Capítulo 9

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- La ayudo señora
- no, no es necesario....
- Octavio
- Octavio, lindo nombre
Samantha se veía blanca y le temblaban las manos
- mamá, estás bien?
- s- sí hija
- Antes de que preguntes, esta es mi amiga y aquel es su hermano, mi novio
En eso hasta yo me sorprendí, la mandíbula de mi hermano llegaba al suelo y su mamá estaba perpleja
-¿ tu novio?¿ desde hace cuándo ?
- desde hace unos 40 minutos
La mujer se puso todavía más pálida , si era eso posible.
- necesito descansar
- no queríamos molestar, es que nos olvidamos la llave de nuestra casa adentro de la casa , nuestros padres trabajan hasta tarde y donde trabajan no hay señal- dijo mi hermano incómodo( creo que no sabía que tenía novia)
- ¿ en que trabajan sus padres?
- mi padre es cazador y vende carne en el mercado de la ciudad y mi madre vende queso también en el mercado.
- ¿ tu madre?
- sí
Ahora la mujer estaba roja.
- ok
- pueden quedarse cuanto quieran
- gracias
- cálmate- dijo Samantha casi en un susurro
Yo dije
-¿ qué?
Al mirarme estaba verde, ( decídete)
- nada
Cuando su madre se fue le dije a Amanda:
- tú mamá es rara.
- no más que yo, pero hoy me ha superado.
Mi hermano desde abajo miró su reloj y dijo:
- ya son las 7, vámonos Siberia.
Me despedí de Amanda y nos fuimos.
Estuvimos callados hasta que le dije a Octavio para romper el silencio:
- ¿así que tienes novia ahora? Jaja
- no quiero hablar de eso
- ¿ qué te pasa? ¿ todavía no la olvidas?
- no, y pensé que tendría mi primer beso con ella.
- pero si según tu su amor es imposible ¿ cómo pensabas hacerlo?
- solo tenía una pequeña esperanza que alimentaba a cada día.
- ok, no te pongas sentimental.
- no lo entiendes.
Me callé, solo lo heriría más si seguía hablando.
Llegamos a la casa y lo extraño fue que vimos una luz y la puerta estaba abierta.
- Siberia, alguien invadió la casa.
Salí corriendo hasta la puerta y vi un hombre con la cara toda deforme que buscaba algo con una linterna, él me miró y se abalanzó sobre mí con un cuchillo de metal negro y .... Se comenzó a quemar, todo su cuerpo se envolvió en llamas y no sobró nada más que cenizas donde él había estado
- ¡¡ Siberia!!
Mi hermano corrió hacia mí y me abrazó con tanta fuerza que podría haberme roto una costilla, yo lo abracé igual de fuerte y al separarnos él me levantó y justo en ese momento en nuestro feo auto llegaron nuestros padres.

SiberiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora