Capítulo 5

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Las demás horas pasaron rápido y llegó nuestro pequeño recreo.
-¿ por qué te pusieron Siberia?
- Mi padre se llama Tíbet.
- Dos lugares fríos.
- sí.
-¿ tienes hambre? Porque yo me muero.
- igual.
Compramos sándwiches y comimos en cuanto yo le intentaba explicar a Amanda que mi hermano no estaba interesado en nadie y que no pensaba tener novia por ahora.
-¿¿ por qué??
- porque quiere concentrarse en los estudios y una chica le sacaría tiempo, o eso me dijo.
-ajh ¿ por qué el mundo me odia?
- no lo sé.
- tampoco.
No dándose por vencida pregunta:
- ¿ cuántos años tiene?
- va a cumplir 18 en algunos meses
- ¿y tu hace cuanto tienes 18?
- casi un día.
- ¿¿ayer fue tu cumpleaños??
- sí.
- mañana te traigo un regalo.
- no es necesario.
- sí lo es.
- no
-¡ que sí!
- ok, lo que quieras.
Mira mi mano y dice:
- que hermoso anillo, ¿ lo puedo ver?
- no me lo puedo quitar y antes que preguntes por qué es porque le hice una promesa a mi padre.
- ¿ esta muerto?
-¡ no!
- el mío sí.
La miré y lo extraño es que no tenía tristeza en su expresión. Solo indiferencia.
- no te preocupes, nunca lo conocí .
Sus ojos avellana brillaron al ver quién se acercaba, ¿ avellana? Sí de un color parecido al de mi hermano.
Él se sentó a mi lado.Tenía un agradable olor a bosque.
- Hola¿ quién eres?- dijo dirigiéndose a Amanda.
- ¿ y-yo?
-sí.
- Soy A-Amanda, amiga de tu hermana.
- su primera amiga, anda conmigo.
Eso era cierto. Mi hermano y yo éramos inseparables y la gente pensaba que era antisocial por estar solo con él... Tal vez tuvieran algo de razón.
En eso tocó la campana y terminó el recreo.
Llegamos al salón y las demás clases pasaron rápidamente, hasta la salida.
- ¿ vuelves en bus?- me pregunta Amanda.
- sí,¿ tú?
-no.
No voy a negar que me hizo desilusión, pero no lo demostré.
-ok.
- chau entonces.
- adiós.
Yo subí al bus y ella subió a una camioneta, el único Jeep que veía en la ciudad.
Me senté en mi sitio habitual y mi hermano se sentó a mi costado esta vez.
- Tu amiga es bonita.
- ella piensa lo mismo de ti.
-¿ en serio?
- sí .
No hablamos en todo el camino hasta que el me preguntó:
-¿ qué anillo es ese?
-me lo regaló papá .
- nunca lo había visto.
- dice que es de la familia.
- que raro, porque ya no tenemos familiares vivos.
En eso llegamos a nuestra casa y vi que no tenía las llaves.
- Me olvidé las llaves... Ups.
-¡ Siberia!
- las olvidé adentro de la casa.
- ¡ justo hoy que se quedarán hasta tarde en el trabajo!
- vamos a la casa de Amanda, está cerca.
- bien, pero que esto no pase nuevamente.
- fue un accidente señor gruñón.
Le muestro la lengua y camino. Él viene detrás de mí.

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