Capítulo 63

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Después de disculparse millones de veces por el olvido, Katy me entregó mi celular. Parecía nuevo y al usarlo descubrí que funcionaba hasta mejor que anteriormente.
- gracias por arreglarlo. Parece nuevo.
- fue fácil. Bueno, ve a elaborar un plan o a estudiar. Te tienes que dedicar si quieres que esto funcione.
- sí, voy a la biblioteca.
***
El resumen de mis días siguientes fue este: luchar, estudiar sobre el dios y elaborar un plan. No descubrí gran cosa sobre el enemigo, pero tenía un mapa de su castillo y sabía dónde estaba el calabozo.
En mis sueños, veía cosas sin explicación. Todo es tan confuso que lo único que tengo en claro es que quiero rescatar a mi familia lo más rápido posible. No me permití pensar en la supuesta guerra.

El día del rescate

Son las 6:35 p.m y mis nervios me van a consumir. Hay tantas preguntas en mi cabeza... Pero tengo que ser optimista. Tengo un plan del cual estar orgullosa.
Todas nos reunimos en la biblioteca a discutir los últimos detalles.
- ¿ ya tienen las mochilas arregladas?- pregunta Noviembre, la que tampoco está serena.
- sí; tenemos las armas, los medicamentos, posiciones y maquillaje mágica.- dice Katy, quién va conmigo.
Sí, " maquillaje mágica" es un polvo que se usa para disfrazarse. Te puedes convertir en cualquier cosa viva. A mí me encanta usar ese truco.
- repasemos el plan: nos maquillamos como guardias, llegamos con un portal a su biblioteca; que según informantes de Diciembre estará vacía. Después, vamos a los calabozos, desmayamos a los guardias, los escondemos. Maquillamos a mi familia y salimos de allí sin que nos vean-le dije a Katy.
- vamos al baño...
- esperen- Octubre interrumpió a mi amiga- ¡ tengo un regalo!
Nos acercamos y ella nos entregó dos aparatos pequeños.
-¿ qué es esto?- pregunté.
- son dos comunicadores. Con ellos nos pueden pedir ayuda y consejo.- dice Diciembre, manifestándose por primera vez.
- gracias- decimos las dos a la vez.
- un detalle, no se puede maquillar el dispositivo.
- ok.
Fuimos al baño de una habitación cercana y comenzamos.
Transformamos nuestra ropa de combate y las mochilas en el uniforme de los guardias y después con mucha protesta nos rociamos con una poción que nos convirtió en hombres.
-¡ no quiero ser hombre!- dije, ya no reconociéndome en el espejo.
- tampoco. Pero no hay guardias mujeres en el Castillo de Obsidiana.
Ese debería de ser el nombre del castillo del dios.
- ¿ aquí hay guardias? Nunca los vi.
- sí, pero se encuentran en una parte bastante aislada de la de los huéspedes. Casi no los solicitan.
-¿ y quién les cocina?
- una mortal que planeaba construir una casa aquí y vivir sola. Un problema. Luego la hicimos cocinera de los guardias.
Bueno.
- hay que cambiarnos la cara.
- quiero tener ojos verdes y el cabello negro. Si soy un hombre, por lo menos uno guapo.- digo.
- jaja, yo quiero ser rubio y tener los ojos azules- dice ella.
Nos maquillamos y quedamos " listos".
- me daría un beso.- dice Katy.
-¿ ya has dado tu primer beso?- pregunto.
- no, nunca salí de aquí ¿ cómo es?
- te lo diría si supiera.
-¿ en serio nunca diste tu primer beso?
- no, ya me gustaron algunos chicos del colegio pero, la mayoría ni siquiera me conocía.
Nos callamos un rato y al fin Katy dijo:
- vamos, ya es hora.
Salimos y vimos a las Musas Frías o a las Musas Oscuras babeándose por nosotras, o mejor dicho; nosotros.

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