Capítulo 21

44 8 0
                                    

Había tenido pesadillas toda la noche y cuando había podido conciliar el sueño me despierta mi alarma, diciendo que ya son las 7 y tenía que arreglarme y terminar de arreglar mis maletas.
Me ducho con agua fría ( en pleno invierno, pero como ya dije antes no tengo frío) y me pongo una ropa cómoda.
Tenía que parar de tener pesadillas tan feas, mi almohada amanecía mojada por lágrimas y mis ojos con ojeras tremendas. Me sentía débil y soñolienta por no dormir pero también estoy curiosa por mi hermano haber pasado la noche en la habitación de Amanda.... No lo creía capaz de cierta manera.
Miro por la ventana y me sorprende ver tanta nieve, ya sé que estamos en pleno invierno pero en los últimos días nos había sorprendido un poco de sol. Que clima tan loco.
Que no tuviera frío no significaba que no me enfermara así que cogí una bufanda y una casaca más caliente.
Salí de la habitación y vi salir a Octavio de la recámara de Amanda. Le sonreí y le dediqué una mirada cómplice, pero el se limitó a poner la cara de " no me jodas" tan característica de él.
Se mete a su habitación y yo bajo mis maletas y veo que la de mis padres ya están allí. Y también ellos. Los dos tienen una expresión preocupada y todavía no me ven. Escucho su conversación.
- no puedo creer que aceptaras la oferta de esa mujer en quedarnos aquí, que bueno que ya no vamos.- dice Laelia con asco evidente.
- no teníamos opción cariño, y lo sabes- dice mi padre apenado.
- cuando ella se desmayó, pensé que se había consumido- dice mi madre con los ojos llorosos.
Hablan de mí, pero no entiendo nada.
- ella es fuerte y es de Diciembre- mi padre se ve orgulloso.
¿ de diciembre? Sí, nací en diciembre pero mi padre dice el nombre con cierta propiedad.... Como si fuera un nombre.
En eso mi hermano baja las escaleras con su maleta y yo me pongo a su lado, simulando que habíamos bajado juntos. Aunque mi maleta estaba con la de ellos.
- hijos, no queremos incomodar a las Shine, así que vámonos sin hacer tanto ruido y las dejaremos dormir. - mi madre se ve ansiosa para irse.
- demasiado tarde Laelia, ya despertamos.
Samantha hasta en las mañanas se ve majestuosa; en cambio, Amanda está despeinada y se ve soñolienta.
Mi amiga corre a mis brazos y Samantha se acerca a mi madre y la abraza con cierta incomodidad, mamá no corresponde el abrazo.... Siempre es tan rara con Samantha.
- te voy a extrañar amiga- se ve muy triste, pero como bipolar que es sonríe- pero siempre nos vamos a ver.
- claro- le digo.
Se acerca a mi hermano y se besan con amor y pasión.Amanda se retira y le dice algo en el oído a mi hermano. Él se sonroja.
Samantha se acerca y nos da un abrazo a mí y a Octavio, también dice que fue un placer tenernos aquí.
En diez minutos llegamos a nuestra casa y hay tantas cámaras afuera que me mareo.

SiberiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora