Capítulo 57

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Sueño con Amanda siendo torturada, con el dios riendo a carcajadas y con un chico de ojos miel impactantes. No lo conocía, pero pensaría que es un ángel si creyera en ellos.
Mi vestido está todo arrugado y en medio a las pesadillas rompí una parte. También debo de estar despeinada y roja por el calor.
Me levanto y decido salir de la habitación con cuidado y buscar un cuarto, como el mío, que tenga baño.
Pero tengo que tener cuidado para que no me vean, ni me escuchen.
Abro la puerta despacio, aunque se que no hay nadie cerca y bajo las escaleras.
Llego al corredor de las habitaciones y escucho voces a lo lejos, me escondo inmediatamente contra la pared.
- ¡ no la podemos encontrar!- dice Katy.
- falta la parte antigua del castillo, cálmate.- dice Diciembre.
- lo malo es que ella lo entendió todo mal. Era el dios hablando a través de ti.
- yo nunca admitiría que tenía atrapada a su familia frente a ella si la tuviera,no soy tonta y además ¿ por qué me habría desmayado si no me estuviera controlando algún tipo de magia negra?
- si, eso es muy obvio.
Soy una imbécil.
Ayer no pensaba bien, eso es muy obvio, como dijo mi amiga.
Rayos, ellas son las buenas. Apréndete eso Siberia.
Salgo de mi escondite y ellas me ven.
Katy esboza una gran sonrisa y da unos saltitos haciendo que sus rizos salten con ella.
Diciembre, en cambio, se ve súper molesta.
- lo siento- digo.
- cállate y ven a abrazarme- dice Katy.
Me acerco y la abrazo, ella huele a campo. Seguro me buscaron en la pradera.
- ¿ sigues queriendo entrenar?- pregunta mi abuela mirando a otro lado.
- sí- digo sin dudar.
- entonces cámbiate, la ropa de entrenamiento está en tu habitación.
- ok.
Me despido de mi amiga.
- te espero afuera.- dice ella.
Entro en mi habitación y sobre la cama veo dos conjuntos:
Uno negro que debe ser antibalas, demasiado ajustado para mi gusto.
Y uno blanco de lino, seguro para aprender magia.
Leí que el lino era bueno para hacer magia. Si, a veces leía el Libro del Guerrero por curiosidad o porque me obligaban.
Extraño esos tiempos.
Como Katy me espera afuera supongo que tendré clases de lucha así que visto el negro después de asearme. Es un enterizo y me siento como una espía de esas películas de acción.
Me paro frente al espejo y hago una arma con mis dedos. Apunto mi reflejo.
- jajaja- dice Katy. Abrió la puerta y me mira divertida.
-¡ manos en alto!- digo jugando.
Ella las levanta y las dos reímos.
- ven, tenemos que entrenar.
Salimos de la habitación y ella me pregunta:
- ¿ dónde estuviste escondida toda la noche?
- en un lugar escondido- le respondo.
- no me quieres decir ¿ verdad?, quieres tu lugar secreto del castillo.
- sí, de cierta manera.

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