Capítulo 68

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Lloro en el hombro de Amanda y me siento sucia. Me siento como una asesina.
- no es como para que hagas tanto escándalo-dice Arcansio.- lo vamos a enterrar. Pero fue des necesario lo que hiciste.
- maté a alguien- digo.- y tú solo piensas en su entierro.
El dios suspira y continúa a hablar.
- Ares es un ser del elemento tierra. Como tu amiga es hecha de fuego, él es hecho de tierra. Si lo enterramos vuelve a la vida.
Por eso no se movió cuando Katy lo pateó y por eso también no sintió miedo cuando lo iba a " matar".
Me siento aliviada y me calmo.
- ¡ háganlo pues!
- lo haremos, solo te tienes que calmar Sib.- argumentó Amanda.
Miro a Katy, quien sigue desmayada en el suelo.
-¿ y a ella como la curamos?
- no tenemos seres de fuego en el Castillo de Obsidiana y por eso todavía no lo hemos averiguado.- dice Samantha.
- no te preocupes, la llevaremos a la ala médica y allí curanderos y hechiceros la verán.- dice el dios con una sonrisa pequeña y forzada.
- las Musas Frías saben cómo curarla, podemos volver y...
- no. Ya no volverás a ver a las Musas Oscuras.
- pero...
- no.
Bueno, tal vez si me quedaba y examinaba el terreno y al enemigo mejor tendríamos ventajas.
Puse mi cara más convincente de derrota y dije:
- bien, me quedo; pero sólo hasta que Katy se cure. Y también quiero pedirle disculpas a Ares.
Samantha y su expresión burlona me dicen que no se lo cree.
Ella no me importa.
- correcto.- dice Arcansio y se dirige a Amanda- Amanda, lleva a Siberia a una habitación y préstale ropas.
- no quiero separarme de ella- digo y me agacho junto a Katy.
- ¡ déjate de malcriadeces y acompáñala a tu habitación!- me grita Amargada.
Se me fue la paciencia.
- puedes decirme cualquier cosa, pero no me vas a gritar mujer asquerosa.
Mi hermana se sorprendió con mi agresividad y me jaló fuera de la biblioteca sin dejar que su madre responda.
- tienes que ser más educada con ellos Siberia. Solo quieren tu bien.
Si " mi bien" es mantenerme prisionera, ellos solo quieren mi bien.
- estoy cansada ¿ me llevas a mi habitación?
- vamos.
Caminamos por algunos pasillos oscuros y me di cuanta que, por más grande que fuera el Castillo de Mármol; el Castillo de Obsidiana era mayor.
Mayor y mucho más oscuro. Oscuro y siniestro.
Llegamos a un pasillo con una serie de puertas.
- esta es tu habitación- apunta a la habitación de en medio.- la de la izquierda es la mía y la de la derecha es la de Octavio.
¡ Octavio!
Mi hermano estaba aquí.
Corro hacia la puerta de la derecha y la abro.
Adentro está mi hermano sentado en un escritorio con montones de papeles frente a él y una expresión de concentración.
Sin mismo que vea me tiro en sus brazos.

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