Capítulo 71

26 2 0
                                    

-¿qué...?- digo intentando ver lo que pasó.
- lo siento, ¿ estás bien? Soy una distraída completa. No te vi.- dice una chica de mi edad que extiende su mano para ayudarme a levantar.
La acepto y al tocarla una imagen pasa por mi cabeza: el mar tropical. Solo lo he visto en fotos, pero la imagen me pareció viva al tocar su mano.
La suelto al instante.
La examino.
Tiene el cabello rubio, casi blanco cayéndose por su espalda en ondas y los ojos azules oscuro en constante movimiento. Como el mar.
Usaba un vestido carmesí de los años 20 muy elegante.
Es hermosa. Envidiablemente hermosa.
Al instante recuerdo el consejo de Octubre sobre la rosa. Hasta la flor más bonita tiene espinos y los de ella parecen estar muy bien escondidos, aunque sin ninguna duda existentes.
Decido hablar educadamente con ella.
- estoy bien, gracias. La distraída soy yo.
- las dos lo somos.
Nos reímos suavemente por gentileza y ella me extiende la mano en un saludo formal.
- soy Adele Rose.
- Siberia Winter.
Ella echa la cabeza a un lado moviendo los cabellos y al instante siento una brisa de mar refrescante. Viene de ella.
- eres la nieta del dios con Diciembre. Fuiste una gran jaqueca para Arcansio.
- supongo que sí.
No puedo evitar preguntar:
- ¿ eres un ser de agua?
- sí ¿ se nota verdad?
Muevo mi cabeza asertivamente.
Pasamos por un pequeño silencio y cuando iba a seguir mi camino ella dice:
- sin querer ser entrometida, pero ¿ qué hacías caminando por ahí?
Temía que ella preguntara eso. Por eso, ya tenía una respuesta preparada.
- según entiendo, no soy ninguna prisionera y además, lo único que planeaba hacer era buscar la enfermería para ver a mi amiga Katy. Aunque estoy un poco perdida.
- ¿ a estás horas?
- la preocupación me impedía caer en los brazos de Morfeo.
- la enfermería está a la derecha; por allá.- me indica.
- gracias.
Ahora tendría que ir allá.
Me alejo de Adele Rose después de despedirme adecuadamente. En el camino a la enfermería pienso en el por qué ella estaría arreglada caminando por ahí y no encuentro una respuesta. Llego al tópico siguiendo mi mapa mágico.
La puerta está abierta y no hay nadie.
Solo una cama está ocupada.
Es Katy.
Está tarareando una canción antigua con los ojos cerrados y tiene una cosa negra y maloliente en el tobillo que sigue en una posición extraña.
- Katy- susurro.
- ¡ Siberia! Estaba muy asustada. Qué bueno que estás aquí.
Le cuento el por qué acepté quedarme y lo qué pasó con Aeneas y Adele.
- no confíes en ninguna persona aquí que no sea yo.
- y mi familia.
- bueno...
- son confiables. Solo están siendo engañados.
- claro, lo siento. Ahora vete que necesitas dormir.
- sí.
Me voy después de abrazarla y al encerrarme en mi cuarto y cambiarme me duermo al fin.

SiberiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora