Capítulo 36

25 5 0
                                    

Intenté olvidar lo que escuchaba y lo que sentía: miedo. Imaginé el anillo y su brillo, su poder despertándome.
Me concentré y puse toda mi energía en el anillo, no funciona. Tengo poco tiempo.
El pánico me gana, mi deseo de salir de ese estado es tan grande... Concentro mi rabia mi miedo y mi preocupación en el anillo.
Y despierto.
Me incorporo y grito a todo pulmón por la vida que no quiero perder.
Uno de los médicos tiene las manos en el interruptor y estaba a punto de sacarlo.
Lo logré, me salvé. Todos me miran perplejos y Amanda se acerca a mi cama, se agacha y se pone a llorar.
Le acaricio los cabellos y lloro con ella.
Octavio se acerca a mi por el otro lado y me abraza , no decimos nada.
-¿ cómo pudiste haber despertado de un coma vegetal señorita?- un doctor me pregunta.
- no es una opción para usted querer estudiarla Dr. Gómez.- responde mi padre por mi.
- queremos los papeles para sacarla de aquí- mi madre me mira con amor.
- Amanda levántate- Octavio se dirige a su novia- ya nos vamos.
- Siberia, ¿ eres un ángel?
Amanda era cristiana, había visto una Biblia en su casa. En una repisa.
- no amiga, tu lo eres.
Me miró desconcertada pero yo tenía motivos para decirle eso.
Nos fuimos tomando los cuidados necesarios para mi salud y llegamos a mi casa.
Amanda no quiso quedarse aunque dijo como seis veces que estaba muy feliz en que me hubiera despertado:
-¿ cómo es posible..? ¡ no importa ! ¡ estoy muy feliz porque has despertado!
Siete veces.
- ya, ¿ Segura que no te quedas?
- si, mi mamá ha estado un poco mal, el trabajo solo le trae estrés. Me necesita y a ti te veo muy bien.
Solo alguien tan loca como Amanda no hubiera ni siquiera preguntado como desperté de un coma vegetal.
Mi hermano lo haría y yo tendría que explicarle
Me bañé y me puse mi pijama. Mi hermano tocó la puerta y dijo:
-¿ podemos hablar?

SiberiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora