hace eso? ―pregunto confundido.

―No lo sé. Mejor hagamos la tarea.

A la hora del almuerzo Alexander caminaba por los pasillos por la escuela hasta que escuchó que alguien lo llamaba.

―¡Alex!

Alexander giró y se encontró con Emmanuel el novio de Alison.

―¿Qué sucede? ―preguntó mirando el suelo el chico.

―Hey, no tienes por qué ser tímido conmigo, cuñadito. Solo te traía esto. ―Emmanuel entregó un almuerzo a Alex.

Alexander miró sin entender.

―Ali, dijo que lo olvidaste en casa. Está ocupada con su club de pintura pero me pidió que te lo entregase. ―Emmanuel sacudió el cabello de Alexander ignorando la incomodidad y el miedo que le causaba el toque.

―Gra...gracias.

―Nos vemos cuñadito... por cierto... si Sebastián te sigue molestándote solo debes decirme, pondré en su lugar a ese chico.

Sin más que decir Emmanuel se marchó dejando a Alexander con los ojos acuosos y el miedo recorriéndole el cuerpo.

Alexander caminó lentamente por los pasillos. "Inhala, exhala. Vamos Alexander, no te puede dar un ataque de pánico. Estas en público" pensaba el pelinegro.

Llegó a la azotea y se dejó caer al suelo. Comenzó a respirar dificultosamente. Buscó entre sus cosas y saco su diario. Abrió el cuaderno, tomo su lápiz y comenzó a escribir en la sesta página.

"Cuando me siento mal, tengo la costumbre de alejarme de todos, de aislarme para no preocupar a nadie o simplemente para no sentir que molesto."

No era suficiente. Esos días lo habían tocado muchos desconocidos.

Las imágenes llegaron a su mente, borrosas, como un recuerdo lejano. Felicidad que se transformó en tristeza. Amor que pasó a ser obsesión. Una caricia que se transformó en un golpe, un susurró que se transformó en grito. Algo placentero que se transformó en dolor. La sangre estaba por todos lados. El dolor lo recorría por completo. No una vez, no dos veces, muchas veces. Una disculpa hipócrita. Una promesa rota.

―No... no... no... basta... sal de mi cabeza ―Alexander comenzó a llorar.

N/A: los demonios del pequeño Alex comienzan a manifestarse. Sé que se preguntaran porque Alex es así. Pronto lo comprenderán.

se que debo estudiar pero es que tengo varios caps acumulados. 



Diario de un SuicidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora